Adiós a un gran actor y a un gran aficionado a los toros

Enrique San Francisco falleció ayer lunes 1 de marzo a mediodía, a consecuencias de una neumonía bilateral (que no tenía que ver con la Covid) y que le llevo a ser internado en el Hospital Juan Carlos, a principios de Enero. Tenía 65 años y estaba de gira con su espectáculo “La penúltima”, que tuvo que interrumpir en Getxo por esos graves problemas de salud. El actor madrileño era muy aficionado a los toros y amigo de muchos diestros (especialmente de Francisco Rivera Ordóñez, quien le entrevistó en la sección que dirige en Espejo Público “Francisco y sus amigos”) a finales del pasado año. En el 2009 recibió el prestigioso premio Toros y Teatro, por su labor teatral.     

San Francisco había desarrollado una prolífica trayectoria como actor, iniciándose en los míticos “Estudio-1” de TVE.Y en la misma cadena series como “El pícaro” con Fernando Fernán Gómez (1975), o “Los ladrones van a la oficina”(que fue un exitazo en A-3, a principios de los noventa). En su haber figuran 70 películas y 30 obras de teatro. En esta última faceta decidió hacer lo que le proporcionaba más éxito: monólogos, sentado en un taburete, y con una taza de cerveza en la mano…Algunos de los títulos en este registro fueron “Francamente, la vida según San Francisco”, “La crisis, según San Francisco” y “Pasen y vean”…

Su salud fue precaria desde que en el 2002 tuvo un gravísimo accidente de moto, que precisó de 11 horas de operación. Pero la popularidad se acrecentó, al salir cada semana con la pierna enyesada y en silla de ruedas, en el programa de Tele 5 “Con Fuentes y cía”.

En el terreno cinematográfico participo en el denominado “cine quinqui” con títulos como “Colegas” (1980); “Navajeros” (81) y “El Pico”(83), dirigidas por Eloy de la Iglesia. Fue dirigido por cineastas prestigiosos como Manuel Gutiérrez Aragón, Javier Elorrieta, Berlanga en su última película “París Toumbuctó”; José Luis Cuerda (“Amanece que no es poco”), y otros tantos. Y uno de los títulos que protagonizó fue el curioso “Sentados, al borde de la mañana con los pies colgando” (en plena Transición: 1978). Estuvo nominado en dos ocasiones a los Premios Goya.

Hizo mucho teatro, como “Los ochenta son nuestros” (mítico título al principio de la década de ese número), o “El enfermo imaginario”, versión de Moliére. Volviendo a la pequeña pantalla, fue uno de los puntales de la longeva serie “Cuéntame como pasó” ( durante el perídodo 2001-2008), donde interpretaba a un camarero. También probó suerte en la radio junto a Pablo Motos en su programa “No somos nadie” de M-80.

En los últimos años pasó una serie de contratiempos económicos que le hicieron marchar de su domicilio, antes de que pudiera llegar el deshaucio, para pasar a vivir en un hotel. Sus pasadas adicciones a las drogas- hecho que reconocía- el aspecto desaliñado, y una vida presidida por la anarquía, le hacían acreedor a ser considerado un personaje extraño y estrafalario, pero al mismo tiempo tierno…Puede parecer premonitorio, pero las pasadas Navidades protagonizó el tradicional anuncio de Campofrío, y lo hacía vestido de “Guadaña”.En él hablaba con un personaje ya fallecido- Michael Robinson– así como con otros vivos: Andreu Buenafuente y Juan Echanove. D.E.P. a un gran actor, y persona.

Texto: J.R. Palomar