PACO DELGADO

Lo impensable

Un día como hoy pero de hace cien años murió un torero revolucionario, Joselito El Gallo, que luchó para que la fiesta cambiase a mejor. Paco Delgado le hace un bonito homenaje en estas líneas
sábado, 16 de mayo de 2020 · 09:43

El menor de los Gallo, niño prodigio y torero que encandiló y deslumbró tanto en su etapa como novillero como en sus ocho años de matador, fue tenido por muchos -y lo sigue siendo para otros no pocos-como el precursor del toreo moderno. Significó un antes y un después en la lidia, dejando su impronta y marca en todas las grandes figuras que tras él lo fueron y siendo su muerte, impensable en su día, una tragedia que afectó a toda España y dejó sin rumbo al mundo de los toros.

Cuando decidió tomar la alternativa, su hermano Rafael no aceptó en principio cargar con aquella responsabilidad y se reúne en casa de don Eduardo Miura con Felipe de Pablo Romero, para determinar entre los tres si conviene o no tal circunstancia. En el ánimo de todos pesaba que José fuera todavía apenas un niño... Mientras tanto estaba en su casa Joselito, paseando nervioso... y esperando con impaciencia el final de esta reunión. Al ver que tardaban, entró súbitamente en la cocina, cogió un cuchillo y acercándose a su madre, le dijo, furioso:

-Mamá, como decidan que no tome la alternativa, me mato.

La enorme capacidad de Joselito le convirtió, casi desde el mismo instante de tomar la alternativa, en la gran referencia del momento y la figura indiscutible del toreo no sólo de su tiempo.

Toreó más que nadie. En 1912 y tras su alternativa, el 28 de septiembre, tomó parte aún en 14 corridas y tuvo desde el primer momento la consideración de primerísima figura. 80 actuaciones hizo en 1913 y 75 en 1914, perdiendo aquel año otras 36 debido a los percances sufridos. En 1915 ya pasó de los cien contratos, 105, algo que haría también en los dos años siguientes -105 en 1916 y 103 en 1917-, no llegando a esa cantidad en 1918, para cuya campaña tenía ajustados 11 contratos pero sólo intervino en 81 festejos debido a cogidas y enfermedad. 91 fueron las corridas toreadas en 1919, a las que hay que sumar las 11 en que actuó en Perú, en la que fue su única campaña americana, y 20 las que toreó en 1920 hasta el fatídico 16 de mayo. En total fueron 681 corridas toreadas en las que mató 1569 toros.

Le pudo a los toros más que cualquier otro torero hasta que sucedió lo que nadie podía imaginar: que le matese un toro.

Tras su gira peruana en el invierno de 1919 y 1920, abríó la temporada en Valencia. Llegaba de Écija, en cuya plaza había actuado los días 9 y 10 de mayo. En el coso de Monleón lo hizo el 13 de aquel mes de mayo de 1920 que entonces nada hacía presagiar que fuese trágico. Luego iría a Madrid y después a Talavera, para torear mano a mano con su cuñado Ignacio Sánchez Mejías. Fue el 16 de mayo de 1920, en una corrida organizada por unos amigos del menor de los Gallo, que pidió ser incorporado a última hora en el cartel (había roto un contrato en Madrid, ya que le habían pitado el día antes). Toreaba en un mano a mano con su cuñado Ignacio Sánchez Mejías. Bailador, marcado con número 7, el quinto de la tarde, era pequeño y bronco. Se dice que también burriciego, con visión defectuosa, veía de lejos pero no de cerca, que se arrancó de improviso o que quizá perdió de vista a los caballos. Se cuenta que Joselito se descuidó un momento mientras arreglaba la muleta, Bailador no siguió el engaño, enganchó al torero y lo lanzó al suelo y le corneó en el vientre, ocasionándole la muerte. Circularon muchas leyendas acerca de cómo se produjo la cogida (que José fue al quite de su cuñado Sánchez Mejías y resbaló en la arena mojada o que fue como la del Espartero...), pero la versión más fiable es la de Corrochano, que estaba presente en la plaza y que asistió a la agonía del torero en la enfermería.

Gregorio Corrochano, espectador aquella trágica tarde, escribió sobre aquel desgraciado percance: "¿Qué es torear? Yo no lo sé. Creí que lo sabía Joselito y vi cómo le mató un toro”.

Se acabaron los toros, dijo El Guerra cuando se enteró.

 

 

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