Fandiño reaparece, convence y vence

miércoles, 20 de agosto de 2014 · 00:00

De lila y oro, Iván Fandiño quedó inmortalizado en las fotografías, mentes, retinas y corazones de los presentes en la plaza de toros de Ciudad Real. Un monstruo del toreo que, como tal, debía estar anunciado en la última de la feria monstruo ciudadrealeña. Un atractivo cartel, debido a los figurantes y a la reaparición del torero.

El maestro ha tenido que suspender una serie de compromisos y Ciudad Real, ha tenido la suerte de ser el escenario que lo viera volver a pisar un albero para colmarlo de arte, después de su aparatoso y reciente percance en Bayona. Coso de Ciudad Real, ese del que ya resultara triunfador el año pasado y el que, una temporada más, ha acogido la torería, casta y maestría del torero vasco.

Con el primero de su lote, un toro que cuando  Iván Fandiño lo citaba hacía caso omiso al engaño, llevó a cabo una buena faena. "Toreo bajo, ese es el bonito, por el que pagas a gusto la entrada", comentaba un aficionado en el tendido mientras el de lila y oro toreaba. A pesar de cuajar una meritoria faena, la suerte suprema mantenía cerrada la puerta grande de la glorieta Juan Pérez de Ayala.

El resto de toreros acartelados toreaban y Fandiño, en el callejón, seguía con las ansias de triunfo propias de un torero con casta como él es. Parecía estar visualizando lo que debía hacer en su única oportunidad para triunfar en la feria de la capital manchega. Y así lo hizo.

Al mejor toro de la tarde se le realizó la mejor faena. Era imposible apartar la mirada y la total atención de ese recital torero que Fandiño estaba regalando al respetable. Elegancia y clase andando con la muleta en la mano. Preciosos redondos y grandiosos pases de pecho, de los de pitón a rabo. Y demostró su cualidad de ambidiestro en la faena.

Con esta acelerada reaparición, Fandiño demuestra que los toreros están hecho de otra pasta, que son más bien alguno de aquellos héroes de la mitología griega que resultaban inmortales, o un dios egipcio, que poseía la eternidad. Y Fandiño tiene el héroe griego, en eso de parecer inmortal frente a un astado, y de dios egipcio en cuanto que con estas grandiosas actuaciones en la plaza tiene ganada la eternidad en la historia taurómaca.

Comentarios