"No me arrepiento de nada de lo sucedido este año, a lo mejor el Sistema sí"

El pasado sábado el diestro madrileño Alberto Aguilar ponía fin a más de doce años de alternativa en la corrida total de Victorino Martín en Illescas "la última tarde pasó en tan solo tres horas pero la decisión de dejar los toros me costó bastante más. Fue todo muy intenso muy emocional, no quieres que se acabe nunca pero se tiene que acabar y todo tiene un fin". Un último paseíllo que será inolvidable "sí porque sabes que ahí se va ya todo, no solo el sacrificio sino también todo lo que has dado por el toreo, se va en cuanto te quites el vestido de torear, pero lo viví con mucha pasión y disfrute desde que me levanté por la mañana".

Han sido los últimos unos días complicados para Aguilar "han sido muy duros, mi abuelo está en el hospital, nos han dicho los médicos que le quedan horas o días de vida. He tenido que estar con la mente puesta en la corrida y en él, ha sido para mí muy especial".

Una decisión muy meditada "es el último paseíllo por las secuelas que me dejó la cornada de Cali, ha sido un esfuerzo durante estos cinco años y uno ya ve que es mejor una retirada a tiempo". Acaba el año con escasas o ninguna oportunidad de haber toreado más allá de su paso por San Isidro "no he sido tratado ni bien ni mal, no han querido contar conmigo esta temporada en muchas de las plazas en las que he hecho el paseíllo año tras año y me he tenido que quedar en casa. La verdad es que no me lo explico pero las cosas vienen así y hay que tirar para adelante". Son horas de reflexión sobre toda una carrera profesional que recién acaba "ahora sería muy fácil arrepentirse de cosas después de haberlas hecho pero yo creo que es lo que endurece y hace crecer a una persona o a un torero en este caso, las decisiones que puede tomar uno en un momento dado. A veces me habré equivocado y otras habré acertado, pero no me arrepiento de nada. De lo que ha sucedido este año a lo mejor el sistema sí se arrepiente".

Comienza una nueva etapa lejos de los ruedos "a partir de ahora intentaré ser feliz porque el toro es mi vida y me ha ocupado muchísimo tiempo que he quitado a mi familia, seguiré disfrutándolo pero desde otro punto de vista. Continuaré trabajando en la Escuela Taurina de Navas del Rey, aportando cosas a todo aquel que necesite de mi experiencia y de mis conocimientos, creo que valgo para ello".