"Mis últimos recuerdos los tengo cuando llego a las tablas y doy el salto"

En primer lugar, ¿cómo estás José Antonio?

Estoy bastante bien, tengo dolores en la pierna derecha del golpe con el tejadillo y una luxación del pulgar izquierdo, pero dando gracias a Dios.

El golpe es de una crudeza impactante. ¿Cómo recuerdas lo sucedido?

Sinceramente después de ver las imágenes y las fotos opino lo mismo, el impacto es muy violento con el tejadillo pero si te soy sincero no recuerdo mucho, mis últimos recuerdos los tengo cuando llego a las tablas y doy el salto y a partir de aquí un golpe muy fuerte pero ya no sé donde caí, no tenía la conciencia de que fuera el techo del burladero. Vi un revuelo tremendo de gente y la plaza al revés, el suelo y el toro. Fueron momentos de angustia y no recuerdo mucho más.

Cuando pasó todo te leímos en los labios un expresivo y significativo "me c... en su p... madre". ¿Qué se te pasó por la cabeza en ese instante?

No me acuerdo tampoco pero una vez que reaccioné, vi la situación e intenté caminar porque la verdad es que la pierna me dolía mucho y la tenía dormida del golpe, pues cualquier cosa pudo haber salida de mi boca.

El toro tuvo reacciones muy extrañas, aproveché que salía de los adentros en tablas y no queriendo que mi compañero Antonio Molina se pusiera delante de nuevo con el capote, lo vi claro y quise banderillearle así. No me hizo el animal las cosas mal y no me esperaba que me fuese a pegar ese apretón. Yo salí del par normal pero escuché unas voces que me gritaban "salta, salta" y a partir de ahí quedó todo. La expresión, fue la forma de desahogarme tras el susto.

¿Qué plazos de recuperación te han dado los médicos?

En el hospital me vendaron el dedo y me dijeron que estuviera inmovilizado unos siete u ocho días. Dependerá de cómo me vea pero mi intención es ir el día veinte a Chinchón con Javier Cortés, me apetece despedir la temporada con él.

Imagino que acabas ya el año, ¿cómo ha ido la temporada?

Estoy contento con el final de año que he hecho, como sabes tuve una lesión bastante seria el año pasado y reaparecí el día 8 de abril en Madrid con una novillada de Fuente Ymbro, a las órdenes de Jorge Isiegas.  Después de diez meses inactivo, volver y hacerlo en Las Ventas fue increíble. A partir de ahí la desconfianza en mis facultades físicas porque no había recuperado el tendón al cien por cien hizo que pasara una primera mitad de temporada durísima. Tuve luego la fortuna de coincidir en algunos festivales con Javier Cortés, con buenos novillos que me permitieron quitarme esa miedo y a partir de ahí he vuelto a ser el de siempre.