“Me pasa como a Curro Romero”

El Secretario General del PSOE de Guipúzcoa y Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Parlamento Vasco, Eneko Andueza, presentó el 11 de diciembre su libro ‘Los Toros desde la izquierda’, una obra que pretende eliminar complejos y poner argumentos en la defensa de la afición taurina desde una visión progresista. Desde entonces ha tenido que soportar una campaña de insultos, descalificaciones y amenazas, entre ellas de muerte.

¿De qué va el libro?

Es un repaso histórico e ideológico entre el vínculo del mundo de los toros y la ideología de izquierdas, una relación que nace en el siglo XVI. Desde entonces se suceden los lazos entre políticos y toreros de izquierda. Además, la obra relata los valores que la izquierda puede aportar a la tauromaquia y ésta a la política. En definitiva es una conjunción de reflexiones que nos sitúan ante un panorama que intenta eliminar ciertos complejos entre la izquierda y los toros.

En la obra se razona que la tauromaquia es libertad, igualdad, solidaridad, justicia social, ecologismo, economía, lucha feminista, internacionalismo, cultura… ¿Es un libro para socialistas?

En absoluto. Puede servir para que mucha gente de izquierda adquiera un conocimiento profundo sobre el toreo y se libere de prejuicios, pero está escrito para cualquiera que sienta la inquietud de leerlo con independencia de su ideología. Es un libro abierto al pensamiento y a la reflexión, que por desgracia es algo cada vez más ausente en los tiempos que corren.  

¿Hacía falta ahora?

Ya llevaba tiempo pensando en escribirlo, pero al albur de los últimos acontecimientos creo que es el momento más oportuno. Para mí era necesario dar un paso al frente y declararme socialista y taurino. Así lo he reflejado en una obra que no intenta convencer a nadie. Simplemente es un libro objetivo que muestra argumentos que muchos desconocen.

La tauromaquia es del pueblo y además es el espectáculo más democrático de cuantos existen. Usted lo razona perfectamente y, en vez de conseguir que le lean, demasiada gente se ha dedicado a insultarle.

Nos damos de frente contra una manera de concebir la vida totalmente errónea, donde el análisis parece el último eslabón. Se tiende a juzgar de inmediato y sin conocimientos, cuando para opinar debería ser primordial saber de qué se habla. Falta interés e inquietud por aprender. A mí no me valen las opiniones basadas en tópicos y prejuicios porque las sentencias no fundamentadas carecen de razón. Lo que ocurre es que la Fiesta de los toros es cada vez más desconocida y hay más gente que se atreve a atacarla sin fundamentos históricos, científicos e ideológicos.

¿Después de los insultos y de los deseos de muerte que ha recibido se arrepiente de haberlo escrito?

Para nada. De hecho, dentro del capítulo de agradecimientos, quizá como algo premonitorio, en el último punto cito a “los que me criticarán”, porque entendía que iba a suceder y que me cargarían de razones para saber que he hecho lo correcto. Esas críticas, viniendo de donde vienen y de la forma que se han hecho, ratifican que he llevado a cabo lo que debía. Esa gente que critica demuestra demasiadas veces un nivel de mediocridad muy alto. Yo creo que he echado la “pata p’alante” y he dicho lo que sentía. Me pasa como a Curro Romero, que no me gusta dejar indiferente a nadie. El mero hecho de escribir un libro es un ejercicio de valentía y un trabajo duro. Que eso no se respete dice poco a favor de una sociedad adocenada que vive muy rápido, que no piensa ni reflexiona y que no siente inquietud por saber. Es una luz roja que nos debe preocupar.

¿Y tiene arreglo?

Hay momentos en los que hay que parar, levantar la cabeza y observar. Creo que hace falta que empecemos a vivir con la suficiente calma y templanza para saber hacia dónde queremos ir. Espero y deseo que la maldita pandemia que estamos sufriendo haya servido para levantar el pie del acelerador y reflexionar, para valorar la importancia que tiene el conocimiento si se quiere tener argumentos. Estoy convencido de que estamos a tiempo de mejorar como sociedad y arreglarlo.