LA LINEA CONCEPCIÓN

Chacón y Pacheco a hombros en La Línea

El Cid cortó una oreja de ley en su segundo siendo ovacionado en su primero
sábado, 20 de julio de 2019 · 22:35

Calurosa tarde de toros la de hoy en La Línea de la Concepción, con motivo de su VELADA Y FIESTAS, ha tenido lugar una corrida de toros que ha dejado ver, las ganas y “hambre” de Tauromaquia en la localidad gaditana, con cuidados detalles en la Plaza (respecto a ediciones anteriores) de la mano del empresario Curro Duarte.

Arrancó el paseíllo y se guardó un minuto de silencio en honor a Félix Román, dueño de la cuadra de la Plaza de Jerez y fallecido recientemente. Tras este sentido minuto de silencio se procedió a dar un emotivo homenaje a El Cid, quien hoy se despedía de este coqueto Coso.

EL CID:

En su primero sale un ejemplar con aparente buen correr y embestida, quizá algo distraído. Regala algunos pases de calidad al capote y tras este tercio, el animal se “desinfla”, va perdiendo fuerza a pasos agigantados, incluso su entrada al caballo cuesta un sobre esfuerzo por parte de El Cid y su cuadrilla, cuando finalmente el morlaco entra, sabe El Cid darle su tiempo justo, lo mínimo necesario para no mermar, aún más, a un animal muy escaso de fuerzas y en continua búsqueda de tablas. Todo el esfuerzo que muestra el sevillano durante toda la lídia y especialmente en la muleta, es recompensada con una ovación qué le hace salir a saludar.

En su segundo, sale un toro qué, sin ser especialmente destacable, permite al sevillano expresarse algo más, pero un “algo” mínimo, pues de nuevo es un ejemplar de escasas opciones, parado y anodino hasta la saciedad, la tenacidad de El Cid frente a él es premiada con una oreja de peso para el sevillano.

OCTAVIO CHACÓN:

Sale el gaditano en su primero a por todas, realizando un excepcional recibo capotero ante un ejemplar qué, muy pronto, da muestras de su desclasada y mansa condición. El público pide el cambio del morlaco a viva voz, aunque la Presidencia hace “oídos sordos” obligando a continuar con una lídia imposible y que deja sin opciones a Chacón, quien, pese a un admirable tesón, abrevia la faena y el público lo reconoce con una ovación que lo obliga a salir a saludar.

Ya en su segundo, sale el gaditano con más ganas aún (si eso es posible) y construye una excepcional faena dónde, a priori, había poca materia prima. Se muestra Chacón enorme al capote , da en el caballo con la justa medida para dosificar las fuerzas del astado y en la muleta “saca de dónde no hay” construyendo pases de una gran calidad pese a la poca colaboración de su oponente. Su gran faena es recompensada con dos orejas que le abren la Puerta Grande.

Precisamente en la vuelta al ruedo de sus trofeos, protagoniza el gaditano una anécdota con un aficionado que dibujó una sonrisa a todos los presentes y es que, el aficionado en cuestión, en su afán de hacerse notar ante el diestro le lanzó una riñonera y he ahí que Chacón, sorprendido ante este gesto, correspondió cogiendo dicho objeto, abriéndolo y simulando guardarse el dinero que había en su interior en la chaquetilla, ante la perplejidad de dicho aficionado, finalmente y para su tranquilidad, cómo decía antes, fue una broma de un gran Octavio Chacón, qué ha quedado guardada en la memoria de los presentes cómo “la anécdota de la tarde”.

MIGUEL ÁNGEL PACHECO:

En su primero (tercero de la tarde), sale un ejemplar que, aunque de hechuras algo anovilladas, tiene algo más de juego y fuerzas que los salidos hasta ese momento, condiciones que Pacheco sabe ver y aprovechar . En el capote se muestra el linense con raza y carácter , en banderillas, se produce una situación cuanto menos “peculiar”, al solicitar el diestro el cambio de tercio tras dos pares y el Presidente negárselo, hecho que hace que toda la Plaza se levante en contra del Presidente, nada extraordinario o que no ocurra en otra Plaza, de no ser porque el Presidente no duda en encararse con el respetable, caldeando aún más los ánimos de los Tendidos. Finalmente se colocan los tres pares y continúa una lídia a la muleta en la que Pacheco levanta los tendidos con su enorme muestra de tesón y viendo recompensada su labor con dos orejas y el orgullo de poder gritar a los cuatro vientos que él SÍ es profeta en su tierra.

En su segundo, de nuevo un entregado Pacheco, que sabe exprimir el poco juego que el astado permite, realizando una buena faena qué, de no haber culminado fallando en los aceros (dos pinchazos y un aviso), a buen seguro, habría obtenido mayor recompensa. Una oreja cómo trofeo en el cierraplaza.

FICHA DEL FESTEJO

Corrida con motivo de la “VELADA Y FIESTAS” de La Línea de la Concepción (Cádiz).

Más de 3/4 de entrada.

Ganado de Salvador Gavira.

El Cid: Ovación y una oreja.

Octavio Chacón: Ovación y Dos orejas.

Miguel Ángel Pacheco: Dos orejas y Una oreja.

 

Fotogalería: MIka Zarcas

 

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