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Santana Claros: El renacer de un torero y el objetivo de consolidar sueños
Hay un refrán que dice que “de todo lo malo sale algo bueno…”, esto, aplicable a cualquier ámbito de la vida, se aplica también, como no podía ser de otro modo, al toreo.
Pocas cosas hay peores para un torero, que verse incapacitado, que vivir en un continuo dolor físico que, de prolongarse en el tiempo, puede llegar a ser un desgarro del alma, que sí, que los médicos llamarían “depresión”, “trastorno anímico” o mil términos galenos más y, probablemente, no sin razón, pero que hablando en torero es eso: un desgarro en el alma, una herida que puede pesar más que el periodo de dolor físico, el de las secuelas de las heridas, el verte mermado para llevar a cabo eso que te corre por las venas y te pide tu cuerpo a gritos. Esa situación, puede llevar a engaños a tu propia mente y hacerte plantearte cuestiones como “¿hasta aquí he llegado?” "¿y tanto esfuerzo y sacrificio para esto?" O, en los mejores días, “¿se acordarán de mí cuando vuelva?” ”me acartelarán ¿verdad?, porque me lo gané con creces” porque en esos momentos, sólo permanecen a tu lado aquellos que realmente te aprecian y valoran, muchos, llamémosles “parásitos”, salen escopeteados para arrimarse a otro “sol que calienta más”, o eso creen ellos.
Esas dudas vitales, producto sin duda de no sentirte dueño de tu cuerpo, pueden ser más peligrosas que la lesión física en sí misma. Por suerte y, como decía antes, “de todo lo malo sale algo bueno” o, si lo prefieren “no hay mal que por bien no venga” y es que, te libras de los mencionados “parásitos”, aclaras tus objetivos y metas, poniendo en valor lo que realmente merece la pena y cargas las pilas para lograr lo que realmente quieres conseguir y ahí, justo en ese momento, es cuando eres consciente de que ahora no habrá quien te pare para obtenerlo y, que tú mismo no pararás hasta lograrlo.
Y ese es el momento al que ha llegado, tras un auténtico calvario físico, el torero malagueño Santana Claros. Ejemplo hecho persona de, como en un momento te cambia el rumbo de la vida, no necesariamente a mal, simplemente algo más “complicado”.
Vamos a ponernos en contexto: Tras mucho, muchísimo, trabajo detrás, trabajo del que no se ve ni se alardea, pues Antonio no es persona dada a exponer sus penas o lamentos, es de los que traga, aprieta los dientes y “pa´lante”, pero “sin llorar la pena o la lástima que para eso es torero”, parece llegar su momento y, tras un excelente paso por aquella, ya histórica, gira de reconstrucción de la “Fundación del Toro de Lidia”, disfrutar y, demostrar el magnífico momento que atravesaba (atraviesa), con una soberbia alternativa en La Malagueta, gracias a y, de mano del genio de la Puebla: D. José Antonio Morante, el 15 de Agosto de la pasada temporada. Esto lo hizo, arrastrando las secuelas que arrastraba de la fuerte cogida que sufrió en julio de 2022, en la plaza de toros francesa de Boujan-sur-Libron, siendo aún novillero.
Durante todo ese tiempo, el malagueño no interrumpió su actividad profesional, a pesar de los fuertes dolores que venía padeciendo. Finalmente, en febrero del presente año, apenas seis meses después de su alternativa, el 8 de febrero, Santana Claros era sometido a una artrodesis cervical anterior C4, C5 y C6; por la que se le fijaron estas tres vértebras, arreglando dos discos vertebrales con seis tornillos y una placa de titanio. Con esa operación se eliminaba la hernia discal que venía padeciendo; al tiempo que se arreglaba una operación antigua.
Seis meses, sólo seis meses separaban la cara y la cruz del toreo, la cara y la cruz de la vida
Hoy, gracias a Dios, la divina providencia, las buenas manos de los médicos o en lo que cada uno quiera creer, Santana de Claros ya está listo para la batalla, es decir, volver al ruedo, que a fin de cuentas es por lo que ha trabajado, luchado y pasado por todo este “dulce” calvario, para clavar los pies en el albero y dejar fluir todo lo que lleva dentro -intuyo que con más fuerza que nunca tras lo pasado-, como diría Roberto Brasero (sí, el del tiempo) “se avecina una borrasca que puede tornar en huracán llamado Santana Claros” pues ya, apenas dos meses y medio tras la complicada intervención, ha podido “probarse” tentando en Soto de la Fuente, donde ha constatado que se encuentra en todo lo alto para comenzar su temporada cargado de ilusiones y metas, así que tomen nota a quienes corresponda: que aquí hay un torero joven y dispuesto para ser tenido en cuenta en los carteles desde este mismo momento.