CIUDAD REAL

Poderío, casta y raza abren la primera puerta grande de feria

Al final del festejo la terna salió a hombros
viernes, 16 de agosto de 2019 · 18:25

La Fiesta Nacional es uno de los patrimonios más ricos que hemos heredado, el cual debemos conservar intacto, e incluso mejorado. Ahora que está tan atacada y que pretenden herirla es cuando los taurinos se tienen que reivindicar. Un gesto muy patriótico y muy nuestro es el Himno Nacional. Pues hoy tras deshacerse el paseíllo se ha escuchado en el coso ciudadrealeño.

Con ese aliciente comenzaba la primera de Feria. Con un sentimiento que aflora cada vez que se escuchan los acordes de nuestro Himno. Y por si eso fuera poco la tarde se ha desarrollado con grandes matices, en el que cada uno ha podido mirar el espectáculo desde un prisma diferente, pero siempre desde el respeto hacía el que se está jugando la vida.

Hoy tres toreros han dejado su esencia desparramada por el albero del coso de Pérez de Ayala. Tres toreros diferentes en el que han imperado el poderío, la casta y la raza. Si tenemos que ir narrando uno a uno los seis astados de Daniel Ruiz podemos decir que los lotes han sido parejos, en el sentido que cada torero se ha enfrentado a un toro que le ha dejado mostrar su toreo, y otro con el que ha tenido que pelear y exprimir para poder sacar sustancia.

Seis orejas se paseaban por la Plaza de Toros de Ciudad Real. Seis orejas que pueden ser discutidas o no. Vuelvo a repetir, según desde el prisma por el que se mire. Pero si el aficionado pide oreja, a la presidencia no le queda otra, que atender esa petición. Por ello Juli en su primero no ha tocado pelo, puesto que poco ha podido hacer con el ejemplar que le ha tocado en suerte. Sin embargo, su poderío ha llegado en el cuarto, ese toro no se le ha escapado, máxime después de cómo venían arreando sus compañeros de terna. Aunque con el capote se ha ido inédito, lo bueno ha llegado con la muleta, donde el poderío de Julián se ha visto una tarde más. Grande este torero que se crece y hace que el aficionado disfrute con sus faenas, como así ha pasado esta tarde. Dos orejas de colofón tras su importante faena.

Los principios siempre son fríos, cuesta que la gente entre y mucho más cuando el toro no acompaña, pero ya en el segundo la cosa ha cambiado, ha llegado Manzanares y ha compuesto una faena en la que quien no vibraba era porque no tenía ese sentimiento en ese momento, pero nadie puede negar que el empaque y las tandas cosidas a su muleta no fueron del gusto del respetable. Lástima que no matara a la primera para desorejar a su enemigo. Una oreja paseo que con la del quinto consiguió salir a hombros. Del quinto destacar la estocada que le faltó en su primero, y simplemente por la rúbrica mereció ese premio.

Si de raza tenemos que hablar, lo haremos con un nombre propio: Cayetano. Este torero puso toda la raza que lleva dentro. Se hincó de rodillas para recibirlo con una larga cambiada y continuar a la verónica a pies juntos, eso encandiló al respetable. Lo que terminó de conquistarlo fue agarrado a la barrera comenzar la faena para dibujar sobre el albero una composición en el que los tiempos, la cadencia y el empaque fueron la sintonía perfecta junto a la estocada para conseguir dos orejas. Del sexto, decir que estuvo en torero puesto que no tenía material. Aún así consiguió tandas brillantes.

Ficha técnica

Se iniciaba la primera de Feria con tres cuartos de entrada y una corrida de Daniel Ruiz con juego desigual y de presentación regular.

El Juli, ovación con saludos y dos orejas

Manzanares, oreja y oreja

Cayetano, dos orejas y ovación con saludos.

 

Fotogalería: Raquel Montero

 

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