CARLOS BUENO

Postureo antitaurino

El Tribunal Supremo confirmó hace unos días la condena a una concejala de Guanyar Catarroja, una de las ramificaciones de Podemos, por haber publicado en las redes sociales que era positivo el fallecimiento de Víctor Barrio, torero al que ella tildaba de asesino
martes, 9 de abril de 2019 · 08:41

El Tribunal Supremo confirmó hace unos días la condena a una concejala de Guanyar Catarroja, una de las ramificaciones de Podemos, por haber publicado en las redes sociales que era positivo el fallecimiento de Víctor Barrio, torero al que ella tildaba de asesino. Y a pesar de que la sentencia recalcaba que las redes sociales no pueden ser un subterfugio donde todo cabe y todo vale, la individua reincidió en su actitud y volvió a publicar que “lo peor es que los asesinos tengan cómplices”, refiriéndose a aquellos que han opinado que no debe continuar ostentando un cargo público.

Aunque la condenada quiera seguir con su acta de concejala, no es lógico que, alguien que ha cometido una ilegalidad manifiesta y se ha posicionado en contra de la vida de parte de sus semejantes sólo por tener diferente pensamiento al suyo, se mantenga en un puesto de representación cívica. No vale la excusa de que se trata de libertad de expresión porque no lo es. La libertad de expresión conlleva respeto, mientras que sus aberrantes declaraciones conllevan odio e injurias, o sea, un delito.

Entretanto Podemos continúa con su política antitaurina y azuza la crispación con su trasnochada propuesta de realizar un referéndum “toros sí, toros no”, imagino que tratando de alejar el foco mediático de otros temas realmente trascendentales de difícil solución. Su secretario general, Pablo Iglesias, sabe a la perfección que el Tribunal Supremo declaró ilegal el referéndum sobre los toros en San Sebastián y que antes habían ocurrido casos similares en Cataluña, Villena y Baleares. Por lo tanto, seguir con la misma cantinela es improcedente y sólo sirve para perder el tiempo. Pablo Iglesias busca subir la cota de populismo barato haciendo creer que es sensible al maltrato animal mientras afirma que azotaría a Mariló Montero hasta que sangrase. Incongruente, inaceptable.

Y sólo en esa línea populachera se entendería que haya vuelto a pedir que se dejen de subvencionar con dinero público las corridas de toros, algo totalmente inútil porque esas subvenciones no existen, o que proponga prohibir la asistencia de niños a los toros por tratarse de algo “nocivo” para ellos, sandeces desmontadas por prestigiosos estudios psíquicos y que quedan demolidas con el ejemplo de la excelente salud mental de los aficionados al toreo a lo largo de los siglos, personajes de todos los estratos sociales, culturales y políticos a los que, de paso, Podemos insulta con sus declaraciones.

La última mentira que llega desde otra de las ramificaciones de Podemos lleva la firma de Hugo Martínez Abarca, miembro de la candidatura autonómica de Más Madrid con Íñigo Errejón y Manuela Carmena. El sujeto asegura que la campaña publicitaria de San Isidro está pagada con dinero público y esgrime como razón que la plaza de Las Ventas es propiedad de la Comunidad de Madrid. El mentiroso, como diputado que es, sabe que la Comunidad no paga sino que recauda, pues la empresa le ingresa un canon anual de 2,8 millones de euros y, por supuesto, la publicidad la paga de su bolsillo. Así que la mentira se convierte en perjurio, injuria, calumnia, y se debería denunciar y condenar como ha sucedido con la concejala de Catarroja.

La Constitución ampara a la tauromaquia como un patrimonio que debe ser protegido por parte de los poderes públicos en todo el territorio nacional. El Tribunal Supremo recuerda que se trata de una expresión inexorable de nuestra cultura cuya defensa y promoción compete al Estado. Es decir, ni las Comunidades Autónomas ni los Ayuntamientos pueden prohibirla porque atenta contra los derechos democráticos y va en contra de la libertad.

No acabo de entender por qué algunos políticos, que prometieron sus cargos sobre la Constitución, se empeñan en hacer una cruzada contra los toros a sabiendas de que pueden incurrir en un delito ¿Postureo para captar votos? Es más que probable, pero que analicen que muchos de ellos podrían ser juzgados y condenados, como ya está ocurriendo; que piensen que el efecto boomerang puede volverse en contra; que pueden perder más que ganar, y que en democracia sólo vale el respeto a las libertades. Los toros son libertad del pueblo.

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