ALFREDO RÍOS, "EL CONDE"

"El público se me entregó y ese es un sentimiento especial para cualquier torero"

El torero tapatío comenta para Al Toro México de la mano de Martín Banda, las sensaciones de la tarde de su despedida de La México
martes, 25 de diciembre de 2018 · 22:30

Despedirse de una plaza de toros cortando las orejas y saliendo a hombros de los aficionados, es quizá la ilusión de todo aquel torero que va a entregarse por última vez ante un público que ya no le volverá a ver más vestido de luces en un determinado escenario.

Alfredo Ríos "El Conde", el torero que trajo del olvido las suertes antiguas cuando apenas era un novillero, por allá del año 1991, se retiró el domingo pasado de la afición de la Plaza México, y así pudo saborear por último su triunfo en este coso de tanta relevancia.

"Era mi obligación salir a entregarme y demostrar esa actitud, como cuando empecé, como desde la primera vez que me vio la gente torear", expresó el diestro tapatío sin titubeos, fiel a su carácter y a su marcada y auténtica personalidad.

Dos toros de Barralva, uno de ellos de regalo, de imponente presencia, sobre todo el primero, le permitieron a El Conderealizar dos trasteos interesantes que le valieron cortar la oreja en cada uno de ellos, y eso fue lo que posibilitó, al final de la tarde, la salida a hombros.

"Se dieron bien las cosas. Fue una tarde muy agradable, la verdad. Yo iba muy centrado sobre todo porque la corrida era muy seria, no era fácil para sacarle los muletazos, pero gracias a Dios la experiencia que ya tengo me hizo salir a flote y estar por encima del festejo toda la tarde", agregó.

Asimismo, comentó que desde el segundo lance que le dio a su primero, "Carasucio", sentía que podía triunfar: "Me sentí que podía triunfar con el toro, luego ya me centré en darle su lidia adecuada, sus tiempos, y al final pude triunfar con él y matarlo, sobre todo, que no era fácil pasar delante de ese par de pitones que tenía el toro".

Su segundo no le dio muchas oportunidades de lucimiento, pero ya había anunciado uno de regalo que le habían llevado los ganaderos para esta ocasión tan significativa en su carrera:

"Era un toro que me llevaban porque dos de los toros más importantes que han tenido ellos como sementales, uno fue Gironcillo que lo indulté en Guadalajara y el de regalo era un toro 35, de Chafik, que yo lo tenté en el rancho y que ellos padrearon, así que me llevaron dos nietos de Gironcillo y de ese toro 35", comentó.

Al final, con las dos orejas en su espuerta, El Conde salió por la Puerta Grande en volandas de los aficionados.

"Eso es algo que uno siempre anhela y que lo ve inalcanzable, pero cuando lo logras no lo ves tan difícil, pero las circunstancias se dieron, pero es que también yo iba muy preparado física y mentalmente, y eso fue lo que se resolvió en un triunfo. Además, la gente estuvo esperándome un poquito al principio, pero cuando vieron que yo estaba con una actitud buenísima, el público se me entregó y ese es un sentimiento especial para cualquier torero".

En las próximas semanas, El Conde estará a la espera de la fecha de su despedida definitiva, que tendrá lugar en su plaza, la "Nuevo Progreso" de Guadalajara, y mientras tanto, aún tiene varias corridas por torear para decir adiós en otros cosos donde ha hecho camino al andar.

"Me han estado llamando para corridas incluso después de marzo, pero por el momento tengo La Petatera, que será más adelante; después voy a San Miguel Allende, el domingo; en Durango me presentaré el día 1 de enero, y luego en Cañadas de Obregón, Jalisco. Espero también la llegada de los carnavales, así que hay cosas interesantes antes de la despedida de Guadalajara. Afrontaré todas esas corridas con la misma ilusión del domingo anterior en La México; sé que las voy a disfrutar mucho", finalizó. (Martín Banda - Al Toro México)

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