Jerez de la Frontera despide con solemnidad y emoción al maestro Rafael de Paula
La ciudad de Jerez de la Frontera ha vivido esta mañana una jornada marcada por la emoción, el respeto y la profunda gratitud hacia una de sus figuras más universales: Rafael de Paula, torero irrepetible, símbolo del arte y la personalidad que definen la tauromaquia más pura.
Desde muy temprano el Barrio de Santiago se llenó de silencios y murmullos emocionados. La Iglesia de Santiago, donde tantas veces resonó el eco del compás flamenco, abrió sus puertas a una multitud -Lleno hasta la bandera- que acudió a rendir el último adiós al maestro. Familiares, amigos, compañeros de profesión y numerosos aficionados jerezanos y de toda España quisieron acompañar a Rafael de Paula en su despedida.
La ceremonia religiosa, -el sacerdote afirmó en la homilia que: Jerez le debe un monumento a Paula- sencilla y sobrecogedora, estuvo presidida por un ambiente de respeto absoluto. En los primeros bancos se situaban los familiares directos del torero, visiblemente emocionados, arropados por un nutrido grupo de figuras del toreo, ganaderos, empresarios y artistas del mundo del flamenco, todos unidos en el recuerdo de un hombre que encarnó como pocos la verdad del arte.
Entre los presentes destacó la figura del maestro Curro Romero, inseparable amigo del genio jerezano y compañero de tantas tardes gloriosas. Su llegada al templo provocó un murmullo de respeto y admiración entre los asistentes. También acudieron toreros de distintas generaciones como Jose Luis Galloso, Tomás Campuzano, Dávila Miura, Cayetano, Francisco Rivera Ordóñez, Javier Conde, Antonio Barrera, Pablo Aguado, Oliva Soto, -junto a su apoderado Rafael Jurado- Francisco Núñez Currillo y Mario Navas…entre otros muchos, quienes quisieron testimoniar con su presencia la huella que Rafael de Paula dejó en el corazón de la profesión.
La representación ganadera fue igualmente destacada, con nombres como Fermín Bohórquez, Iván Bohórquez, Rafael Peralta Pineda, Salvador García Gavira, Santiago Domecq, Antonio Domecq, Luis Domecq y Salvador García Cebada…todos ellos unidos por el afecto y el reconocimiento hacia una figura que elevó el toreo a categoría de arte.
No podemos olvidar la innumerable lista de profesionales de 'Plata de Ley', picadores y novilleros. Álvaro Montes, Francisco Javier Araujo, Santiago Acevedo, Manuel Soto, y un largo étc. También hay que reseñar la presencia de Eduardo Ordóñez, presidente de la A.A.E.T. “Pedro Romero”, Rafael Valenzuela, presidente de la Fundación Cultura Taurina, y José Luque Taruel, presidente de la Asociación Nacional de Presidentes de Plazas de Toros de España (ANPTE)
La ceremonia contó, además, con la presencia de personalidades del mundo del flamenco, entre ellos el guitarrista Paco Cepero y el cantaor Diego Carrasco, amigos personales del maestro, que no pudieron contener la emoción al recordarlo como torero y como hombre.
A la salida del féretro de la Iglesia de Santiago, llevado en hombros por los toreros, la emoción se desbordó. El silencio se rompió en aplausos, vítores y palmas por bulerías, cuando el pueblo jerezano, fiel a su manera de sentir y despedir a los suyos, quiso acompañar al maestro en su último paseíllo. Las campanas repicaban lentas, marcando el compás del adiós, mientras una voz quebrada por la emoción improvisó unos versos que estremecieron el aire:
“¡Ay, Paula de mi alma, torero de luz y pena!
Jerez te llora y te canta, que tu arte nunca muera.
Entre olés y bulerías, te vas por la puerta grande,
con el compás de tu tierra latiendo en cada cante.”
El compás de las palmas por bulerías se fundió entonces con el tañido de las campanas, en una imagen imborrable que reflejó la esencia de Jerez: El duelo hecho arte, la emoción transformada en homenaje.
En representación de Burladero, el periodista sevillano Emilio Trigo se desplazó expresamente hasta Jerez de la Frontera para cubrir el acto y trasladar personalmente a los familiares del maestro las más sinceras condolencias del medio, que siempre reconoció en Rafael de Paula a una de las figuras más singulares y trascendentes del toreo contemporáneo. Trigo expresó el profundo respeto y admiración que la redacción de Burladero siente por la trayectoria y el legado artístico del torero jerezano, subrayando “la huella indeleble que deja su manera de entender el toreo, su temple y su verdad en cada muletazo”.
La jornada concluyó entre aplausos, lágrimas y oraciones. Jerez volvió a demostrar que Rafael de Paula no solo pertenece a la historia del toreo, sino también al alma cultural y sentimental de toda una ciudad. Su nombre, ya eterno, seguirá resonando en cada compás, en cada cante y en cada plazuela donde el arte de un gitano universal se mantendrá por siempre en el corazón de todos. Y es que así lo sentenció el maestro: "Se torea a compás, como se baila y se canta, a compás, pero también como se vive, o ha de vivirse, a compás".
D.E.P. D. Rafael Soto Moreno "Rafael De Paula".