Victorino Martín:" Siempre nos atrajo lidiar en Soria por la personalidad de su afición"

Y no sabe bien las ganas que teníamos de anunciarnos en esta plaza y frente a esta afición. Soria es una plaza importante, más de lo que parece, sobre todo por la personalidad y la entidad de su público. A las plazas las hace grandes sus gentes, su historia y todo cuanto sucede en su ruedo. Para nosotros es una alegría y una enorme responsabilidad. Soria nos atrae y por fin ha llegado nuestra oportunidad.

Usted suele defender muy a menudo que Victorino Martín compite contra Victorino Martin, ¿Eso es cierto realmente o es una manera de quitarse presión?

Es algo que tenemos asumido como parte de ser quienes somos. Nuestra historia, nuestros resultados, nuestras rachas es algo que debemos de asumir para lo bueno y para lo malo y de hecho lo asumimos como algo lógico. Cualquiera que conozca nuestra trayectoria que eso es así y que de una ganadería como la nuestra siempre se espera lo mejor.

¿Cuáles son las señas de identidad de su ganadería?

Apostar por la pureza, mucho trabajo y mucha afición, esas son nuestras tres claves. Victorino Martín esta basado en eso desde que mi padre apostó hace más de cincuenta años por un encaste en el que nadie creía. Ese es el secreto de esta casa, la afición y la dedicación que mi padre puso para recuperar esta sangre. A partir de ahí, la autenticidad y la raza han sido nuestras señas de identidad y lo seguirán siendo. Poco a poco mi padre buscó otras dos claves importantes para situar sus toros en las ferias: enrazar la ganadería y aumentar el trapío. En mi opinión estos dos pilares han sido los que han marcado el devenir de todas las ganaderías que lidian ahora en las ferias.

En su ganadería pastan en torno a  350 vacas y 30 sementales. ¿Resulta difícil mantener la pureza con un encaste tan exclusivo?

Uno de los aspectos que más nos ha preocupado es el abrir la ganadería y buscar muchas líneas de trabajo. Hay que tener en cuenta que somos una ganadería que lleva más de 100 años en pureza de sangre y por lo tanto nuestro mayor enemigo es la consanguinidad. Difícil no resulta pero sí debemos ser muy estrictos. Nosotros normalmente tenemos un 85%  de paridera y en cuanto a la selección siempre es muy rigurosa. Le puedo decir que cada año eliminamos casi 100 vacas entre las que van a festejos populares y las que van al matadero.

¿Qué fórmula utiliza para superar la consanguinidad?

Nos influye mucho a la hora de trabajar con los sementales. Tenemos que estar abriendo y buscamos constantemente líneas de trabajo que nos pueden dar rendimiento durante pocos años, porque no puedes dejar que te fije muchos los caracteres. Ahora mismo tenemos líneas importantes como las de los sementales ‘Vencedor’, ‘Soberbio’ o un número 153 ‘Malagueño’. La consanguinidad es muy traicionera y no avisa. Un semental muy bueno a lo mejor podría estar padreando siete u ocho años, pero nosotros no podemos, porque hay que abrir las ramas.

Soria va a examinar a Victorino Martín y más en su debut. ¿Hay presión?

Nos avalan cincuenta años de trabajo, de lucha, de afición y de sacrificio. Es un tiempo más que suficiente para saber que los éxitos y los fracasos hay que tomarlos con tranquilidad y con naturalidad. Vivimos en un mundo cargado de impaciencia y en ese contexto el mundo taurino no es ajeno. Las adversidades las vivimos sin sobresaltos. Nuestra ganadería la conocemos muy bien, sabemos la fiabilidad que tiene y como el sol no se puede tapar con una mano, vivimos con ilusión y mucha confianza el presente y el futuro.