FORTES

"Llegar al toreo con más edad es difícil, hay que enseñar a los niños lo que es el toro"

viernes, 12 de noviembre de 2021 · 14:18

Citar el nombre de Saúl Jiménez Fortes es citar el nombre de uno de los mayores ejemplos de superación de esta profesión, y es que allá donde va da lecciones de torería y capacidad de afrontar los problemas cual torero afronta los toros más enrevesados. 2019, 2020 y 2021 han sido quizá unos años durísimos para él, pues las lesiones no han hecho más que lastrar su carrera en momentos de máximo candor. A pesar de los innumerables obstáculos que la vida le ha puesto por delante, su toreo ha evolucionado profundamente pudiendo catalogar a Fortes como uno de los toreros artistas de más expresión del escalafón. 2022 viene a ser un año trascendental para el toreo, y Fortes es consciente de que puede ser su año para pegar ese golpe sobre la mesa que la afición sabe que llegará, no se piensa bajar del barco y estoy seguro de que cogerá el timón para dirigir su toreo hacia una gran campaña.

¿Cómo has llevado esta temporada?

La primera parte de la temporada ha sido una etapa muy importante en mi vida dónde he podido torear por primera vez en México, vivir experiencias muy auténticas y apasionadas del campo bravo mexicano y en la plaza como la faena de Cinco Villas, o el toro de Piedras Negras en Zacatecas. En cuanto a mi vivencia en España, me he sentido muy a gusto, tranquilo y disfrutando de mi profesión, a la vez que responsabilizado por lo que quiero crear en el mundo del toro. Una vez que llegó la lesión he podido ver como aficionado que ha sido una gran temporada en la que han ocurrido muchas cosas y en la que he podido ver grandes faenas. Como aficionado ha sido una de las temporadas más bonitas que recuerdo.

¿Qué sensaciones tuviste en Las Ventas?

Pues bueno, fueron unas sensaciones por un lado de mucha responsabilidad, pasión y entrega, pero por otro lado también de frustración e impotencia. Iba muy ilusionado y responsabilizado al ser la corrida que reabría Las Ventas, cada vez que voy a Madrid voy a marcar una diferencia en mi vida y bueno, de alguna manera la marcó aunque no como uno espera. Llevando al toro al caballo hubo un resbalón que me hizo sentir que la rodilla no funcionaba y ahí se rompió el ligamento, decidí esperar para ver si era algo momentáneo, pero rápidamente me di cuenta de que era una lesión, no cesaba el dolor y a cada instante notaba un chasquido y una gran inestabilidad. Al principio pensé que el primer toro me iba a mostrar ese poquito de fondo, pero a medida que iban pasando las tandas me fui dando cuenta de que no era el toro para poder hacer una faena como yo quiero mostrar.

Cuando lo maté pensé en el segundo toro con la fe y la intención de demostrar mi toreo a Madrid, pero rápidamente me desmontó todas mis esperanzas porque desde que salió con el capote requirió otro tipo de lidia más física. Y a pesar de que puse toda mi entrega para aguantar en el ruedo, una vez que yo me di la vuelta con el toro le di los adentros y me fui a los medios con él. Ahí sentí que la tibia iba hacia un lado y el fémur hacia otro, sentía que mi pierna era de plastilina. Fue una sensación muy incómoda, muy desagradable tanto físicamente como mentalmente, porque sabía que todavía me quedaba un rato delante del toro. Cogí la espada para matarlo rápidamente y la rodilla me fallaba constantemente, fue una sensación de impotencia. Aunque por otro lado estoy satisfecho y orgulloso de haberme mantenido hasta el final y haber dado todo lo que tenía dentro hasta ese momento.

¿Y en México?

Bueno, he vivido experiencias únicas, era un país al que tenía muchas ganas de ir porque por diferentes circunstancias de cada año no he elegido hacer ese viaje. El poder torear en el campo bravo mexicano es especial ya no sólo por el ritmo de la embestida sino también por el ritmo de vida, que es más sereno, tranquilo y con mucha más presencia de disfrutar cada momento. Eso hace que no vivas la vida con tanto estrés, tanta dificultad y tanta rapidez. Eso lo hace muy bonito para mí, ha sido un descubrimiento y tengo muchas ganas de volver. He vivido experiencias muy especiales, la embestida es totalmente diferente y siento que me va bien, puede ser un país donde pueda mostrar un Fortes más templado, más sereno, presente y con más ritmo. Por otro lado, he sentido más pasión en el público, son muy arrebatados, apasionados y entregados con lo que ocurre en el ruedo, y eso es algo que me motiva mucho también.

¿Cómo afrontas el 2022?

Con la ilusión y el compromiso de mi propósito de vida, que es marcar una diferencia en el mundo del toro llevando valores fundamentales como pueden ser la fortaleza, entrega, pasión, honestidad, valentía… Mostrarlos a través de mi forma de entender el toreo con mi muleta y mi capote delante de un toro es mi gran objetivo. Quiero dar un salto ya no de calidad, sino de dar todo lo que yo espero de mí, es decir,  lo que sé que puedo dar para mostrarme al 100% aunque yo siempre me he entregado al 100% pero no lo he podido mostrar muchas veces por las circunstancias o porque a lo mejor no era mi momento. Quiero torear con pasión, entrega y mostrar mi verdadero toreo que creo que mucha gente lo conoce, pero otra mucha no lo ha podido ver.

¿Con qué sueñas por las noches?

Con torear, con vivir, con realizar esa faena que haga llorar, emocionar a las personas que están en el tendido, porque creo que cuando uno pone el corazón impacta en las personas. Me gustaría impactar emocionando, es con lo que sueño, concretamente muchas veces sueño esa sensación y otras veces es en el campo yo sólo creando cuando lo hago realidad. Pero la mayoría de ellas es delante de ese gran público que al final es donde marcas las diferencias en el mundo.

¿Sientes haber vivido las mayores durezas y a su vez las mayores alegrías del toreo?

Un poco sí, las mayores durezas no me gusta llamarlas así. Para muchas personas han sido durezas, pero para mí han sido momentos especiales que me han hecho crecer, que han sido un gran regalo en mi vida y que me han servido para sentir que he entregado a mi profesión el 100% de mí con toda la inocencia que tenía, aún lo sigo haciendo así a pesar de que he tenido muchos eventos para poder justificarme y ser más cauteloso con lo que entrego en el toreo. Pero no va con mi forma de ser, busco entregarme al 100% en lo que haga, al fin y al cabo un torero adquiere ese compromiso de entregar su vida al toreo en toda su amplitud. Esa entrega creo que se ha visto reflejada en mi vida en vivir experiencias fuertes y grandiosas, buenas y malas, pero con toda su intensidad. Eso me ha hecho ser la persona que soy y saber a dónde voy.

¿Qué reformas crees que necesita el toreo para llegar a los más jóvenes?

Realmente no lo sé, todos tenemos nuestra responsabilidad, el mayor objetivo debe ser educar y llegar al público joven porque creo que cuando esto se ve desde niño se ve mucho más fácil. Es una edad en la que todo se adquiere con mucha más naturalidad, llegar al toreo con más edad es difícil, hay que enseñar a los niños lo que es el toro. Cuando hablo de educar hablo de educar en el respeto, en la defensa de nuestra cultura y tradición, de enseñar qué es lo que ocurre en la plaza. Reformas se pueden hacer en labores comunicativas o acercando la tauromaquia a la gente, no en la liturgia de lo que ocurre en el ruedo. El amor del torero y del ganadero hacia al toro están muy lejos de lo que mucha gente piensa, nuestra forma de vida ha de ser más nítida para el resto de la sociedad, para que sepan quienes somos, qué hacemos, cómo lo hacemos y desde qué espacio lo hacemos que es desde el respeto, cariño, amor, educación… eso lo considero muy importante.

¿Qué significa Málaga para ti?

Ha sido mi casa, dónde he nacido aunque no he hecho ningún logro para nacer allí, ha sido algo que me vino dado, pero aprendí muy rápido a no tener apego a ninguna ciudad. Realmente considero mi casa aquella dónde estoy, hay veces que incluso me ocurre que estoy en un hotel y cuando me llaman por teléfono digo que ya he llegado a casa, de alguna forma es cierto que he viajado mucho y he estado en muchas ciudades diferentes, y en cada una de ellas tengo un pedacito de mí. En Málaga he vivido faenas muy bonitas, tengo muchas amistades, mi mujer, es donde ha nacido mi hijo, donde tengo recuerdos de mi infancia, pero digamos que la sensación de estar en casa la tengo en cualquier sitio del mundo. En Málaga he vivido muchos eventos muy emotivos en mi vida pero realmente pienso que como también he vivido momentos como esos en Salamanca, México, Madrid, Bilbao o Mallorca, me considero ciudadano del mundo.

¿Es difícil ser torero en la sociedad de hoy en día?

Es diferente, difícil no es porque nadie te lo impide, aunque es cierto que no tienes el reconocimiento que tenías antes de ser torero porque hay personas que están en desacuerdo con lo que haces. Pero bueno yo tampoco quiero ni llevar razón ni convencer a nadie, simplemente he decidido vivir esta vida porque creo en ella, porque siento que me reporta felicidad y porque creo que es la vida que quiero vivir, no considero que sea difícil llevar la vida que tengo porque como he dicho antes nadie me lo impide. Si ya cogemos otra época para comparar, quizá sea más bonito vivir esos años 20, 60 o 70 dónde un torero era un referente para la sociedad, pero no es algo necesario para mí.

¿Quién es Fortes?Un hombre que vive su vida con pasión, con autenticidad, creo que me muestro tal como soy. Esto creo que va ligado a que desde mi punto de vista no es compatible con la regularidad, quizá sí lo sea con dejarte llevar por la pasión, por la emoción, por tu estado anímico… Creo que cuando Fortes torea tiene una técnica cada vez más depurada para torear, pero realmente lo que me lleva a torear es la parte más emocional, visceral, pasional… Creo que es lo que me define, la pasión, la valentía, la entrega, dar el cien por cien de mí, vivir cada tarde al máximo y el poder aportar un granito de arena a cada persona que venga a verme en cada tarde. 

Texto: Aitor Vian

 

Más de
60%
Satisfacción
20%
Esperanza
20%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia