El chico se hizo grande

Desde que, a los 15 años vio su primera corrida de toros al colarse en la plaza, despertando en él aquel espectáculo tal fascinación que le hizo acudir a la plaza de la carretera de Aragón cada vez que podía, no conformándose con presenciar los festejos celebrados sino que era uno de los asiduos que saltaban al ruedo a enfrentarse a los novillos que soltaban una vez finalizaba la función oficial.

Ataviado con su uniforme de trabajo, un amplio blusón azul, y una gorrilla, enseguida se le comenzó a conocer como “el chico de la blusa”. Y tras probarse en tentaderos y capeas, tomar parte en novilladas en pueblos y plazas de talanqueras, el 13 de febrero de 1898, hizo su presentación en Madrid, alternando con Félix Velasco y Antonio Olmedo “Valentín” en la lidia de reses de Bertólez, mostrándose hábil y acertado, siendo a partir de entonces muy solicitado por las empresas y toreando con frecuencia en la plaza de la capital. Hasta en nueve ocasiones hizo el paseíllo en la misma en 1902 antes de tomar la alternativa, lo que hizo el el 21 de septiembre de aquel año de manos de Luis Mazzantini, con el toro “Aldeano” de Veragua. El chico ya era grande.