MANUEL VIERA

Dos talentos sevillanos en Las Ventas

El próximo Domingo de Resurrección en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid será tarde reveladora de las inquietudes de dos talentos sevillanos
miércoles, 20 de febrero de 2019 · 06:50

Es raro encontrar en jóvenes matadores de toros una mezcla tan bien realizada de clarividencia, de lidia moldeada con eficaz naturalidad y valor añadido al mismo tiempo. Una de esas realidades que han de marcar el mañana. Si el mañana les llega, claro. Lo suyo no es más que ese toreo soñado, extraordinario y emocionante. Pero los deseos acaban, la mayoría de las veces en la impotencia del olvido, mientras algunos siguen ganando el presente a costa de que otros pierdan el futuro.

El próximo Domingo de Resurrección en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid será tarde reveladora de las inquietudes de dos talentos sevillanos. Las que siempre acompañarán a sus formas de decir el toreo. A su manera de sentirlo y hacerlo. El inconfundible tono de ambas formas, cuya tremenda calidad y perfección artística supera de manera desconcertante a muchos de los que gozan de excesivos privilegios, mantiene viva la esperanza a quienes esperamos pacientemente la hora del relevo.

Llama la atención que esta naciente generación de buenos toreros no constituya el auténtico motor para el futuro de la Fiesta. De esta Fiesta que nos sitúa ante la cuestión de lo paradójico: la hartible presencia de protegidos veteranos, cada vez con menos aporte al toreo, y la escasa comparecencia de nuevos toreros que, tras despertar del sueño con sonados triunfos en los ruedos de las dos primeras plazas de toros de España, insisten con Madrid para acercarse otra vez a la realidad de sus respectivas tauromaquias. Tal vez porque quien gestiona Las Ventas no quiere historias inconclusas, y sí romper la continuidad anodina de la generalidad de un vetusto escalafón de matadores, dando continuidad a los instantes fugaces de emotivas tardes detenidas en el tiempo de dos jóvenes con marchamo de calidad.

En definitiva, dos incipientes toreros volverán a pisar el ruedo venteño en la emblemática tarde de Resurrección para llevar la lidia al límite de las emociones reflejando, en sus correspondientes conceptos, la aptitud para expresar arte. Dos sevillanos llenos de posibilidades futuras. Juan Ortega y Pablo Aguado obedecen a la necesidad de sustituir, de reemplazar. Que nadie les desvíe del camino.   

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