La última tarde del Papa Negro

El 4 de noviembre de 1945 se celebró en la localidad madrileña de Arganda del Rey un festival en el que se anunciaban los hermanos Bienvenida como gran atractivo del cartel.

Pepe, Antonio, Angel Luis y Juanito Bienvenida lidiaron novillos de Alonso Pesquera y Zaballos. Los cuatro cortaron las orejas y el rabo de sus oponentes y la función era ya todo un éxito. Pero faltaba la guinda. Y es que el patriarca del clan, Manuel Mejías Redondo “Bienvenida”, el llamado Papa Negro, se había ofrecido a la organización del festival para lidiar él también un novillo. Contaba entonces 60 años de edad y venciendo la oposición de sus hijos, banderilleó y lidió un utrero, rememorando muy brillantemente el toreo de su tiempo. Según una crónica de entonces “Don Manuel toreó maravillosamente, con su viejo y magnífico estilo, y tanto con el capote como con la muleta, puso cátedra. Mató muy bien y cortó orejas y rabo. D. Manuel fue objeto de un emocionante homenaje y la cabeza del novillo muerto por D. Manuel fué cortada para disecarla por orden de los hijos del gran torero que el domingo reverdeció los laureles, evocando una etapa gloriosa en la historia del toreo“.