Que me pongan a ese fenómeno

Tras causar no poco revuelo por lo hecho en su presentación en Madrid, el novillero cordobés José Flores González “Camará”, enseguida se convirtió en la comidilla de los aficionados, que veían, o creían ver, en él a una nueva gran figura del toreo. Tanto creció la expectación a su alrededor que llegó a oídos del entonces indiscutible número uno, José Gómez Ortega, el gran Gallito, que lejos de sentir temor alguno por lo que pudiera afectarle la irrupción de ese nuevo diestro se ofreció a darle la alternativa. “Que me traigan a ese nuevo fenómeno”, dijo. 

Y dicho y hecho. El 21 de marzo de 1918 le dio en Madrid la alternativa, cediéndole la muerte del toro “Amargoso”, negro, de la ganadería de don José María Benjumea, estando de testigo Saleri II. Gallito acabó con el cuadro y con el fenómeno, que unas temporadas más tarde dejaba los ruedos para convertirse en apoderado de toreros. Y en ese campo sí que fue el mejor.