Albacete y su feria...

Albacete es sin duda una de las ferias más importantes en el calendario taurino. La más importante de las de segunda categoría. Pero de primera en muchos aspectos. En la ciudad manchega se respira tauromaquia por los cuatro costados, por historia, por afición, por que sigue siendo un referente y un vivero de toreros,  por la gran cantidad de profesionales taurinos que ella viven, porque se vive el toro, y es de las pocas ciudades que rezuma ambiente taurino por sus calles, se habla de toros, goza de tener colectivos taurinos que viven la fiesta con gran pasión. En sus parques se citan a diarios matadores, novilleros, banderilleros para ponerse a punto de preparación, por no hablar de la gran cantidad de chavales que en la ciudad de la cuchillería, sueñan con ser toreros. 

La Feria de Albacete, es la única que cuenta con un recinto construido para ello. Ya no solo es la feria de Albacete, sino la de la provincia, de la región, de España y casi del mundo. En tan solo un día es capaz de albergar casi medio millón de personas, siendo un auténtico sitio de encuentro social, pero también festivo, tradicional, lúdico, cultural, gastronómico, religioso y como no… Taurino. Su bella plaza de toros, inaugurada en 1917 con toros de Fernando Villalón en la que alternaron Gaona, Joselito El Gallo y Saleri II, luce imponente junto al recinto ferial, los grandes “Chicuelo II” y Dámaso González custodian su puerta grande con sus merecidas esculturas. La Feria manchega da un impacto económico importante a Albacete, como también su feria taurina.

Gustaron mucho los carteles que se presentaron en el bello Teatro Circo, otra auténtica belleza albaceteña, allá por el mes de Junio. Una feria equilibrada y con categoría, la que presentaron Simón Casas y Manuel Amador. 7 corridas de toros, 2 novilladas picadas, 1 corrida de rejones, de abono, siendo así el ciclo continuado más extenso tan sólo detrás de Madrid y Sevilla. Además fuera de abono, Novillada sin picadores, concurso de recortes, desencajonada con clase practica, y precios de abonos y entradas más que interesantes.

El colofón del abono 2023, no fue el deseado, la suspensión por lluvia de la corrida de Victorino Martin, en la que actuarían Manuel Escribano, Rubén  Pinar y Sergio Serrano, los dos últimos, triunfadores en ferias anteriores, en tardes para la historia con los toros de la A coronada. No pudo hacer el paseíllo otra de las ilusiones de la feria, Morante, por su “lesión”. Urdiales le sustituyó y dejó bellos pasajes de su toreo, en una corrida para olvidar de Cuvillo, pobre de todo y remendada con Luis Algarra, que hicieron que Manzanares y Talavante pasaran sin pena ni gloria. Tampoco pudo trenzar el paseíllo en Albacete en la primera de abono, Fernando Adrián, la primera feria que contó con él tras abrir la puerta grande de Madrid. Entró en su lugar Cristian Pérez, que año pasado salió a hombros de novillero y derrochó ganas, en una terna albaceteña en la que tocaron pelo Sergio Serrano y Jose F. Molina ante una seria corrida de Fuente Ymbro. El premio que concede Aprecu a la mejor estocada ha recaído sobre Molina.

Diego Ventura continuó su idilio con Albacete y salió a hombros en el festejo de rejones, Andy y Lea cortaron un trofeo cada uno. Como también salieron el día 12 por la puerta grande, Juan Leal y Miguel Ángel Perera, tras una gran faena del extremeño, a un toro de La Palmosilla, con una gran clase y humillación, dicha faena fue premiada por el ateneo como mejor faena. Poco pudo hacer Ginés Marín más allá de justificarse y dejar algún muletazo fiel a su tauromaquia.

El premio a la mejor corrida “Molino de Bravura”, para “La Quinta”. Con ella “El Cid” estuvo a gran nivel, con naturalidad, clasicismo, relajo y toreo largo, pinchó el triunfo, como Emilio de Justo que malogró dos grandes faenas con los estoques, premiada una de ella con el mejor toreo al natural por “Club de abonados de Albacete”. La corrida de “La Quinta” también acaparó los premios como toro más completo, por un lado al toro “Limonero” y el club de abonados de Albacete al toro “Coscojero”. Ambos fueron premiados con la vuelta al ruedo. Luque, hizo un esfuerzo por estar en “La Chata” pero no tuvo opciones de triunfo.

Muy interesante fue la corrida de Victoriano del Río, bien presentada y con un encierro interesante, y con dos toros que merecen sitio en el pódium de honor de la feria, Rufo se encontró con uno de ellos, y lo cuajó, realizando una gran faena, que puso al tendido en pie, maldita espada. Castella estuvo frío y no pasó de correcto, cortando una orejita. Emilio de Justo, base del abono con dos tardes, paseó una oreja y rozó la puerta grande, en una gran actuación del cacereño, un ruedo que siempre da buen bajío.

El plato fuerte de la feria, era el día 15, de hecho el único día que se colgó el cartel de “no hay billetes”. Los  toros de Daniel Ruiz, primer festejo en “su feria” sin el recordado ganadero. Aunque allí lo sentimos para ver a “su Juli”.

El madrileño, se despedía de Albacete, plaza importante en su carrera, cortó tres orejas, siendo declarado triunfador de la feria y premiado por la mejor faena de la feria por el Restaurante “El Callejón” ( un museo- restaurante), otro lugar mítico del Albacete Taurino. El maestro cuajó a un buen toro de Jandilla, que fue premiado con la vuelta al ruedo, cortando dos orejas. Otra cortaría del segundo de su lote, estando en maestro y dejando momentos para el recuerdo. Era su último encontronazo con la gran figura del momento, Roca Rey, el peruano le brindó un buen toro de Daniel Ruiz, y rindió honores a su ídolo, una de las faenas de su temporada, destacando tandas por ambos pitones rotundas, ceñidas, cargando la suerte, además de las pinceladas marca de la casa. Paco Ureña, cortó una oreja y perdió otra con por la espada, dejando su sello.

Capítulo aparte merecen las dos novilladas, pleno de novilleros actuantes a hombros. El valenciano Nek Romero y los que fueran alumnos de la escuela taurina de Albacete, gran trabajo llevan a cabo en ella los maestros Sergio Martínez y Gonzalo González como su preparador físico Víctor Zafrilla. 

Manuel Caballero, Alejandro Peñaranda, Francisco Mazo y Samuel Navalón demuestran que la cantera albaceteña es inagotable. Todos dieron una gran dimensión cada uno en su concepto y forma. El premio como mejor novillero ha sido para Navalón, que cortó tres apéndices en una gran tarde. El utrero  premiado como mejor novillo recayó en su lote “Venturoso” de Montealto al que le cortó las dos orejas. Aquí hay toreros.

En el aparato de cuadrillas, han destacado grandes toreros de plata como picadores. El premio al mejor subalterno, que otorga el Club de abonados, en esta edición  ha fallado para Jose Chacón, de la cuadrilla de Castella. En el apartado público, el ya mencionado “No hay Billetes” el día 15, un casi lleno el día 13, el resto de días buenas entradas oscilando entre los dos tercios y los tres cuartos de aforo.

Una gran feria en líneas generales, quizá se echó en falta a toreros artistas y tan especiales como Ortega o Aguado. Más si cabe con la baja de Morante.

Ya contamos los días para que de nuevo suenen los acordes  del “Pan y Toros” para un nuevo paseíllo en su edición 2024, pasodoble que se suena cada tarde a las 6 de la tarde, excepto la tarde del 11 se septiembre, como homenaje al gran Dámaso en su cumpleaños, que suena su pasodoble. Por cierto, que bien suena la “Unión Musical Ciudad de Albacete” con su director Alberto Nevado a la cabeza.

En un lugar de la Mancha, Albacete, se respira la tauromaquia por los cuatro costados.