PACO DELGADO

El movimiento se demuestra andando

jueves, 9 de enero de 2020 · 06:00

Comienza un nuevo año y con él lo hace, ahora enseguida, una nueva temporada. Y la primera noticia de este nuevo curso es que seguimos, que no es poco.

No están las cosas fáciles, ni mucho menos -y parece que la cosa pinta todavía peor…- pero, gracias a Dios, ánimos no faltan y uno tiene claro que hay que lidiar lo que salga.

Y para empezar el año hay que hacer la digestión de un sapo nada agradable: el adiós de Molés. El veterano periodista taurino Manolo Molés anunció hace unos días que abandona los micrófonos. Tras casi medio siglo, cuarenta y nueve años ininterrumpidos, al frente de la actualidad taurina en la Cadena SER, a través del programa Los Toros, esta ventana se cierra. No se sabe si alguien volverá a abrirla, pero, en cualquier caso, no deja de ser ésta una baja muy significativa.

Y aunque la clase política, unos más que otros, se ha empeñado también en amargarnos el día de Reyes, prometiéndonos más carbón que otra cosa, la ilusión permanece. Pese  a que sigan llegando rumores bastante pesimistas -ahora parece que El País, perteneciente también a la misma empresa propietaria de la Cadena SER, se cuestiona la oportunidad de seguir ofreciendo información taurina en sus páginas- no hay que tirar la toalla. Quien aguanta, gana. Como decía Disraeli, aunque estemos preparados para lo peor, hay que esperar siempre lo mejor.

Y lo mejor, aunque es en los despachos donde se ubica el motor del negocio, tiene que verse en el ruedo. Cuando empiezan a sonar, tímidamente, nombres, esquemas y apuntes sobre las primeras ferias del año, para la gente sería un extraordinario bálsamo -a la vez que un estímulo a todos los niveles- ir comprobando que no se sigue limitando todo a cumplir el expediente y pasar el trámite sin más. Hace falta buscar fórmulas imaginativas, atractivas y, sobre todo, que tengan tirón no ya entre los aficionados -que ya se sabe que están por la labor y a favor de obra-, sino al público, en su acepción más amplia. Y aunque la pasada temporada no fue mala en cuanto a asistencia, hay que seguir trabajando, y mucho, y duro, y con ganas, para que el dato mejore sustancialmente.

Sin embargo, y cual pescadilla que se muerde la cola, el que no haya altavoces, o no, al menos, los suficientes, en los que se difunda la fiesta es un punto en contra muy difícil de contrarrestar. Y aquí es donde la FTL, la Fundación del Toro de Lidia, tendría que poner toda la carne en el asador y trabajar de firme, y mucho, y duro, y con ganas, para que los principales medios de comunicación, y especialmente las televisiones, diesen cabida al espectáculo taurino, ahora fuera por cuestiones ideológicas fundamentalmente.

Y si se quiere que esto no se acabe muriendo por sí solo, por inanición pero también, y esto es grave, por inacción, no hay más remedio que tirar para adelante. Recordemos que el arte es el perpetuo movimiento de la ilusión, que cantó Dylan, y que, como Nelson Mandela no se cansó de repetir, tus aspiraciones y sacrificios sean para satisfacer tus anhelos y no para disimular tus miedos.

Así que, Dios mediante, desde ya se inicia una nueva faena que esperamos supere a la de 2019.

De momento, la primera gran cita es el día 23 de enero, en Valencia, cuando presentaremos los nuevos libros de Avance Taurino. Será en el Casino de Agricultura y ese acto servirá de homenaje a Julián García, que este año cumple medio siglo como matador de alternativa.

Una modesta aportación, claro está, pero todo grano hace granero y muchos pocos hacen un mucho. Llega un momento en que sobran las palabras y hay que pasar a los hechos. El movimiento se demuestra andando. Diógenes, además de cínico, era grande.


 

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