PERÚ

Paco Ramos indulta un San José del Monte en Huamachuco -

Un apéndice cortó Iván Vicente a su primero y Javier Cortés se fue silenciado
lunes, 19 de agosto de 2019 · 08:35

El diestro español Paco Ramos cortó orejas y rabo simbólicos del toro de San José del Monte que indultó en la segunda tarde de la Feria Virgen de la Alta Gracia en Huamachuco. Un apéndice cortó Iván Vicente a su primero y Javier Cortés se fue silenciado.  El encierro de San José del Monte tuvo nobleza y clase, su entrega fue condicionada por la condición del ruedo en algunos.  

Fue el primero de su lote, ‘cerrillero’ número 28, pelaje melocotón que embistió con clase y nobleza por abajo.  Lo recibió a porta gayola y lanceó por verónicas y empezó a verse las bondades del burel.  En muleta llegó con galope y humillando. Imprimió temple y cadencia a su variada faena por ambas manos que cerró con ayudados por alto al tiempo que los tendidos se poblaron de pañuelos pidiendo que se perdone la muerte y así también lo consideró el palco tras la petición del ganadero.  Toreó el sexto porque se corrió turno para que Cortés viajara.  Este fue complicado, no se entregaba y buscaba, lo intentó desde que se abrió de capote bregando por bajo a los medios y en muleta también pero no pasaba y abrevió. 

Lo contrario sucedió con el quinto que fue para Iván Vicente. Probaturas en el capote sin confiarse porque venía midiendo y sin entregarse, lo castigó mucho en varas con el toro empujando por bajo en el pero por largo tiempo. Llegó a muleta y se limitó a tocarle los lados para abreviar. No dejó ver qué condiciones traía el toro.  En su primero tocó pelo. Salió con transmisión, humillando con nobleza. Tumbó al picador y se pegó una voltereta por hundir pitones en banderillas por lo que llegó mermado de fuerzas a la muleta de Vicente.  Templó y toreó con gusto, naturales y circular invertido al final que el toro tomó con clase.  Espada entera y oreja. 

Javier Cortés toreó tercero y cuarto por necesidad de viaje.  La mala suerte hizo que se rasgara la piel con la puya y debió abreviar.  Con el siguiente dibujó bonitos derechazos medidas la faena, a media altura y con desmayo, antes lo llevó prendido de los vuelos por naturales que tomó con clase y largura el toro.  Lamentablemente pinchó y el toro ahí se enteró, perdió pies por la pésima condición del ruedo, desigual y flojo, y salió con la taleguilla rota y golpeado porque lo tuvo a merced en el suelo; y siguieron hasta ocho desaciertos, descabellos y arreones peligrosos. 

Como ayer, concluyó la corrida  de noche con el espectáculo ‘Sueño Gitano Perú’ de caballos andaluces de Santiago Valladares y caballos peruanos de paso.

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