TAL DÍA COMO HOY... 30 DE ENERO DE 1972
El otro rabo de su vida
En 1972, en plena feria de San Isidro, Sebastián Palomo “Linares” lograba uno de los mayores triunfos de su carrera y marcaba un hito en la Monumental madrileña al cortar un rabo al toro “Cigarrón” de Atanasio Fernández. Un trofeo que provocó una tremenda polémica y que marcó un antes y un después tanto en la trayectoria del diestro de Linares como en la historia del coso venteño. Pero unos meses antes Palomo ya había logrado un éxito tremendo en otra plaza monumental y de extraordinaria trascendencia: el coso de Insurgentes de la capital federal de Méjico. Fue el 30 de enero de 1972 y en tal fecha consiguió pasear el rabo del toro "Tenorio", de Garfias. Era el número 72 en la lista de estos trofeos concedidos en la Monumental mejicana desde que Silverio Pérez, el 16 de febrero de 1946, lo consiguiese tras acabar con “Barba Azul", de Torrecilla.
“Estas dos tardes en Madrid y Méjico han sido los dos hitos de mi carrera, tanto que hasta conservo aún los dos rabos en mi casa. Fue lo más grande de mi vida”, declaró el torero cuando se le homenajeó en Las Ventas al cumplirse 45 años de su logro.