"Tengo una moral tremenda y afronto la cita con mucha fe e ilusión"

Hoy nos hemos citado en Mora,  frente a frente con Ignacio Olmos, un joven novillero que muy pronto sabía lo que quería cuando le llego la adolescencia y hoy con una madurez lejos de la realidad así lo atestigua. Llegó a alcanzar cotas muy altas y a destacar como novillero sin picadores y tras el salto de escalafón se encuentra que apenas hay novilladas, o mejor dicho, en su camino encuentra más obstáculos que oportunidades.

Ignacio tiene 22 años, y por lo que percibo, es un joven que  tiene un gran sentido de la familia, no es egoísta, es feliz con poco, tiene una personalidad muy marcada y un punto de madurez que le convierte  es un gran conversador, eso sí, bastante tímido. Es un hombre paciente que todo lo hace con los pies en el suelo.

El próximo día 26 de agosto se enfrentará al mayor reto de su carrera hasta el momento, acartelarse con los del Conde de la Maza en la coqueta plaza de toros de Añover de Tajo.

La primera pregunta es obligada, ¿quién es Ignacio Olmos?

Soy un joven persiguiendo un sueño, ser torero y como no podía ser de otra manera, aspirando a  ser Figura del Toreo, por eso, día a día busco el camino que me lleve a cumplir mi sueño, que como ya te digo, es convertirme primero en un torero cuajado para después confirmar que soy una figura del toreo, todo ello siguiendo un camino marcado desde el sacrificio, la honestidad y la paciencia. Valores todos ellos que cualquier joven de mi edad tiene que aprender para llegar a cumplir sus objetivos en su vida.

¿Quiénes te han apoyado en estos años de aprendizaje?

Desde mis comienzos todo el mundo sabe que ha estado el maestro Eugenio de Mora, aparte de los maestros que tuve en mi andadura por las escuelas de Madrid primero y de Toledo después. Actualmente sigue estando presente Eugenio y un amigo personal que fue novillero con picadores y que es un romántico del toro y de la profesión, Juan Moreno ´´El Trebu´´, gracias a todos ellos hoy puedo vestirme de torero para seguir alimentando mis ganas de ser torero.

Qué te  aportó la Escuela Taurina de Madrid y la de Toledo, porque has estado en las dos. ¿Verdad?

En Madrid durante tres años aprendí la disciplina, lo duro de esta profesión, y la competencia que hay que entablar cada día con los compañeros para ganarse las actuaciones. En Toledo pasé mi última etapa de novillero sin picadores. Llegado a ese punto ya me encontraba más maduro y con la "doma" que ya traía hecha de mi estancia en Madrid y de otros dos años luchando a solas, con lo cual disfruté mucho más del aprendizaje y guardo un bonito recuerdo de aquel periodo.

¿Cómo está el patio?, me refiero a las pocas oportunidades que tenéis los novilleros con caballos. Cada actuación os la tenéis que tomar como si fuese la última, me refiero a la gran exigencia y competencia que existe en la realidad del día a día.

Por supuesto que sí, incluso entrenando y en los tentaderos trato de llevar la misma mentalidad y el mismo compromiso que hay que tener en la plaza. Pienso que esta es la manera de que no se note, al menos psicológicamente, la escasez de actuaciones que sufrimos el 80% del escalafón de novilleros. Además hoy en día, con lo rápido que se comunican las cosas gracias a las redes sociales hay que estar muy bien hasta en el campo. Además era consciente de que al debutar con caballos, iba a sufrir casi con toda seguridad un parón, por eso tanto mi entorno como yo hemos reservado todos estos años nuestros esfuerzos a la hora de pedir vacas y tentaderos y ahora cuando más falta me hacía hemos echado el resto, y gracias a Dios algunos ganaderos me han atendido amablemente.

Me consta que has hecho mucho campo, ¿dónde has estado tentando?

En Abril y Mayo pude echar varios días de tentadero en casa del maestro Joselito, y desde Junio para acá he acudido a ganaderías como Alcurrucén, a casa del maestro Diego Ventura donde me regaló un utrero, a Alventus, donde la familia Núñez Cancela me ha tratado como uno más de su casa, al igual que en Montes de Oca, donde Don Luís Sánchez y su hijo, el rejoneador Luís Sánchez Zambrano me han tratado con una categoría exquisita. También he tentado en Hrdos. de Manuel Villau, en casa de Antonio Sánchez, que es amigo desde hace años y en Conde de la Maza. A todos ellos les agradezco públicamente la gran ayuda que me han brindado.

También has estado tentando en el Cortijo Arenales, la finca sevillana de Morón de la Frontera donde pastan los “Condes”. ¿Cómo fue ese día?

Pues te puedes imaginar, casí como un sueño, anunciarme en esa novillada y conseguir que Don Leopoldo me invitará a su casa fue todo a una. Por lo que le estaré eternamente agradecido por el trato recibido. Además me encontré con unas vacas muy bravas y encastadas que sobretodo tuvieron mucha emoción, transmisión y emotividad en cada una de sus embestidas. Sin duda eso es lo que busca el aficionado que paga una entrada para ver una novillada como la de Añover, con una terna de jóvenes aspirantes a toreros y con unos novillos exigentes como serán los de la ganadería de El Conde de la Maza.

Ignacio, hablemos de tu próxima actuación y debut como novillero con caballos el 26 de agosto en Añover de Tajo ante los utreros de los Herederos del Excmo. Conde de la Maza.

Recuerdo la plaza de Añover de Tajo con mucho cariño, allí toreé de novillero sin picadores y es un marco que invita a torear y jugarse la vida. La afición que allí acude es muy exigente y le gustan las cosas bien hechas y además el nivel del toro y del novillo de Añover de Tajo, está por encima de él de una plaza de tercera, con lo cual todo lo que se hace allí,  adquiere mucha más importancia si cabe. Es bonito poder torear de nuevo, esta vez con picadores y Dios quiera que algún día pueda hacerlo de matador de toros. Tengo una moral tremenda y afronto la cita con mucha fe e ilusión, aunque también asumo la responsabilidad que supone estar anunciado en una de las ferias más importantes de mi tierra y también soy consciente de la necesidad que tengo de lograr un triunfo, porque en mi situación profesional y mi estatus personal, cada día es una prueba final y cada novillada en la que consiga anunciarme puede ser la última.

Nos despedimos de Ignacio, no sin antes, desearle toda la suerte del mundo para que no sólo el día 26 de agosto en Añover de Tajo, sino en el resto de festejos que pueda conseguir torear en está temporada y en las venideras y además animándole a que luche por conseguir cumplir todos sus sueños y objetivos, eso sí, advirtiéndole que tiene que tener mucho cuidado, porque como dice el maestro Juan Mora: Los sueños a veces se cumplen.

Suerte Torero.

Textos: José Mª Puertas

Fotografía: JC Maestre, José Luis Cárdenas