Falleció el matador de toros Miguel Ortas "Miguelete"

Alrededor de las 6 de la mañana de este jueves, falleció el matador de toros en el retiro Miguel Ortas “Miguelete” a la edad de 93 años a consecuencia de un infarto cardiaco en el Hospital Corporativo Satélite.

Miguel Ortas Jiménez Romera Gallegos Escamer Gil Campos de la Reina nació el 5 de marzo de 1929 en Jaén, España y no fue si hasta el 11 de junio del mismo año que fue registrado en Madrid, España.

Debido a la Guerra Civil española de 1936 perdió a su padre y el negocio familiar que tenían, que luego con el paso del tiempo les fue devuelto.

Se presentó de novillero en Madrid el 8 de junio de 1950 en aquella tarde compartió el cartel con Alfonso Galera y Juan Corbelle con novillos de Lancha Vázquez. Por sus magníficas cualidades como torero lo llevaron a tomar la alternativa el 28 de agosto de 1953 en Linares, España de manos del maestro Domingo Ortega y como testigo del inolvidable César Girón con toros de Fermín Bohórquez. Confirmó en Las Ventas de Madrid, el 20 de junio de 1954, padrino Raúl Acha “Rovira” y testigo Manuel Calero “Calerito” con toros de Fermín Bohórquez. Su confirmación en La Plaza México fue el 9 de abril de 1961, tendiendo como padrino al sudamericano José Zúñiga “Joselillo de Colombia” y ante el testimonio de Fernando de los Reyes “El Callao”, con el toro “Serrano” de la ganadería de San Miguel de Mimiahuápam.

“Miguelete” llegó a México en 1954, desde entonces a la fecha se quedó en nuestro país hasta nacionalizarse mexicano.

Miguel Ortas además de matador de toros,  fue empresario, apoderado de toreros, poeta, romántico y creador de varias suertes, la más conocida la “bernardina”. En el libro ‘Todas las Suertes por sus Maestros’, de la editorial Espasa Calpe es el propio Joaquín Bernadó, quien habla del por qué esa suerte lleva su nombre. ‘Ejecuté ese muletazo en un festival y me vio Montalvo, jugador del Real Madrid’, que fue el que se encargó de popularizarlo así y la “ortina” que es una derivación espontánea de la “arrucina”, entre otras más.

También fue un magnífico bailador y en un tiempo se dedicó al cantó, en donde se anunciaba como “El Llanero Andaluz”, vestido de negro con un antifaz.

Como matador de toros recibió muchas satisfacciones, pero también cuatro cornadas, la más grave que recibió en Ciudad Juárez por un burel que le atravesó el muslo derecho.

Vamos a extrañar al polifacético “Miguelete” positivo ante la vida, siempre con buen humor, que supo hacer un mundo de amigos y sobre todo que le tendió la mano al que necesitaba y gran anfitrión en su bello y taurinísimo “Cortijo Miguel Ortas” de Atizapán de Zaragoza, Estado de México.

Su cuerpo será velado en la agencia funeraria Gayoso de Santa Mónica.

Nuestras más sinceras condolencias a sus hijos María de Lourdes, Norma Roció, María Eugenia y el matador Miguel Ortas Bolaños. Descanse en paz.

Fotos: Ortas