PANTALLAZOS

Capote mexicano

domingo, 21 de mayo de 2023 · 23:09

11ª de San Isidro. Tarde de alta tensión. De comienzo el linarense Adrián de Torres, cogido dos veces y el incierto primero la sobrecargaron de voltaje y adrenalina. La cosa transcurrió a piel de gallina, pues los astifinos y broncos fuenteymbros, cuatro bien cinqueños, fueron encarados más allá del deber por tres toreros decididos a todo.

Pero hablando de toreo y jaleo, el hidrocálido Leo Valadez, que se llevó el más bravo, lo justificó, puso la plaza en un puño y quizá hubiese roto el ayuno de Puerta Grande que el toreo mexicano tiene en Las Ventas desde hace 51 años, cuando Eloy Cavazos la logró por última vez.

De pronto lo hubiese roto, viendo como se había puesto el público a su favor. Mas, el sexto, con el cual ejecutó un espectacular quite de tres zapopinas y media que puso la plaza en píe y a todo volumen, y que los comentaristas televisivos candidatizaron de una como el de la feria. El sexto, decíamos, persiguiendo fiero a Curro Vivas tras el tercer par se estrelló como un tren contra la barrera, cayendo semi noqueado.

Se levantó, sí, pero maltrecho, ya no valía para el triunfo ni para nada.  Hasta ese instante Leo tenía todos los votos. Es que había sido protagonista toda la corrida. Con los toros propios y con los ajenos. Prodigándose en los quites: Por chicuelina con el segundo, por charrinas al tercero, por caleserinas al quinto y como ya dijimos por zapopinas al último. Todos vistosos, alegres, logrados, levantando gran alboroto, en homenaje a la gloriosa tradición capotera de su país. “Es que ya estamos aburridos de los mismos” comento jocoso al final.

Con la muleta, templado, ligado, lento, bajo, preciso, embarcó al encastado “Trasmallo”, por izquierda y por derecha cambiando de mano y girando en la cara para rematar las tandas. Cuando el tanque de la raza comenzó a marcar en rojo, él echó leña en el fogón con cuatro limpias manoletinas de rodillas y de frente, cerradas con un gran pase de pecho.

A la erizada cuna se tiró en el volapié frontal, saliendo cogido, pero dejando a cambio la estocada total arriba que rodó al toro y le ganó una ovación al arrastre. Premio este que había puesto en duda con su decaimiento final. La oreja fue de petición escandalosa y hasta querían otra. Bueno, tomando en cuenta las que ha dado don Eutimio en lo que va del mes ¿Por qué no?