La gran esperanza valenciana

Julio Aparici Pascual “Fabrilo” puede que sea el primer gran ídolo valenciano, la primera gran figura surgida en Valencia.

Nacido el 1 de noviembre de 1865 en el entonces municipio de Ruzafa, su buena mano para con los toros pronto le granjeó la admiración de los aficionados y le permitió una notable carrera novilleril que desembocó en la alternativa que le dio Antonio Carmona “Gordito” en Valencia en 1888 antes de emprender una gira por tierras americanas.

Al regresar se acordó su confirmación en Madrid, lo cual se llevó a efecto el 30 de mayo de 1889, cuando Frascuelo, en presencia de Mazzantini, le cedió la muerte del toro “Neblino” de MIura. Fabrilo, que actuó ataviado con un traje lila y oro, no estuvo afortunado a la hora de matar aunque la prensa alabó no poco su gran valor.

Toreó aquella campaña una docena de corridas, cuatro de ellas en Barcelona y otras tantas en Valencia, en donde era la gran ilusión de sus aficionados.