ARTÍCULO

Presidente de la UCTL alerta sobre el "exceso de oferta" en el campo bravo

jueves, 12 de noviembre de 2020 · 07:30

En un contexto de pandemia, el Gobierno de España y las CCAA han establecido una serie de medidas sanitarias en diversas actividades para evitar la propagación del virus. En el sector taurino, se han suspendido el 86 % de los festejos en las plazas y casi la totalidad de los encierros y las fiestas con toros en las calles.

La crisis sanitaria puede implicar un coste que rondará los 100 millones de euros al sector de la ganadería de bravo y el sacrificio de unos 12.000 animales en 2020. Por ello, Antonio Bañuelos, ganadero y presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), ha manifestado la preocupación del sector.

Desde hace mucho tiempo, el sector taurino sufre ataques indiscriminados del animalismo y restricciones para continuar con sus funciones. Así que se ha venido desarrollando un movimiento de unión denominado La Gira de Reconstrucción de la tauromaquia, gracias al apoyo de la Fundación Toro de Lidia (FTL).

Sin embargo, Antonio Bañuelos cree que “tiene que haber una sola voz y un grupo fuerte” frente a “las instituciones y Bruselas” y que se “calcule la cabaña de bravo que tiene que haber para 2021.

“Si no se regula se puede producir una saturación entre la oferta y la demanda”. Pues, “se tenían que haber lidiado a fecha de hoy cerca de 8.000 toros” y si lo sumamos a “los festejos populares serían 10.000”. No obstante la cifra según el presidente de la UCTL no debe llegar a 100.

“Si no se autorregula cada ganadero, se puede acumular el stock para el año que viene”. Debido a la pandemia, el valor de la carne de toro de lidia ha caído considerablemente, ya que “la hostelería está parada”, y en los mataderos “ya no pueden recibir reses”.

“Es muy triste y muy duro para el mayoral, el vaquero y el ganadero embarcar destino del matadero reses que se han criado como ningún animal”. El coste de producción de cada toro está entre los 3.500 y 5.000 euros. No hay ningún animal que se críe como el toro de lidia”, agregó Bañuelos.

La producción rumiante es una fuente importante de alimentos para el consumo humano. En 2006, la UE prohibió el uso de antibióticos como promotores del crecimiento. Entonces, se desarrollaron numerosos trabajos para optimizar la eficiencia productiva de los rumiantes. Entre ellos, la modificación de la fermentación ruminal usando extractos vegetales y probióticos. Las bacterias utilizadas como aditivos probióticos pertenecen a los géneros Lactobacillus y Entorocccus.

El hombre ha utilizado probióticos desde tiempos inmemorables como tratamiento para una serie de patologías. Por ejemplo, los Lactobacillus están asociados con la regulación del funcionamiento intestinal. Concretamente, el Lactobacillus rhamnosus se utiliza para tratar enfermedades gastrointestinales relacionadas con el uso indiscriminado de medicamentos. La única aplicación actualmente confirmada para el lactobacillus rhamnosus es el tratamiento de la diarrea asociada al uso de antibióticos. 

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