Un camino más Justo

Se había convertido en el torero revelación de la temporada 2018, olvidado durante años, condenado al ostracismo más severo tras más de once años de alternativa. Algún festejo en su Cáceres natal, lejos de los focos y las luces mediáticas, matando lo que le echaran, alejado de los puestos nobles del escalafón. Tras los años de novillero, época de vacas gordas, rematados con la brillante alternativa de la mano de Talavante y Cayetano, llegó el silencio de un teléfono que dejó de sonar. Travesía del desierto por las Américas y Francia, muchos jóvenes aficionados incluso desconocían quién era Emilio de Justo, figura de un loco que aún, con más de treinta años busca un sueño imposible.

Pero algo cambió este año con el apoderamiento de Alberto García, de Tauroemoción. Un apuesta importante para dar el aldabonazo definitivo. Años de sacrificio que pedían a gritos un golpe de timón de un matador de toros con condiciones de sobra para triunfar. La fórmula estaba destinada a dar réditos rápidamente y estos llegaron en forma de grandes tardes de toreo y premios en plazas de relumbrón. Vistalegre, Madrid, Burgos, Pamplona, Azpeitia, Valladolid, y por supuesto Francia, confirmando alternativa en Nimes, Arles, Dax... camino de un mes de septiembre agridulce, por la muerte de su padre el mismo que día que resultaba cogido gravemente en Mont de Marsan por un astado de su querido Victorino Martín.

Peligró hasta ayer mañana su participación en esta feria de Otoño que le ha coronado definitivamente con una emotiva puerta grande tras cortar dos orejas a dos toros de El Puerto de San Lorenzo y una estocada al primero que quizá sea la del año, con las carnes de la herida aún abiertas. El del toro es un mundo lleno de contradicciones, capaz de darte y quitarte de un muletazo a otro, lleno de injusticias, plagado de historias épicas y de carreras frustradas. La historia de lucha y persistencia de Emilio de Justo quizá sirva de ejemplo a todos aquellos aprendices de figura que buscan alcanzar el éxito por el camino más corto y olvidando con prontitud de donde vienen. Hay otro camino para conseguirlo, un camino mucho más Justo.