GANADERÍA

El Campo Bravo español, arruinado y en terapia intensiva

El toro bravo acorralado y aculado
miércoles, 13 de enero de 2021 · 09:33

"A la ganadería cuando no le atacan los zorros o lobos, le viene una pandemia y no puede vender los productos, cuando no las bajas por saneamiento en accidentes o sacrificio por “positivos”, cuando no una nevada y es una tragedia por las bajas temperaturas y el elevado coste de la alimentación", eso manifestaba en sus redes el ganadero espańol Polo Saíz con una década como criador de bravo en la península.

Y es que al primer "corte" de la pandémia según el ganadero Don Carlos Núñez en la última entrevista que me concedió en el programa  “Entorilados” que  también por cierto quizás, la última como Presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia por ahí de inicios de mayo de 2020, la cabaña brava ibérica había perdido alrededor de 70 millones de euros debido al covid; en el último corte, en pleno otoño la friolera alcanzó los 100 millones de euros y contando, de acuerdo a Don Antonio Bañuelos su actual titular, entre otras cosas por haber dejado de lidiar más de 10 mil Reses bravas en diversos festejos de todo tipo.

 

HASTA EL ÚLTIMO CONTEO LAS PÉRDIDAS ECONÓMICAS EN ESPAÑA SON DE MÁS DE 100 MILLONES DE EUROS

Con la llegada del invierno, en el peor año en la historia del campo bravo espańol,  el sector logró algunos apoyos económicos, sin embargo con el reciente frente frío y llegada de nieve, para unos el más crudo en los últimos 75 años, para otros simplemente el peor, ha dejado en verdadero jaque a los ganaderos ante la imposibilidad siquiera no solo de adquirir alimentos los cuales por cierto andan por las nubes, sino poder darse paso entre la espesa nieve para poder al menos alimentar al ganado o brindarle cuidados veterinarios de urgencia, lo que además ha provocado, bajas en crías recién paridas o destetadas, ganado con edad, enfermo, etc.

 

NO TODO SON LAS  "BELLAS" POSTALES DE LOS TOROS NEVADOS

Con la subida de los insumos, en especial del pienso, los animales han depreciado más que nunca su valor , ya que ni siquiera el matadero parece reponer al cien por ciento su costo.

Las medidas aunque extremas parecieran no ser suficientes a pesar de que el número vientres se ha visto reducido entre un 30 y 50%; que hay ganaderías con el mínimo de ejemplares con riesgo inminente de desaparición, que el matadero ha dejado de ser opción al menos de recuperación integra del animal y ganancia para la manutención de los gastos fijos de la dehesa, en el olvido quedaron los gastos de los últimos cuatro años porque la bravura y la escrupulosa manutención de los animales ahora se paga a precio de carne y: solo queda por delante la hipoteca o la ruina.

La afición se agota, los medios también y las exigencias crecen; el campo bravo ibérico desde lo económico y ecológico vive una película de terror no rentable, sufrida en carne propia y en el bolsillo por los ganaderos que increíblemente  siguen de pie, tintos en sangre, casi agotados pero aún orgullosos, anteponiendo las necesidades e integridad de sus animales a las suyas propias.

Bien valdría la pena preguntarse entre náuseas: Y...¿los lobbies animalistas; los políticos oportunistas y los Antis...dónde están?

Ellos que tanto dicen defender a un animal, donde está ese tal “Peter” que conoce todo el mundo taurino con sus “heroicas proezas de tirarse” y toda esa hipocresía de bandera antitaurina que usan a costas del de las patas negras para recaudar miles de dólares en sus plataformas.

La realidad es que el ganadero es el que está en la trinchera de la guerra en la que se pone al toro por bandera, el que hace ahora surcos entre la nieve para en en un futuro haga surcos por la arena de los ruedos, esa que hace saltar de alegria, arrancando de largo ante el picador ¡uf! ¡qué emoción! , pero falta mucho por recorrer no se sabe cuánto tiempo será esta película pero si es seguro que el taurino estará ahí en la trinchera de guerra.

 

LOS GANADEROS LUCHAN EN TRES GUERRAS

Los ganaderos luchan en tres guerras, la de la terrorífica pandemia, la de los políticos y antitaurinos oportunistas y la del invierno más cruel que se recuerde.

Ésto no había sucedido tan devastadoramente a lo que nos recuerda los dos casos, la guerra civil española y el ataque de las vacas locas.

Pero aquí la pregunta...acabando el invierno si lo logra resistir el campo bravo y sus propietarios; qué pasará en 2021? que pinta peor que el que acaba de concluir.

 

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