VAREA

"Las ganas de querer torear hacen que te sientas torero aunque no te veas anunciado"

El de Almazora estrena apoderado en la figura de Jorge Manrique. En plena "travesía del desierto" tras tomar la alternativa en 2016, afronta una nueva etapa con el ánimo de dar definitivamente el golpe en la mesa
miércoles, 5 de diciembre de 2018 · 09:00

Novillero puntero en tus comienzos, tomas la alternativa en Nimes en un cartel de relumbrón, confirmas en Madrid en 2017 y de repente este parón en 2018, ¿ha sido un frenazo muy brusco, verdad?

No es fácil de digerir cuando siendo novillero has dado la vuelta a España y tienes una alternativa de lujo que fue un sueño cumplido. Y este año tan solo he toreado dos tardes, quizá habré hecho algo mal. Tengo dentro de mí algo que expresar y tarde más o menos lo haré.

¿A qué puede deberse esta situación?

Siempre digo que uno tiene lo que se gana, en momentos claves de mi carrera como matador de toros no pasó nada. Después de la alternativa dicen siempre que hay ese bache y eso curte mucho pero desde luego no estamos para perder el tiempo, así que toca acelerar el proceso.

En lo profesional, ¿cómo fue la temporada?

Aunque he toreado poco se ha podido intuir lo que puedo llegar a ser. No ha sido fácil, he toreado dos hierros de los llamados toristas y con el poco bagaje que llevaba al menos estuve a la altura. Mentalmente ha sido un año positivo que me ha servido para seguir evolucionando y poder aprovechar la oportunidad cuando me llegue.

¿Cómo logras no desconectar cuerpo y mente del toreo después de haber tenido temporadas en donde se toreaba mucho más?

La afición y las ganas de querer torear hacen que te sientas torero aunque no te veas anunciado. Eso te empuja a entrenar día a día y no perder la ilusión. Luego toreas más o menos pero esas ganas y la preparación deben ser como si torearas treinta corridas.

El tiempo juega a tu favor en este caso, porque realmente se puede decir que eres un torero nuevo y con todo por delante, ¿verdad?

Tomé la alternativa a mitad de la temporada 2016 y 2017 fue mi primer año de matador de toros, en el que confirmé, puede decirse que estoy horneándome a fuego lento para que cuando llegue el momento poder aprovecharlo. Un reloj de arena por mucho que lo agites los granitos no van a caer más rápido, todo tiene su tiempo y así ha de ser.

¿La confirmación de alternativa vino en el momento que tenía que venir?

A toro pasado es más fácil opinar, en ese momento fuimos porque pensábamos que había que hacerlo pero a lo mejor no fue el idóneo por la madurez y por el rodaje, a Madrid hay que ir preparado con todas las de la ley. Fuimos como pudimos, con el escaso bagaje que tenía.  

 

Varea junto a Jorge Manrique

 

Has pasado en temas de apoderamiento por casas grandes y medianas y ahora toca apoderado independiente con Jorge Manrique, ¿qué te puede aportar el vallisoletano en tu carrera?

Ha sido torero y sabe cómo debe hablarte. Te puede dar moral en los momentos de flaqueza y ponerte los pies en el suelo en los de éxtasis. Es fundamental el mirar al callejón y sentir la confianza de alguien que ha sido torero y conoce las circunstancias en las que te encuentras; la visión desde fuera de alguien que no lo ha sido es diferente. He tenido varios apoderados, con Curro Molina también me sentí a gusto porque también era torero. Con los demás sientes que te pueden poner en un cartel en un momento dado pero al final es uno mismo el que tiene que dar la cara. Con Jorge vamos a luchar codo con codo, abriéndonos paso poco a poco, las cosas no están fáciles pero el objetivo es el mismo, ir donde creemos que podemos ir porque me lo he ganado y porque hay que dar oportunidades, creo que tengo mucho que aportar.

¿En qué momento se encuentra Varea como torero?

En un buen momento. No toreo desde hace mucho tiempo, desde la feria de julio, más allá de algunas becerras. Los tentaderos están aún por empezar pero me encuentro feliz, con ilusiones renovadas y ganas de avanzar. Lo poco que he toreado en el campo me he encontrado bien y estoy convencido que en 2019 van a pasar cosas bonitas.

¿Qué le puede aportar un torero como Varea al escalafón actual?

Mi granito de arena, esto es un arte que uno intenta desarrollar expresando su sentimiento. A veces se enfocan más las estadísticas que en mi caso deben ser buenas y positivas para seguir avanzando pero lo que puedo aportar es quizá un toreo más clásico, hay ahora una baraja de toreros jóvenes que tienen un concepto muy bueno y que podríamos ser un pilar en un futuro cercano muy positivo por conceptos.

¿Te consta, que eres un torero esperado y respetado por los aficionados, que Varea es de esos toreros que gustan y a los que se les espera?

Entre los taurinos conocen a Varea y la clase de torero que es, están esperando que pase algo, verme en estado puro dando un golpe en la mesa. Yo lo percibo entre los aficionados, tanto en Castellón como en Valencia mis paisanos siempre se han volcado y están esperando a que rompa. Eso es una motivación para mí porque no es lo mismo ponerse el chándal sabiendo que no hay nada que hacerlo sabiendo que tienes Castellón a la vuelta de la esquina y gente que te está esperando para verte.

 

 

Algo tendrá el agua cuando la bendicen, ¿no?

Me han catalogado como un torero llamado artista, lo cual me honra. Yo siempre he optado por el toreo clásico, puro, dejando surgir la inspiración, no tengo nada planeado en cada momento. Es un halago de parte del aficionado.

¿Es necesaria una regeneración de toreros en el escalafón?

Yo creo que sí, las figuras están ahí por algo y se merecen su sitio pero como te decía hay una baraja de jóvenes que vienen arreando, tienen unas cualidades excepcionales, conceptos distintos y al fin y al cabo eso es el futuro. Van teniendo cabida lentamente pero se necesita un revuelo y unos cambios que permitan al aficionado conocerlos.

Nombres como los de Álvaro Lorenzo y Emilio de Justo, siendo historias diferentes, deben ser espejos en los que mirarse con ilusión y esperanza.

Con Álvaro toreamos mucho juntos de novilleros, fíjate cómo ha reventado Madrid con tres orejas y estando en muchos sitios importantes, es algo que me motiva, me siento capaz de hacerlo yo también. Y Emilio de Justo, tener esa paciencia en el banquillo sin perder la ilusión, esa constancia, y cuando le han dado la oportunidad no la ha dejado escapar. Son dos toreros admirables por razones distintas, en el caso de Álvaro por haber asimilado todo tan pronto y Emilio por no haber arrojado la toalla. Son dos espejos sin duda.

¿Cuál sería el planteamiento perfecto de 2019?

Iniciar en Castellón, me consta que nos han confirmado que estaremos, y esperar que pase algo importante en esa cita, sí o sí. Las balas se van gastando e intentaremos luchar Valencia, no es fácil, aunque sea en la feria de julio pero hay que ir. Tengo la espina de volver a Madrid y quiero sacármela; creo que merezco la oportunidad en Zaragoza porque fue el único indulto de novillero en la historia de la plaza, siendo el triunfador de la feria y merezco volver como matador de toros. Luego será lo que tenga que ser pero no estoy pidiendo nada excesivo.

Tu foto de perfil de whatsapp sigue siendo pegando un muletazo a un toro en la calle, uno no puede (ni debe) olvidar sus orígenes.

Llevo la misma fotografía y el mismo estado ("En el camino") desde el principio. Refleja de donde vengo, de Almazora, me he criado con el toro de la calle, donde ha nacido mi afición. Ese muletazo soñaba con hacerlo en una plaza de toros. Lo he podido lograr, el verme en plazas importantes, pero más allá de eso refleja el poder disfrutar y mandar en el toreo o por lo menos tener su cabida en este mundo tan difícil.

 

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