Se retira un torero

Dicen que los taurinos somos “bestias”, ”cromañones de cavernas”, “anacrónicos”, entre mil lindezas más de las que aguantamos, estoicamente, por cierto, en muchas ocasiones…Pero todo lo contrario, habla la ignorancia cuando nos “regalan” esos “piropos”, más bien todo lo contrario: adoramos y cuidamos a los animales más, que muchos de los que se refieren así a nosotros, fíjense que, tal llega a ser nuestro nivel de amor a los animales que, hasta queremos a esos especímenes de dos patas denominados homínidos, que no homo sapiens - para no dar lugar a confusiones-  que no piensan cómo nosotros ni comparten nuestros gustos. De hecho, me atrevería a afirmar que, todos los taurinos, tenemos al menos uno de esos ejemplares “adoptado” en nuestras vidas.

Bien, pues hoy en Las Ventas, se ha vivido un emotivo momento, de esos cargados de magia que pasan a la historia, y demostración de amor por un animal ante la despedida de “Nazarí”, caballo estrella de la cuadra de Diego Ventura. Todos los presentes aplaudían con un nudo en la garganta y, más de uno y de dos, con los ojillos emocionados, ante la retirada de un TORERO, así en mayúsculas, torero que nos tenía ganados a todos y que esperábamos su actuación en cada plaza, actuación que nunca decepcionaba y estaba inundada de una extraordinaria belleza, increíble ver la complicidad entre Ventura y Nazarí en acción, como ambos se fusionaban en uno solo ante el toro que tocara, sin duda pasará a la historia como uno de los mejores caballos de rejoneo del siglo XX y parte del XXI.

Pero cómo pasa con todos los toreros, llega ese momento que el aficionado nunca quiere: cortarse la coleta, en este caso, su retirada a una vida mejor y no, no porque muera (Dios quiera que viva muchísimos años más), si no porque va a vivir a cuerpo de rey, tendrá su propia parcela para disfrutar a gusto y campar a sus anchas…de vez en cuando, llegará una yegua con “ojillos golosones” a ligar con él, así sin más, sin app de ligoteos, ni match, ni crush, ni la mil chorradas más que se oyen ahora para ligar, entonces ¿va a vivir o no a cuerpo de rey?. Ahora, que vengan otra vez a decir que “los taurinos no amamos a los animales” así entre lloriqueos, a ver si cualquiera de ellos es capaz de dar y costear esa vidorra a un animal.

Para terminar, sólo decir: ¡Gracias por tanto Nazarí! y gracias Maestro Ventura, por habernos permitido disfrutar de tan grandioso torero.

¡Larga vida a Nazarí!