Hasta Hellín hemos llegado

Fue el verdadero artífice de la explosión taurina en Albacete, su ciudad natal, que a mediados del siglo XX llegó a tener censados a más de 200 profesionales. Pedro Martínez “Pedrés” fue el gran ídolo local y la primera gran figura a nivel nacional que dio aquel lugar de La Mancha de cuyo nombre siempre quiero acordarme.

Nacido el 11 de febrero de 1931 debutó de luces el 2 de julio de 1950 en Albacete, y un año después tuvo lugar su debut con picadores, también en Albacete. La alternativa llegó en Valencia, el 12 de octubre de 1952, de manos de Litri, que tras aquel festejo se retiró por primera vez.

Y el primer día de octubre de 1965, tras haber toreado en la plaza de Hellín, dijó adiós a los ruedos. Aquel día se lidiaron cuatro toros de los hermanos Flores Cubero y dos de Francisco Galache y estuvo acompañado por Paco Camino y El Cordobés, a quien brindó la muerte de su último toro en activo. Pedrés cortó aquel día una oreja del primero y las dos y el rabo al cuarto, saliendo a hombros junto a sus compañeros de cartel. A partir de aquella fecha se dedicó a sus negocios ajenos al toro pero no olvidó su pasión y puso en marcha una ganadería que a día de hoy sigue lidiando.