"En estos momentos hay que tener fe"

Cuando se tiene la suerte de conversar con alguien qué, en cada palabra, te transmite una desbordante, a la vez que, contagiosa ilusión por el toreo, esa ilusión propia del que empieza su camino en este duro mundo que es el toreo, te muestra las inmensas ganas de dar, de mostrar todo lo que lleva dentro y además con un maravilloso afán de superación, no se puede más que, desearle toda la suerte para este camino que ha elegido comenzar, contagiada de esa esperanza y fervor que muestran sus palabras. Pero cuando quien te transmite todas esas emociones, lleva más de veinte años de alternativa y se encuentra en lo más alto de una brillante carrera, además de todo lo descrito anteriormente, también te inunda de una más que  grata sorpresa que aumenta, más si cabe, la admiración por él. Quien habla así es, ni mas ni menos, que el gran rejoneador Andy Cartagena.

Comenzó la temporada en Illescas con un triunfo viniendo precisamente de una triunfal temporada en México...

Sí, la verdad es que México ha salido muy bien y estaba recién llegado de allí, apenas unos siete días, cuando toreé en Illescas y también salió bien la cosa.

¿Cómo definiría  su gran temporada en México?, la afición de México, es una afición que lo valora y quiere mucho...

Siii, desde el indulto en la México he notado que es algo que ha ido a más, es un ambiente muy bueno el que hay, mi forma de torear ha encajado muy bien allí, me tratan y transmiten muchísimo cariño y eso hace que me haya sentido muy a gusto.

La mala suerte fue lo de mi caballo...

Picasso ¿verdad?, tuvo que ser muy duro...

Sí, fue criado en mi casa desde los dos añitos imagina...gran figura de mi cuadra, estaba muy identificado con él. Cuando ocurrió yo noté cómo un chasquido y que empezaba a andar mal, son muchos años con caballos y enseguida supe que la lesión era grave, sucedió en muy mal momento, lugar...tampoco salió bien la operación... un golpe durísimo la verdad.

Para conseguir esa simbiosis con un caballo, debe haber mucho trabajo detrás, muchas horas...

Siii, este año por ejemplo, incorporo a mi cuadra varios ejemplares nuevos que, aunque sean nuevos para la afición, llevo trabajando con ellos algo más de un año y medio, realizando un trabajo diario, constante, casi mecanizado, “Bambi” , por ejemplo, es uno de ellos y lo presenté en Illescas con muy buenas sensaciones.

¿Y los demás?

Cártago, Caramelo, Coral... muy buenos caballos y estoy muy ilusionado con ellos.

Maestro, ¿cómo consigue esa superación que muestra, ese ir siempre a más y más sin estancarse?

Bueno, yo siempre sigo la máxima de “lo bueno está por llegar” y es mi forma de ser, yo disfruto mucho de mi profesión, me entrego al mil por mil y cuando uno disfruta eso se transmite... para mí es muy importante volver a mi hotel sin tener que echarme nada en cara, con la tranquilidad de haberlo puesto todo de mi parte y no darle vueltas a “esto lo tenia que haber hecho así o de aquella manera”, no tener que reprocharme nada.

Ahora le iba a preguntar por “la tarde”, esa tarde inolvidable, pero si sigo su máxima de “lo bueno está por llegar” igual “la tarde, esa tarde” aún no ha llegado...

(risas) Bueno... lo bueno está por llegar y encontrar un caballo que se adapte a mí... he tenido tardes muy bonitas y por las que estoy inmensamente agradecido, diez Puertas Grandes en Madrid, el indulto a “copo de nieve” en la México, siendo el primero en lograrlo, Valencia...Castellón, a la que le debo tanto...pero yo sigo manteniendo la ilusión por las nubes.

Ahora le preguntaría por sus próximos compromisos, pero dada la situación actual en la que estamos con el COVID-19 ¿tendría unas palabras para estos momentos?

Puuufff, esto es una desgracia muy grande, una gran desgracia que ya está afectando a todos los sectores además del toro...deseo que se solucione cuanto antes, yo no soy político, pero espero que se tomen las medidas que haya que tomar para recuperar la normalidad lo antes posible...en estos momentos hay que tener Fe.

Hasta aquí una, más que enriquecedora, conversación con una de las mayores figuras del rejoneo, de la que saco una lección de vida y forma de ser, pues su estatus de figura lo supera cómo persona, con la humildad por bandera y un afán de superación ejemplares.

Gracias Maestro por su amabilidad, trato y deferencia con mi persona y con Burladero. Le tomo la palabra y ¡nos vemos pronto en la plaza!.