LAS VENTAS

Almohadillazos a Adolfo

Tarde de silencios para la terna que se encontró con una corrida de Adolfo Martín impropia de una plaza como Madrid. La decepción hizo mella en un tendido que acabó lanzando almohadillas presa de la frustración
viernes, 5 de octubre de 2018 · 17:05

Cuarto festejo de la feria de otoño 2018. La de Adolfo Martín, para el nuevo ídolo de Madrid, Talavante, y dos meritorios que debutan con el hierro madrileño, Álvaro Lorenzo y el mediano de los Adame, Luis David. Dos realidades que han triunfado en Madrid en su corto pasado y que hacían el paseíllo con total merecimiento. 

Volvía Talavante tras la corrida de Victoriano del Río el pasado viernes. Se quedó Madrid con ganas de más y las ilusiones puestas en la tarde de hoy, llenando los tendidos... y así se quedó dos horas y cuarto después, con las ganas. Le tocó en suerte o mala suerte el peor lote de una corrida con un tono general pobre que una plaza como Las Ventas no merece. Dos ejemplares parados, sin fuerza, con los que tuvo que abreviar. Tan solo se le puede reprochar mayor acierto con la espada. Visto y no visto el extremeño, se lleva en el zurrón el cariño de una afición agradecida con la figura más cercana al tendido. Volverá.

Álvaro Lorenzo dejó en su primero lo mejor de la tarde, un animal cortito de recorrido al que el toledano fue corrigiendo dejando en la recta final de la lidia un par de tandas al natural muy aplaudidas. Quién iba a pensar que sería lo único potable de una tarde que será recordada como una de las más decepcionantes de las de Adolfo Martín en Madrid tras cerca de veinte años de presencia. Al quinto lo mandó el palco a los corrales en pleno tercio de varas, muestra de que el sopor y la desesperación ya se habían instalado en la zona noble de la plaza. El quinto bis, de Conde de Mayalde, era de máster, ahora que están tan de moda, pesado, cercano a los seiscientos kilos, tan solo mostró casta en el caballo. En la muleta, frágil y sin fuerzas, pese a lo cual Álvaro lo cuajó arrancándole alguna tanda al natural. Tampoco estuvo acertado con la espada ni con el descabello. Mostró el toledano su natural temple y sus innegables condiciones para esta profesión. Una ocasión perdida que no resta el mérito de una gran temporada, marcada en Madrid por las tres orejas que cortó el domingo de Resurrección a la corrida de El Torero.

Luis David, triunfador este año en Madrid y Bilbao, estuvo con su lote muy acertado con el capote, sin lucimiento pero alargándoles las embestidas, ganándoles terreno camino de los medios. El tercero sin emoción, justo de fuerzas y soso, lo mimó el de Aguascalientes para no perderle en el camino pero sin premio alguno. El sexto sin emoción, sin transmisión alguna, picó pala el mexicano alargando los muletazos en una búsqueda desesperada de salir de Madrid con algo en el currículum. Imposible, tropezó también con la espada. Ni a él ni a ninguno de sus compañeros de lidia se les puede reprochar ni media. Sale como Álvaro Lorenzo, sin mancha alguna.

Tarde de expectación, tarde de decepción, de las marcadas en rojo en el calendario taurino. La emprendió a almohadillazos parte del público, en una imagen poco vista en los últimos años en las plazas de toros. No es un gesto elegante ni justificable, fruto de la frustración. Tiene mucho crédito Adolfo Martín, habrá que esperar al próximo año, para entonces el día de hoy solo será el recuerdo de un pesadilla de otoño.

 

Ficha del festejo:

Talavante, silencio con pitos al toro en el arrastre y silencio

Álvaro Lorenzo, silencio y silencio tras dos avisos

Luis David, silencio tras aviso y silencio tras aviso

 

 

TORO A TORO

Plaza de toros de Las Ventas.- Cuarta de la feria de Otoño. Toros de Adolfo Martín parra Talavante, Álvaro Lorenzo y Luis David.

Abrió el festejo Chaparrito un negro entrepelado sucesor del toro triunfador del pasado San Isidro. Le recibe Talavante a puerta gayola, gesto inusual en él, un astado de corta embestida lo que impide el lucimiento con el capote. Algo parado, no muestra empuje en el caballo. Resulta volteado Juan José Trujillo tras tropezar al hacer un quite. En la muleta se muestra poco agradecido. Lo intenta el extremeño por el pitón derecho pero el animal hace más acuciante su escaso recorrido. Abrevia con dos medias estocadas caídas. No hizo honor el toro a su antecesor. Silencio con pitos al toro en el arrastre.

El cuarto, segundo de Talavante, Peluquero, diferente a los anteriores morfológicamente, distinto trapío, se muestra corto en el capote, lo lleva el matador hacia afuera conduciendo la embestida sin buscar el lucimiento capotero. Aprieta bastante más en el caballo donde le recibe Manuel Cid, administrando con criterio el segundo puyazo. Aplaudido tercer par de banderillas de un maltrecho Juan José Trujillo. Contrariado por lo visto, Talavante intenta de inicio al natural sacar algo de provecho de un animal decepcionante que impide estructurar faena alguna. Abrevia de nuevo, pinchando dos veces antes de dejar un pinchazo hondo. Silencio.

El segundo de nombre Baratero, vasto y astifino, quebrado de lomo, humilla en el capote, dejando un buen recibo Álvaro Lorenzo, rematando la serie de verónicas con una bonita media. En el caballo recibe un primer puyazo por parte de Juan Carlos Sánchez que mide con buen criterio el segundo paso del animal. Excelente serie de banderillas de Sergio Aguilar que saluda ovación montera en mano. En la muleta gazapea el de Adolfo Martín, corto de recorrido. Le va corrigiendo Álvaro hasta conseguir ligar un par de excelentes tandas por el pitón izquierdo por el que humilla algo más, sintiéndose el toledano más cómodo que por el derecho. No rompe la faena a más, dándole muerte con una estocada casi entera travesada. Varios descabellos. Sonó un aviso. Silencio.

Horquillón, quinto, cárdeno oscuro, bajo, de manos cortas, suelto de salida, no le da opción de brillo en el capote a Álvaro Lorenzo. Se deja pegar en el caballo en el primer paso, comportamiento general de la corrida, cambiando el tercio el palco antes del segundo paso para sacar el pañuelo verde de inmediato.  Le sustituye un ejemplar de Conde de Mayalde, de nombre Atrevido, negro listón, un toro grande, enorme caja, cercano a los seiscientos kilogramos. Sin pena ni gloria en el capote, hace gala en el tercio de varas de su fortaleza, sacando a Francisco Javier Sánchez a las cercanías de la segunda raya en los dos pasos. En la muleta inicia Álvaro con calma, buscando incrementar el ritmo de la lidia, quedándose en el sitio. Animal complicado, pierde las manos con frecuencia, exige del toledano una lidia de inteligencia y cuajo, suavizando al animal con el transcurrir de la faena dejando una series al natural finales bastante meritorias. Pinchó con el acero de inicio dejando un segundo pinchazo hondo. Sonaron dos avisos durante el desconcierto con el descabello.Silencio

Malagueño, tercero de la tarde para Luis David, toro de buena embestida, le fue ganando el mexicano terreno en cada capotazo por verónicas, rematando en los medios. Primer puyazo medido en el tercio de varas de Óscar Bernal, animal con menos brío que los anteriores, el segundo paso por el caballo es mucho más medido. Soso, en la muleta inicia por el derecho pero el animal carece de emoción, justo de fuerzas. Lo lleva con mimo Luis David administrando su escasez de recursos pero resulta imposible obtener mayor rédito. Hizo guardia al entrar a matar, dejando un segundo estoconazo que hace caer al animal en primera instancia, que aún así logra levantarse. Silencio. Sonó un aviso.

El sexto, que respondía al nombre de Tomatillo, parecido en aspecto, al cuarto, baldeó las tablas nada más pisar el ruedo. Se mostró Luis David astuto alargándole las embestidas con el capote dejando la estética para mejor ocasión. Muestra oposición en el caballo de Héctor Piña, ovacionado, sin llegar a mover al equino, dejando entrever algo más de casta que el resto de la corrida. Astado aquerenciado, parado en la muleta, sin intensidad, de embestida amplia, picó pala Luis David obteniendo alguna tanda decente alargando los muletazos hasta el límite. Salpicó la sosez del animal a unos tendidos aburridos tras una tarde insoportable. Pinchó tres veces, sonó un aviso. Silencio.

 

FOTOGALERÍA

DETALLES

 



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Satisfacción
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Esperanza
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