San Isidro como forma de vida

En tiempos donde nuestra realidad nos golpea con un estilo frenético de vida, la tauromaquia nos recuerda la importancia del temple, que para ver algo que nunca vayas a olvidar en tu vida tienes que estar muchas tardes calentando la piedra de las plazas y eso es lo que nos ofrece este San isidro 2024, con sus veintiocho festejos, en los que, en cualquier momento, puede salir ese toro bravo que siempre vas a recordar, esa faena inventada que te haga salir toreando de la plaza o ese instante de heroicidad que te ponga los vellos como escarpias.

A grandes rasgos se nos antoja una feria emocionante, una feria donde se buscará la consagración de ciertos toreros que vienen pisando fuerte, como son las tres tardes de Borja Jiménez, las dos de Juan Ortega o la insuficiente y solitaria tarde de Fernando Adrián, triunfador de San Isidro 2023.

Pero también tenemos una feria de disputas, ya que, tras una feria de abril donde se podría decir que quedaron en tablas, al salir los dos por la puerta del príncipe, la rivalidad Roca Rey – Daniel Luque, aterriza en la plaza más importante del mundo y es que los dos tendrán las mismas oportunidades, dos tardes para cada uno y que gane el mejor. Aunque sea de manera artificial, ya que como se deben solucionar las cosas es con un mano a mano entre los dos y no con vetos ni disputas en los despachos.

Hay que destacar, que en la feria más larga e importante, siembre hay huecos para las oportunidades, es lo que caracteriza y hace especial a Madrid y esta feria se me antoja decisiva para ciertos toreros que necesitan cuajar urgentemente a un toro en Las Ventas para seguir contando con el rédito y el cariño de la afición madrileña, esos toreros son maestros de la talla de Tomás Rufo, Ginés Marín, Leo Valadez, Fco de Manuel, Ángel Téllez, Isaac Fonseca, Gómez del Pilar o José Garrido, y, es que, de todos estos se espera mucho mas de lo ofrecido hasta ahora, todos tienen capacidades para cuajar un toro en Madrid, pero sea por lo que sea, Madrid pesa y se atraganta y más cuando ya has triunfado aquí y las cosas no salen, si no, que se lo digan a Rufo o de Manuel.

Para muchos aficionados, el mayor aliciente de una buena feria es el toro, el integro y el bravo, y esta feria, recupera algo que el año pasado no tenía y son esas corridas toristas que tienen en vilo durante toda la tarde, aunque hay que recordar a Plaza1 que no por añadir la semana torista que ya se quitó es justificación para no dar corridas de toros en Madrid durante el verano. Durante estas cinco semanas de maratón venteño tendremos ganaderías de la talla de Miura, Baltasar Ibán, la encastada Santiago Domecq, Pedraza de Yeltes, José Escolar, Victorino y Adolfo Martín. Siete tardes de ganaderías bravas donde seguro que pondrán la emoción a las alturas dignas de nuestra plaza.

Como ultimo análisis y obviando a esas figuras que sin motivo alguno tienen cuatro o tres tardes, me gustaría dejar en una clase especial al maestro de la Puebla. Morante tendrá tres tardes, lidiará el primer toro de la feria y si, de una vez por todas, la suerte le acompaña, podremos ver puro arte en su plaza. Porque si, Madrid es la plaza más morantista que yo he podido ver, no ha habido a ningún torero que se le haya esperado tanto en la vida, con razón o no, Las Ventas está como loca de que a Morante le salga un toro de su gusto y este le pueda cuajar diez capotazos y veinte muletazos, con eso bastará, no para abrir una puerta grande si no para entrar en la historia de la plaza de Madrid como el primer torero en cortar un rabo tras Palomo Linares en 1972 al toro “Cigarrón”.

Esto es Madrid y esto es San Isidro, una forma distinta de entender la vida, la magia reside en que, tras muchos años de afición, llegas a un día de comenzar otra feria más y estas con la misma ilusión que un niño al que sus padres le llevan por primera vez a ver los toros. Que dios reparte suerte y decida, ya que Él manda por encima de todas las cosas y él ha decidido que, hoy, miles de aficionados no podamos dormir soñando en toreo. Madrid espera.