LAMA DE GÓNGORA
"Para mí, cortar una oreja el año pasado en la Maestranza fue el reencuentro con Sevilla"
Lama de Góngora, en exclusiva para Burladero, reflexiona sobre su década de carrera y cómo su experiencia en América ha enriquecido su toreo. Habla de su triunfo en Sevilla y sus expectativas para la nueva temporadaEste 2025, Francisco Lama de Góngora celebra una década desde que tomó la alternativa, una trayectoria marcada por su autenticidad y su entrega incondicional, valores que continúan guiando su camino. El año pasado vivió uno de los momentos más significativos al cortar una oreja a su segundo toro en la Maestranza, lo que representó su tan esperado reencuentro con la plaza sevillana. Tras una exitosa campaña en América regresa con renovada ilusión para afrontar los desafíos de la nueva temporada. El próximo 27 de abril, el torero volverá a pisar la Maestranza junto a Calerito y Samuel Navalón, con toros de Fuente Ymbro, un compromiso que, sin duda, llena de expectación.
¿Cómo está, cómo se encuentra?
Bien, me encuentro muy bien. Acabo de llegar de América hace una semana y ha sido una campaña muy importante entonces me encuentro muy mentalizado y muy metido en la profesión, que es lo que realmente me gusta.
Este año hace 10 años que tomaste la alternativa. ¿Cómo ves tu evolución personal y profesional en este tiempo? ¿Hay algo que cambiarías de esos primeros años en la profesión?
Bueno 10 años de alternativa se dicen pronto pero en 10 años han pasado muchas cosas. Entre ellas, he tenido un periplo muy importante en México que han sido casi 3 años viviendo allí, años en los que he podido torear solo 3 corridas y años, en los que como el año pasado, he superado la veintena. Entonces pues obviamente considero que he evolucionado mucho como torero, que todavía me queda mucho para alcanzar lo que yo quiero pero que durante 10 años he podido evolucionar y sobre todo que me voy sintiendo más a gusto, más consciente y más sabiendo lo que quiero y queriendo lo que sé y como persona también. Yo no lo digo, lo decía Juan Belmonte: “se torea como se es” y al principio pues uno está equivocado con las luces que envuelve el toreo y ahora pues me considero una persona mucho más madura y estoy mucho más tranquilo y eso se refleja en la plaza.
Tu estancia en América te ha permitido tener una visión más amplia de la tauromaquia. ¿Qué has aprendido de tu experiencia en estos países que te ha ayudado a crecer como torero y como persona?
La América taurina es muy diferente. Lo primero es sentir cómo el aficionado me abrió los brazos desde el primer momento y en ese estado de agradecimiento en el que todo se te antoja fácil y bonito con una mano delante y otra detrás que llegue al final superé casi las 50 corridas y eso te aporta mucho, hace que tengas una visión más amplia de la tauromaquia y también de la idiosincrasia de cada plaza de toros, de cómo se toman allí la vida mucho más despacito que aquí y sobre todo lo que fue, fue una cura de humildad. Venía de novillero, tomé la alternativa y sufrí un parón y México fue una cura de humildad en la que realmente me dije a mi mismo si de verdad estaba convencido de lo que iba a hacer y sí. Fue renacer y no sólo amplió mi forma de entender y ver el toreo, de darme un poco la idea de lo grandísimo que es el toreo sino como persona, que hay que mirar mucho más allá.
Toreaste el 21-22 de enero en Perú, ¿cómo te sentiste al conseguir el indulto del toro para cerrar la primera etapa de la temporada en América?
Pues imagínate, empezar la temporada tan pronto en enero sin ese puente del invierno y poder indultar un toro es el significado de un trabajo en el laboratorio, la mentalización y de que se están haciendo bien las cosas. Aquí es muy difícil marcarse objetivos, esto es muy poquito a poco pero empezar así la temporada es una suerte y un orgullo. Indultar un toro siempre es una alegría porque significa que el ganadero se ha equivocado porque no lo ha dejado como semental en su ganadería pero que ha tenido la fortuna, y yo también la suerte, de haber podido entender las condiciones que el toro tiene para que vuelva a casa y sea una nueva adquisición genética.
¿Qué significa Sevilla para ti, torear en la Maestranza?
Para mí lo es todo. En primer lugar, agradecido a la empresa de haber tenido la sensibilidad de ver la temporada tan dura, pero a la vez tan bonita que hice el año pasado que fueron muchos meses en América con un buen número de festejos después de haber triunfado en Sevilla y viendo que no se veía el triunfo reflejado en los contratos en España decidí de nuevo irme a América y gracias a dios salió bien esa puesta. Para mí volver a Sevilla lo es todo porque es mi casa, es la plaza donde he crecido, donde he visto toros desde que soy un niño, donde he podido salir por la Puerta del Príncipe de novillero, donde he podido tener tardes de mucha fatiga como la encerrona de los 6 novillos antes de tomar la alternativa y después donde tomé la alternativa. Para mí volver después de que el año pasado la afición de Sevilla me volvió a ver torear, lo es todo para mí, es un antes y un después y ahora estoy ilusionadísimo.
El año pasado cortaste una oreja en La Maestranza a un toro de Fermín Bohórquez, un hecho significativo en tu carrera. ¿Cómo viviste esa tarde y qué significa para ti haber conseguido ese trofeo en una plaza tan emblemática?
Para mí fue el reencuentro con Sevilla. Porque llevaba varios años tirando en Sevilla y con una disposición tremenda, siempre estando bien pero nunca pasando nada importante entonces esa impotencia, esos 40 largos días en el desierto esperando a que llegue esa tarde y llega y no hay agua que sacar del pozo pues te entra una tristeza tremenda y entonces el año pasado pude torear el primer toro con el capote bien, pude hacer mis dos quites bien, pude cortar la oreja del segundo, pude tener una declaración de intenciones de lo que significa para mí Sevilla y pude reencontrarme con la afición. Entonces, cómo de nuevo estamos conformes ahora, puede pasar algo importante.
En el cuarto toro te fuiste a Porta Gayola, ¿qué te animó a recibirlo así? ¿Cómo recuerdas la faena de ese cuarto toro del lote?
Yo de novillero me fui muchísimas veces a Porta Gayola. Es algo que no entra dentro de mi repertorio pero que yo me considero un torero distinto, que hago lo que siento en cada momento. No me engaño a mí mismo y, aunque me gusta más el toreo clásico, de pureza y eterno, veo que a veces eso son impulsos que nacen de mostrarte a ti mismo y a los demás a lo que vienes a Sevilla es tan bien hecho siempre, que se haga con buena intención y desde el corazón.
Estás anunciado el 27 de abril junto a Calerito y Samuel Navalón con toros de Fuente Ymbro. ¿Cómo te has sentido al saber que repetirás? ¿Qué expectativas tienes para este cartel y cómo ves la competencia en una tarde con otros grandes toreros?
La competencia siempre existe además son dos toreros que han triunfado tanto en Madrid como en Sevilla el año pasado y que tienen muy buen concepto del toreo entonces me hace especial ilusión el cartel. Creo que tienen todo los alicientes para que la afición acuda a la plaza y yo nunca me pongo expectativas la verdad, estoy tranquilo porque mi vida y mi filosofía de vida de que toreo todos los días. Estoy muy tapado, no quiero ahora mismo aparecer demasiado en los medios ni en ningún lugar porque estoy realmente mentalizado para que pase algo importante. Entonces es algo muy personal, estoy muy tranquilo y esas son mis expectativas: entregar y decir todo lo que llevo dentro.
Las Ventas es un sueño para muchos toreros, ¿cómo te afecta el hecho de que no hayas tenido la oportunidad de confirmar allí hasta ahora? ¿Sientes que es un hito fundamental para un torero en tu carrera?
Por supuesto que sí, yo creo que es fundamental y creo que después de más de 100 corridas de toros que llevo en toda mi carrera como matador, haciendo temporadas largas en América y habiendo tenido triunfos en España y estando constantemente sonando de una forma o de otra creo que es meritorio ya y es de un buen titular, llevo 10 años de alternativa y no he confirmado en Madrid, pues no sé cuando será pero creo que ya es hora, creo que me lo merezco y que he hecho méritos para ello.
Ahora que has alcanzado esta década en tu carrera, ¿cuáles son tus objetivos a corto y largo plazo? ¿Te gustaría abordar algún desafío en particular o cambiar algo en tu estilo de toreo?
Yo siempre estoy en constante cambio porque creo que estoy en constante búsqueda. Intento fijarme y aprender desde los novilleros sin picadores hasta las grandes figuras del toreo y de todos los detalles. Ahora mismo en el momento en el que me encuentro, más bien que buscar un cambio, lo que busco es que aquello que ya tengo afianzarlo y fortalecerlo con una base que son 10 años de alternativa y seguir siendo sincero con mi forma, mi concepto y a donde quiero llegar.

¿Qué opinas de la juventud que está entrando al mundo del toreo, como es el caso de toreros como Javier Zulueta y Samuel Navalón, y qué crees que aportan al panorama taurino actual? ¿Qué consejos le darías?
Pues me recuerda muchísimo el caso de Javier a mi época de novillero en la que creo que se movió muchísima juventud. Siempre he apostado por la juventud, gracias a Dios, mis compañeros y otros compañeros de profesión se están dando cuenta de ello y están apostando y creo que es fundamental no solo porque es el futuro sino porque la afición que viene es mejor que la contemporánea, está más preparada porque tiene más ilusión, porque el cambio generacional es inevitable, porque el toreo está de moda, porque estamos hartos de que nos prohíban cosas, porque es un arte universal, porque tiene una riqueza cultural y económica tremenda y porque qué mejor plan hay que llevarte a tus amigos a una plaza de toros y luego tomarte una cerveza.
¿Hay alguna figura del toreo que te haya inspirado a lo largo de tu carrera? ¿Algún mentor o alguien cuyo estilo te haya influido?
Siempre he tenido ídolos y siempre tienes a alguien que como espejo pero yo no me quiero parecer a nadie, con el tiempo lo entendí, pero si tengo a alguien a quien admiro porque su forma de torear, su forma de entender el toreo, su forma de entender la vida y porque creo que lo que hace y consigue en el espacio tiempo es prácticamente imposible y sólo lo consigue él, y por eso es único, es Morante de la Puebla. He tenido la suerte de que me regaló el traje con el que salí por la Puerta del Príncipe que era suyo, he toreado por primera vez con él junto a Diego Ventura y he seguido toda su carrera. Siempre desde una distancia ya que prefiero seguir teniendo ese mito dentro de mi cabeza y de mis pensamientos.
¿Cómo afrontas la exigencia de los aficionados? ¿Te obsesiona llegarle mucho a los aficionados?
Claro, ser exigente y competitivo es la mayor obra de respeto que hay hacia un torero, hacia un compañero y hacia ti mismo. Si no hay competitividad, si no existe los piques y si no hay exigencia del público es porque eres indiferente. A mí desde novillero siempre se me ha exigido como un matador de toros, cosa que agradezco, y siempre que voy a Sevilla escucho un silencio especial, aparte de lo que ya significa el silencio para Sevilla y cuando he escuchado un ¡Ole! también lo he escuchado de verdad. Entonces yo creo que la exigencia es fundamental, es bonita y es un síntoma de respeto.
¿Cómo recuerdas tu debut en la plaza? ¿Fue un momento especial para ti?
Con mucho miedo. La primera vez que me vestí de luces pasé un miedo tremendo porque lo llevaba soñando mucho tiempo pero después entras como en una especie de sueño y conforme vas toreando ya es como tu hábitat natural, ya echas de menos tu segunda piel que es el traje de luces.
¿Cuál sería tu terna ideal?
Morante de la Puebla, José Mº Manzanares y Lama de Góngora con toros de La Quinta.
Muchas gracias Maestro por esta charla