CAPOTAZO LARGO

Por un recibo y una firma

Por Carlos Bueno
martes, 11 de febrero de 2025 · 06:56

A los damnificados por la DANA nos ha tocado lidiar con el farragoso papeleo; documentación interminable que nos reclamaban las Administraciones y el Consorcio, entre ella, el recibo del banco que acreditaba el pago de la cuota del seguro. No bastaba con presentar la póliza en vigor, sino que había que aportar el cargo en la libreta bancaria. Y, a fuerza de teclear en las webs y aplicaciones de las entidades financieras, algunos nos hemos convertido en expertos sabuesos cibernéticos capaces de encontrar cualquier comprobante y presentarlo a tiempo.

La organización de la feria de Valdemorillo también requería a las Escuelas Taurinas que iban a participar en la clase práctica que inauguraba su ciclo, que aportaran el recibo del banco que certificaba el pago de la cuota del seguro pertinente para permitir que los alumnos realizaran el paseíllo. A pesar de que todo estaba en regla, la de Valencia no lo presentó. El lunes, el director de la Escuela lo solicitó al departamento de Administración de la Diputación, pero ningún funcionario lo entregó ese día. Lo reclamó el martes, y nada. Insistió el miércoles, y tampoco. Y el jueves, el alumno Hugo Masiá se quedó sin actuar en el primer serial de la temporada. Al funcionario no le importó la ilusión rota de Hugo, ni el esfuerzo del director del centro por colocarlo en Valdemorillo. ¡Con lo fácil que es ese trámite para un damnificado por la DANA! En fin, falta de sensibilidad y de afición.

La misma Escuela de Valencia, tenía previstos para el viernes y el fin de semana una serie de tentaderos, y apalabrado con OneToro un reportaje sobre el centro taurómaco que la plataforma televisiva iba a realizar en una ganadería. Para que alumnos y profesores puedan viajar, se debe rellenar un modelo de instancia que debe ir firmado por el diputado del área. Como, desde la anterior legislatura, Valencia no tiene diputado de Asuntos Taurinos, ya que dependen directamente de Presidencia, era el jefe de gabinete quien autorizaba las salidas. Pero ahora ese cargo ha cambiado de persona, y el responsable actual ha dicho que él no firma, que no es diputado y no tiene por qué hacerlo. Tampoco lo ha hecho el presidente de organismo, quien se ha limitado a asegurar que la próxima semana se arreglará todo.

Habrá que esperar que así suceda, que pronto se solucione el problema cambiando el recuadro donde pone “firma del diputado” por “firma del responsable”. Pero, de momento, los alumnos se han quedado sin tentaderos y la Escuela sin reportaje, y Valencia ha dado una imagen nefasta ante los ganaderos que habían preparado los animales para tentar y con la televisión que había dispuesto un equipo de seis profesionales para realizar el trabajo. En fin, más falta de sensibilidad y de afición.

Y, por si fuera poco en la Valencia taurina, la cadena televisiva autonómica sigue vetando los toros. Ni rastro de alguna modalidad de la calle a pesar de ser la cuna de los festejos populares, de los que se realizan más de 8.650 cada año; ni rastro a pesar de que el Bou al Carrer sale en más de 260 pueblos valencianos; ni rastro de una retransmisión de un festejo de Fallas, o de Julio, o de Magdalena, o de Hogueras, o de Algemesí, o de Bocairent… Ni rastro de la despedida que Ponce, uno de los personajes valencianos más importantes de los últimos años, protagonizó en Valencia y después en México. ¿Más falta de sensibilidad y de afición? Sinceramente, con el Partido Popular en el gobierno regional nadie podía pensar que todo esto sucedería.

 

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