Nace un grande

Los Reyes Magos llegaron con un día de retraso al hogar de los García, cuyo cabeza de familia era guarda mayor en la finca que los señores Terry tenían en la población gaditana de Puerto Real. Y por eso en ella, el 7 de enero de 1934, vino al mundo Juan García Jiménez, quien se haría famoso como torero y con el alias de Mondeño, un apodo que tiene su origen por ser su familia oriunda del pueblo malagueño de Monda, siendo conocidos como “los mondeños” cuando se instalaron en Puerto Real.

Tomó la alternativa en Sevilla, apadrinado por Antonio Ordóñez y con Manolo Vázquez de testigo, el 29 de marzo de 1959, con el toro “Cañamazo” de Moreno Guerra. La confirmó en Madrid el 17 de mayo de 1960 apadrinado por los mismos diestros y reses de Atanasio Fernández. Pese a sus triunfos en los ruedos, siempre tuvo una profunda vida espiritual y, en pleno apogeo de su carrera taurina, el 30 de agosto de 1964 ingresó como fraile en el noviciado dominico de Caleruega, en la provincia de Burgos, hecho que tuvo una gran repercusión social. Pero no le duró mucho su arrebato místico y dejó los hábitos un año más tarde para volver a su profesión, reapareciendo en marzo de 1966 en Lisboa, retirándose definitivamente en 1970 tras haber toreado en la plaza alicantina de Elda.