Adiós, Manolo, adiós

Se llamaba Manuel, tan sólo se ha vestido de corto, no ha sido torero, aunque sí ha podido presumir de ser un buen aficionado, de los mejores que hemos tenido. Aparte de un historiador, en lo que acontece a la tauromaquia en la provincia. Años se ha tirado investigando para poder publicar varios libros sobre ello. Dejando un legado importante para los aficionados.

A lo largo de los años se ha sabido ganar el cariño y afecto de todos los que lo conocían. Se ha ido a lo grande, como era él, una persona de una calidad extraordinaria, que siempre ha sabido estar en su lugar, sin buscar el protagonismo, y digo a lo grande porque su fecha no se nos olvidará a los aficionados taurinos, ya que ha querido coincidir con la de Manolete. Otro Manuel que hizo historia en el torero. A ese se lo llevó un toro llamado “Islero”, pero al ‘nuestro’ se lo ha llevado el toro negro del cáncer. Ese toro traicionero que va engullendo al que hiere, lo va debilitando y haciendo mella hasta en la persona más positiva que pueda encontrar.

Su gran afición y pasión por el mundo de los toros le hizo acudir a cada evento taurino que se celebrara en su ciudad natal, a pesar de que la quimio lo dejaba hecho polvo. El simple hecho de escuchar hablar de toros le imprimía esa inyección de energía que necesitaba para seguir con su lucha particular. El último acto en el que se le pudo ver, fue el pasado 21 de junio en el Antiguo Casino, con motivo de la presentación de los carteles taurinos de la Feria de la Virgen del Prado. Después no pudo asistir el día 13 de agosto, al pregón taurino, ahí ya se estaba empleando más a fondo con el toro que le había tocado en suerte. Aunque nunca llegó a ponerse delante de uno, por ese miedo que le acompañaba en forma de amigo invisible, en esta ocasión no ha tenido más remedio que echar la pata pa’lante y lidiarlo como mejor ha podido. De nada le ha servido querer torearlo con mimo, hacerle los pases más bonito y jamás visto, puesto que esos se sueñan. Ese toro negro no quería atender a la muleta de Manolo, se salía suelto. 

Ese hueco que deja en la familia del toro y por ende, en la suya propia, va a ser muy difícil de reemplazar. Siempre se le recordará. No habrá pensamiento que no esté relacionado con él y se le llorará en silencio. Hay muertes que duelen más que otras. El por qué es muy difícil de explicar. En concreto, ésta duele en el alma. Esta mañana Ciudad Real se ha despertado con la triste noticia. Un quejio roto se ha sentido en la provincia. Quejio que quiebra corazones. Quejio que llega hasta el cielo con un lamento por la pérdida del hijo, del esposo, del padre, del abuelo, del primo, del amigo y por ende, del aficionado taurino.

Ay, Manolo, hoy no puedes pasar Plaza Mayor para ver en el tablón las esquelas. Hoy otros lo habrán hecho por ti, y habrán descubierto que es la tuya la que aparece en ese tablón. Tu ciudad y la afición taurina llora hoy tu pérdida. El cielo también ha llorado ante tan triste pérdida. El tendido 7 de tu querida plaza ya te echó de menos durante toda la Feria, y lo seguirá haciendo en las venideras. Las conferencias taurinas de tu segunda casa, El Ateneo Taurino, donde fuiste presidente y ahora ejercías la vicepresidencia, este año serán diferentes, no estarás en primera fila coordinando todo. Dejas solo en esta andadura a tu primo-amigo-confidente. Este año Antonio no podrá contar con tus diseños en el cartel de las conferencias, ni en los de las tertulias taurinas de la Feria. No volveremos a escuchar tus bromas. Ni volveré a escuchar esa manera tan cariñosa cuando me decías: “Niña, tu sabías…”

Qué pena, que a partir de ahora te convertirás en historiador allí arriba. Tienes buena hemeroteca de la que tirar, los tienes allí presentes, a todos los grandes. Te contarán mil historias que tú, con tu ágil pluma plasmarás en ese libro que los mortales no podremos leer por no tener acceso. Cuánto vamos a echar de menos que sigas escribiendo ese Historial Taurino Manchego que tanto te ha costado publicar y que al final, para tu satisfacción se vio convertido en realidad tu sueño. No como te hubiera gustado a ti, pero sí para repartir y compartir un poco de tu sabiduría con el resto de los aficionados. La Historia Taurina de Ciudad Real no se ha podido topar con mejor historiador que tú.

Que poco te costaba compartir tu sabiduría. Nunca olvidará aquel año, en el que en un tentadero en Víctor y Marín me comentaste que las vacas que mueven mucho las orejas en la salida, antes de arrancarse al caballo, no embisten. Qué razón llevabas. Cada año lo rememoraba, tus palabras se repetían en mi memoriza y no fallaban.

Tan sólo queda darte las gracias por la gran persona que eras, por el legado tan grande que nos has dejado a los aficionados, por tu sentido del humor, por esos chistes que nos alegraban los ratos que compartíamos en las horas de carretera cuando íbamos a alguna localidad a ver algún festejo taurino. Recuerdos que permanecerán eternos en la memoria. Brindaremos al cielo por ti. Que te cuiden allí arriba, por sino lo saben llega una de las personas más afables que ha dado Ciudad Real. Uno de nuestros pregoneros taurinos con más carismas que en 2013 nos sorprendió vestido de corto para dar un magnífico pregón y terminar pregonando, como lo hicieran antaño, nuestra Feria taurina. Descansa en paz, Manolo.

Desde Burladero.tv queremos mandar nuestro más sentido pésame a su familia y al Ateneo Taurino Manchego.

Para los que no conocía a Manolo Hervás Casado decir que era un aficionado de Pro, fue presidente del Ateneo Taurino Manchego y sobre todo, un historiador nato en cuanto a la historia taurina de nuestra provincia. Se ha dedicado a investigar sobre todos los festejos que se han dado en nuestra Plaza, sobre todos los toreros que ha dado la tierra, ya sean de oro como de plata e incluso picadores. Un gran aficionado que siempre ha sabido estar en su sitio y muy respetado en el mundo taurino.