ECUADOR
Moral y Ferrera, puerta grande entre pétalos y pasión en Riobamba
La Monumental Raúl Dávalos de Riobamba vivió una noche memorable bajo el marco de las fiestas del Señor del Buen Suceso. Con tres cuartos de entrada y un ambiente cargado de emoción, los diestros españoles Pepe Moral y Antonio Ferrera salieron a hombros tras cortar dos orejas cada uno, mientras una lluvia de rosas caía desde los tendidos. En contraste, los nacionales Iván Padilla y Álvaro Mejía se fueron de vacío en una tarde de emociones intensas y contrastes.
La alternativa de Padilla: valor sin premio
Abrió plaza el toricantano Iván Padilla, quien recibió a Tormentoso, un astado castaño marcado con el número 70 y 450 kg, de la ganadería Santa Marta (encaste Domecq). Con buen temple y pulso, saludó con verónicas serenas, aunque el toro mostró poca entrega. El susto vino pronto: un resbalón de su banderillero generó momentos de tensión entre los tendidos.
La ceremonia de alternativa tuvo como padrino a Antonio Ferrera, con Pepe Moral y el rejoneador Álvaro Mejía como testigos. Padilla brindó con emoción, y aunque mostró actitud y muletazos largos de buena factura en la apertura de faena, el viento condicionó su labor. Inteligente, cambió de muleta por una de más peso. Fue volteado aparatosamente, sufriendo desgarros en el traje y golpes en la espalda baja. Volvió a la cara del toro con pundonor, pero una estocada atravesada, un segundo intento tendido, dos avisos y descabellos apagaron la emoción. Silencio tras esfuerzo.
Ferrera, luz y sombra antes de la gloria
Antonio Ferrera recibió a su primero con faroles de pie y verónicas de gran expresión, luciendo un capote azul, sello de su toreo personalísimo. Pidió banderillear y colocó dos pares al natural con las banderas de España y Ecuador; intentó un tercer par con los colores de Extremadura, que no logró clavar. Un incidente en los burladeros quebró el pitón derecho del toro, y aunque el reglamento impide el cambio tras el primer tercio, Ferrera reclamó airadamente al empresario y a la autoridad. Frustrado, fue breve con la muleta. Pinchó en dos ocasiones antes de dejar una estocada entera. Silencio y desconcierto.
FOTOGALERÍA - ANDREA GRIJALVA
Pero la revancha llegó. En su segundo del lote, saludó con verónicas al paso y protagonizó un tercio de banderillas vibrante junto al subalterno local El Patatas. Ferrera colocó un par con los colores patrios ecuatorianos; su compañero respondió con los de España, y el extremeño cerró con las farolas de su tierra. El público ovacionó en pie.
La faena de muleta fue creciendo en emoción desde los doblones en tablas hasta los redondos profundos. Ferrera pidió paso doble nacional, conectando con el tendido con molinetes y cambios de mano por la espalda. La Monumental estalló. Una estocada tras un largo y solemne paseo por el ruedo rubricó la obra. Dos orejas, ovación al toro y vuelta al ruedo.
Moral, torería sevillana que enloqueció Riobamba
El debut del sevillano Pepe Moral en la Sultana de los Andes fue para el recuerdo. Su primero fue devuelto tras romperse el pitón izquierdo en el burladero. Al toro bis lo recibió con verónicas de adentro hacia afuera y un largo puyazo cumplidor. La faena de muleta fue una lección de clasicismo, con una primera tanda de rodillas que levantó al público. La música acompañó naturales largos y hondos, en una faena de ligazón, estética y profundidad. De rodillas, sin espada, se enfrentó de frente al astado, provocando una lluvia de rosas desde los tendidos. Estocada fulminante. Dos orejas y delirio.
Su segundo, el sexto de la noche, lo recibió con una larga cambiada de rodillas y verónicas templadas. El trasteo fue de corte más sobrio, con series por ambas manos. Aunque la faena fue menos emotiva que su anterior, el público protestó la falta de música. Tras una estocada entera, descabello y nuevo intento con el acero, sonó un aviso. Silencio.
Mejía, doma sin trofeo
El rejoneador ecuatoriano Álvaro Mejía mostró su doma refinada y preparación torera. Colocó dos rejones de castigo y cambió de montura para lucirse con cuatro garapullos largos adornados con el tricolor nacional. Sobre un lucitano de capa blanca, cerró con banderillas cortas en lo alto. Sin embargo, el toro se inutilizó. Abrevió y dejó una certera estocada. Silencio.
Un final amargo para Padilla
Cerró plaza nuevamente Iván Padilla, que recibió con verónicas y un quite por chicuelinas. La faena de muleta fue voluntariosa pero sin eco, ante un toro de escasa casta. Con adornos y molinetes buscó conectar, pero la espada se volvió enemiga: cinco pinchazos y dos avisos antes de que Ferrera se acercara a brindarle apoyo moral. Tras siete intentos fallidos, sonó el tercer aviso y el toro volvió vivo a los corrales. La alternativa del joven ecuatoriano se tiñó de sabor amargo.
FICHA:
Riobamba, Ecuador. Monumental Raúl Dávalos. Corrida del Señor del Buen Suceso. Reses de Santa Marta (encaste Domecq), bien presentada, de juego desigual.
Antonio Ferrera: Silencio y dos orejas.
Pepe Moral: Dos orejas y silencio.
Álvaro Mejía (rejoneador): Silencio.
Iván Padilla (tomó la alternativa): Silencio y tres avisos.
Incidencias: Tres cuartos de entrada. Se brindó un minuto de silencio por los taurinos fallecidos. Monumental ambientazo, lluvia de rosas y pasión taurina desbordada en los tendidos.
Texto: Francisco Racines