POR MONTERA

Se nos van los tiempos...

viernes, 15 de marzo de 2024 · 08:51

El pasado sábado, durante la novillada inaugural de las Fallas en Valencia, me invadió una pregunta que me ronda desde la temporada pasada: ¿Es necesario que un espectáculo taurino dure tanto tiempo?

En los últimos años, la duración mínima de un festejo taurino se ha establecido en dos horas y media. Sin embargo, no hace tanto tiempo (o eso me cuentan) que las corridas rara vez superaban las dos horas.

Es hora de analizar detenidamente la duración actual de las corridas de toros y novilladas. El público no puede aguantar tres horas sentado en la piedra del tendido, por muy interesante que sea la tarde. La concentración se pierde y, al final del festejo, ya no hay ganas de prestar atención al último torero.

¿Cómo podemos reducir la duración de los festejos taurinos?

Una forma sería reducir los tiempos muertos durante la lidia. Por ejemplo, mientras se retiran los caballos, los banderilleros ya podrían estar colocándose para el siguiente tercio. En lugar de esperar a que el caballo se retire por completo, los subalternos podrían ir directamente al centro del ruedo. Estos pequeños cambios podrían ahorrar fácilmente unos treinta minutos al final del festejo.

Otro punto a tener en cuenta es el tiempo que se pierde entre la muerte del toro y la salida de los areneros. A menudo, se pierde demasiado tiempo entre que salen y entran, ya que van andando con una tranquilidad que no beneficia al ritmo del espectáculo.

¿Por qué es importante reducir la duración de los festejos taurinos?

Los tiempos muertos excesivos aburren al público. Es hora de que alguien tome nota y se ponga a trabajar en este problema. De lo contrario, llegaremos a un punto en el que la gente cenará en la plaza de toros, y no me refiero a la famosa promoción "Cénate las Ventas en julio"…