ALBERTO DURÁN

"Se hace bastante duro estar en el banquillo"

Hablamos con el matador zamorano que tras siete años de alternativa sigue luchando por hacer realidad un sueño
sábado, 22 de febrero de 2020 · 12:10

El trabajo te hará libre, versa un letrero que corona la entrada a Auschwitz. Para el torero zamorano Alberto Durán esa frase es una máxima. Libre si, libre porque su libertad está en el campo, en las ganaderías, en las plazas. El toreo le hace sentir libre, y para ello trabaja todos los días desde que se levanta hasta que se acuesta. Vive y es torero las 24 horas del día.

 

¿Se hace duro el banquillo después de siete años de alternativa?

Sí, como no. Cuando a un torero lo que le apasiona de verdad es torear y ver la cara de los animales, sentir esas sensaciones y todo lo que conlleva este bendito y bonito arte, pues sí, se hace bastante duro.

¿La ilusión es lo último que se pierde, dicen?

En mi caso puedo afirmar que así es. Bien es cierto que tengo que hacer un trabajo diario, y un ejercicio de paciencia, y saber esperar el momento, que yo creo que me tiene que llegar como a todos los toreros y a todas las personas en su vida y sus circunstancias. No es fácil, es duro, pero a la vez el camino te va marcando nuevas metas y nuevas ilusiones y no acaba uno de aprender, de mejorar, de madurar. Todo te hace reflexionar para que cuando llegue el día pueda plasmar todo lo que llevo dentro, y no dejarme nada.

En cualquier momento puede dar la vuelta esta situación, hay casos que lo demuestran. ¿El tuyo puede ser uno de ellos?

Como dice ese dicho mexicano, "el que tiene la onza la puede cambiar", en mi caso humildemente lo digo porque así lo siento. Como bien decías hay muchos ejemplos de toreros que han estado desligados, pero que a la larga con ilusión, tesón y paciencia lo han conseguido. No me cabe duda de que me va a llegar, y que todo este tiempo en el banquillo, me ha servido para darme cuenta de muchas cosas para cuando me llegue esa oportunidad, no bajarme del carro.

No abundan los buenos capoteros, y usted es uno de ellos. ¿Dónde está la clave?

La gente siempre me ha cantado que soy un buen capotero, siempre se a dicho que es algo difícil de manejar, pero hace un rato toreando de salón en la intimidad pensaba, que no sé nada para lo que creo que puedo sacar en el futuro. Por mucho que me hayan alabado mis virtudes capoteras, aun me queda mucho para alcanzar el toreo de capote que sueño.

¿El toreo es justo?

Es algo muy relativo, que siempre está en boca de todas las personas, no solo en el toreo, sino en la vida en general. En mi caso, podría decir que no lo es, aunque realmente si estoy donde estoy es porque las circunstancias y algunos errores que he podido cometer yo, me hacen no estar en el sitio que desde niño soñé. Sino pierdes la fe al final uno se sale con la suya. Como bien decía el genio Rafael el Gallo, "el toreo es un misterio, y torear es contarlo", y a mí me queda mucho que contar.

¿Cree que ha fallado en algo?

Como decía antes, he cometido muchos errores, pero esa es la parte positiva del banquillo, que te hace ver las cosas desde otra perspectiva. He recapacitado, he madurado y creo que he corregido todos los defectos y espero poder dar pronto una muestra de ello, sino estaríamos perdiendo el tiempo y todo habría sido en balde.

Madrid, Madrid, Madrid dice la canción.

Madrid es por la que vivo, y no hay más que decir. Madrid es la plaza más justa y da lo que tiene que dar, y ahora el que tiene que darlo todo soy yo.

¿Cómo se presenta esta temporada?

Con ilusión y con esperanza de que se abra un horizonte que a priori no está nada despejado pero que tampoco me preocupa, y no veo más allá del día a día, de mis entrenamientos, de mi toreo de salón y de los tentaderos que pueda hacer. He intentando aprovechar las oportunidades que puedan salir y mostrar todo lo que tengo dentro.

 

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