Sinfonía de Morante con un gran Urdiales

Plaza llena, buen tiempo y rum rum en los tendidos para ver a Morante, Urdiales sustituto de Manzanares y Cayetano con toros de Garcigrande y Domingo Hernandez, sin que salgan los tres anunciados de Cuvillo.

Al romperse el paseillo se guarda un minuto de silencio por el fallecimiento de Ignacio Zorita y se aplaude a los matadores su asistencia y a los representantes de Cataluña Taurina.

El primero, de Garcigrande es saludado a la verónica por Morante y en el caballo llega la primera bronca por pasarse de castigo. En la muleta el astado tiende a salirse suelto y desarma a un Morante apático que monta la espada y ejecuta la suerte suprema como no enseñan en las escuelas. Pitos. Protestado de salida es el cuarto, tambien de Garcigrande, que tiene un comportamiento extraño y derriba en el jaco a Aurelin, emulando posteriormente Morante a Chicuelo en el quite. Angustia en el tercio de banderillas, gran brega de Lili y brisdis al resperable. A partir de ahí, amigos, llega el concierto sinfonico de Morante con sentimiento, temple y emocion ante un toro que tenia la virtud de humillar y que muere de un espadazo bajo que no impide al torero cortarle la  oreja.

El segundo sale con el hierro de Domingo Hernandez y derriba al picador  que guarda la puerta. Urdiales brinda al publico y en la boca de riego receta dos tandas magistrales que hacen sonar la banda, continuando al natural sin la brillantez inicial, volviendo con toreria por el otro piton, abrochando la faena con ayudados a dos manos. Con el trofeo ganado no entra la espada hasta la tercera oportunidad. Gran ovacion tras aviso. Un calcetero de Garcigrande hace quinto que se topa con el caballo de Manuel Burgos cayendo el piquero sobre los lomos del toro. El astado tiene sus querencias y se lo saca Urdiales a los medios pero el asunto no es facil pues el riojano debe ponerlo todo él y cuando se siente podido el toro se raja y huye sin querer pelear, acabando Urdiales de media baja y dos descabellos. Ovación

De Garcigrande es el tercero, bien armado por delante, al que recibe de hinojos Cayetano con dos largas cambiadas. Con sendos puyazos traseros se cambia el tercio y tras brindar al doctor Valcarreres se hinca de rodillas con la franela. El torero está entregado y el astado rebrincadito pero después del trasteo inicial la faena entra en terreno de nadie hasta cobrar una estocada entera. Se le pide trofeo pero todo queda en ovación. Cierra la tarde un ejemplar de Domingo Hernández al que se le da fuerte en el caballo y tras banderillear se desmontera Joselito Rus. Maneja la franela con gusto Cayetano en los primeros compases, el animal embiste y el torero cose los muletazos aunque con la izquierda no funciona la receta y debe volver al otro pitón aunque el arroz se ha pasado ya, rematando de gran estocada. Ovación.

Ficha del festejo:

Morante de la Puebla, pitos y oreja

Diego Urdiales, gran ovación tras aviso y ovación

Cayetano, saluda ovación y ovación

Fotos: Joël Buravand