Navas del Rey acoge el primer festejo con público

El Ayuntamiento de Navas del Rey (Madrid) celebró este pasado sábado el primer festejo taurino con público que se organiza en una plaza de toros española tras el confinamiento. Con motivo de la festividad local de San Antonio, el alcalde, Jaime Peral, hizo posible, garantizando todas las medidas de seguridad estipuladas (tanto de aforos como de distancias y medidas sanitarias) para que la tarde del sábado se diera un tentadero público en el que participaron los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Navas del Rey (ETNR).
La respuesta de los aficionados fue excepcional y prácticamente se copó el aforo permitido para esta fase 2 de la desescalada, de 400 personas. Todo ello en una tarde en la que la imagen del público con mascarillas en los tendidos no restó méritos a los verdaderos protagonistas, los alumnos de la Escuela Taurina.

Alumnos aventajados como el novillero Leandro Gutiérrez, a la espera esta temporada de su debut con picadores, fue el encargado de abrir cartel y demostrar el excepcional momento que atraviesa. Con gusto y clase realizó su faena a la segunda becerra otro novillero puntero de la Escuela, como es Javier Adán. Destacaron también Daniel Pérez intentando desplegar un toreo en vertical, clásico, más cómodo por el pitón izquierdo; Alvaro Serrano volvió a emocionar a los aficionados con su temple toreando al natural; y Javier Cano a pesar de la escasa fuerza del animal construyó tandas de bella factura.

La guinda a tan especial tarde la pusieron, toreando una añoja, los más pequeños de la Escuela: Aitana López, Javier Peral, Igor Notario, Eduardo Rozas y Miguel Barbosa. Todos ellos bajo la atenta mirada de sus maestros, el Matador de Toros, Alberto Aguilar y el Torero de Plata, David Adalid.

Una tarde para el recuerdo, que comenzaba con las palabras del presidente de la Escuela Taurina, Mariano Aliaga, instando a guardar un minuto de silencio en recuerdo de todos los fallecidos a causa del covid´19, y que finalizaba con los pequeños toreros a hombros, abriendo la puerta grande de la plaza y de algo más, de la esperanza a la celebración de próximos festejos taurinos esta complicada temporada.