MANUEL VIERA

Un sueño roto

miércoles, 8 de enero de 2020 · 06:20

La plaza de toros de Espartinas ha pasado de ser una ilusión a una desesperanza. Un sueño roto. Una debacle. O, quizá, algo peor: Ni fu ni fa. Porque a los regidores actuales del pueblo sevillano (PSOE – IU-Adelante), la plaza, parece importarles un pito. De ahí la dejadez. Su total desinterés por unas instalaciones que en su día entusiasmaron a un pueblo orgulloso de un grande del toreo Hijo Predilecto de la ciudad que le vio nacer, Juan Antonio Ruiz “Espartaco”. Un figurón de época que preside inmortalizado en bronce la puerta principal de un coso abandonado a su suerte.

A raíz de las desoladoras fotografías, aparecidas en redes sociales, mostrando el destrozo consentido de parte del inmueble, un conocido y añoso aficionado, con importante currículo taurino en su haber, me reafirma, visto lo visto, el viejo argumento de “esto no tiene solución”. Quizá, porque ya no ve remedio para enderezar un camino que, tarde o temprano, conducirá al total olvido. Y es que la frustración ante una pésima gestión, desde el inicio de la exitosa inauguración del edificio taurino, encadenando errores durante los tres lustros de su existencia cometidos por los diferentes equipos de gobierno que tuvieron, y tienen, responsabilidades políticas en el asunto -PP, Ciudadanos y PSOE-, comienza a pesar como una losa en un municipio que ve como muy poco de lo ofrecido en aquel ilusionante proyecto de 2005 se ha cumplido y, sin embargo, mucho o todo se ha malogrado. No ha existido. Desaciertos, deudas, indicios de fraudes, después sobreseídos y archivados, empezaron a salpicar a dirigentes municipales con competencias en el devenir del moderno emplazamiento taurino.

Pese a lo sostenido por Cernuda, el viento del olvido, cuando sopla, no necesariamente mata, pero descalabra. Descalabrada situación la que padece la plaza de toros del aljarafe sevillano. Unos hechos sucedidos con demasiada aceleración que bien merecen urgente solución. Nada es determinante, pero sí es conveniente quitarse las orejeras y mirar a un lado y a otro para descubrir que la situación de la plaza de toros de Espartinas empieza a parecerse a la de otros pueblos de la provincia de Sevilla. Plazas que al día de hoy tienen cerradas sus puertas y la maleza oculta tendidos y ruedos. Plazas que parecen esperar su definitivo “apagón”.

 

Fotos: Manuel del Río

 

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Satisfacción
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Esperanza
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Bronca
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Indiferencia