ALBERTO RAMÍREZ

“La gente no puede dar por hecho que se puede vivir sin toros”

miércoles, 24 de marzo de 2021 · 17:24

Pasó la semana de la feria de la Magdalena de Castellón, con los aficionados llenos de nostalgia por otra feria que se fue. Soportando cómo el día grande de la feria no había ni procesión, ni gaitas, ni mascletás, ni paseos, aperitivos, fiesta ni, por supuesto, toros. Alberto Ramirez, gerente de la empresa que rige los destinos del coso de Pérez Galdós, reflexiona sobre ello.

“Es algo tremendo. El año pasado ya fue muy duro. Incluso peor, porque nos suspendieron la feria a dos días de que está comenzase. Y aquello significó un gran trastorno. Porque estaban todos los gastos hechos. Toda la publicidad hecha. Toda la promoción. Todas las contrataciones. La venta de entradas y abonos. Incluso ya teníamos algunos encierros en los corrales de la plaza. Y aquello fue un perjuicio muy importante en lo económico. Y si era difícil recuperar lo económico, también lo anímico. Este año el tema del dinero no ha sido tan grave, porque la feria prácticamente ni se llegó a plantear. Teníamos intención de celebrarla, pero no dimos grandes pasos. Porque estaba claro que era inviable su celebración. Pero lo esencial, lo duro de todo es que nos hemos quedado sin toros por segundo año consecutivo. Y eso te hace venirte un poco abajo. Y tener una sensación de impotencia y de incertidumbre brutal.

La ciudad se ha quedado quedado huérfana de todo.

La verdad es que se ha vivido como una pesadilla. Y parece mentira que después de un año, sigamos todavía igual. Y que todavía no se haya solucionado nada. Nosotros seguimos trabajando, somos positivos y optimistas ante la adversidad, pero esta incertidumbre, éste no saber qué va a pasar, la verdad es que le destroza a cualquiera. 

Con todo, ustedes están barajando nuevas fechas para dar la feria en el puente de San Juan y San Pedro.

Así es. Eso es lo que tenemos en mente. Pero ahora las variables para que se celebren los festejos ya no están únicamente en que el tiempo que no lo impida y con el permiso de la autoridad. Ha entrado un nuevo factor en la ecuación, que es el COVID. Nosotros tenemos en mente esas fechas, que pensamos que son las que mejor encajan para dar la feria. Esperamos que de aquí a junio la vacuna ya se haya consolidado, y las autoridades sanitarias permitan la celebración de espectáculos. Además, nosotros lo que queremos es abrir la plaza, y nos conformamos con que nos permitan vender un 50 % del aforo. No pedimos más. Con eso nos arreglaremos. Igual la feria no se llamará de la Magdalena, aunque tendrá el espíritu de la misma. Estamos trabajando en ese sentido.

Se dice que tradicionalmente no son buenas fechas.

Es cierto. Yo tengo 48 años, y me he criado prácticamente en la plaza de toros de Castellón. Mi padre también fue empresario muchos años de la plaza. Y todos los festejos que se programaban fuera de la feria, resultaban deficitarios. Aunque fueran con carteles rematados. Los de la virgen de mayo, los de la beneficencia de junio, que se sostenían por el apoyo institucional. Pero fuera de feria, siempre han resultado un fiasco. En lo económico. Ojalá lo pudiéramos hacer todos los años también en junio, pero es difícil. Este año, por las excepcionales circunstancias, trataremos de hacerlo es esa fecha que creemos que es la adecuada. Y en ello estamos poniendo nuestra ilusión y nuestro empeño.

Ustedes son como trapecistas, siempre en el alambre y sin una red abajo.

Es una buena definición. Trabajamos sin red. Es angustioso. Aparte de lo económico, que le afecta a cualquier empresa, no solo a las taurinas, si también a las de todos los ámbitos, está el tema moral. El tema de la ilusión, el tema emocional. Pero nosotros tenemos un mensaje muy claro que queremos transmitir. Y es que la gente no puede dar por hecho que se puede vivir sin toros. En absoluto. Lo que nos motiva es eso, que la gente siga necesitando el ir a la plaza. Que nunca se de por hecho y como algo normal el que no se celebren toros. Porque si no, por ahí empezaríamos a perderlo todo. 

Es una importante reflexión.

Eso a lo que nos lleva esta situación. Debemos sentar esas bases. A los no partidarios de la fiesta, les ha venido muy bien la pandemia para que no hubiera toros. Incluso han cogido fuerzas. Pero no. Nos tenemos que rebelar frente a la adversidad. El fútbol, algo impensable, lleva todo el año celebrándose sin que la gente vaya a los estadios. Aunque las televisiones ayudan a mantener los presupuestos. Pero nosotros no nos podemos acostumbrar a no ir a la plaza. Eso nunca. Porque si no no volveríamos.

Se han hecho unas valoraciones de las pérdidas económicas que ha supuesto la no celebración de las ferias y fiestas de Castellón, y se han tasado en unos 13 millones de euros. De los cuales 5,6 estaban relacionados con los ingresos con la feria taurina.

Pues sí, es una parte muy importante. Porque las pérdidas han sido grandes y en muchísimos sectores, ya que hay muchos ámbitos de actividad que se ven afectados. Los hoteles, los restaurantes, los transportes, tiendas, comercios, bares. Con los toros los ingresos que dinamizan y dan vida a la ciudad en muy diversos aspectos. Los puestos de la calle. Las tiendas de artesanía. Todo lo que mueven los toros al margen de la venta de entradas en taquilla es enorme. Y por eso han supuesto casi la mitad de lo que se ha dejado de ingresar en Castellón durante la semana de la feria.

Y ustedes en la plaza también dan puestos de trabajo.

Así es, tenemos 150 empleados en plantilla en la plaza. Que no está mal. Eso sin contar la subcontrataciones de bares, acomodadores, almohadillas, publicidad y una gran cantidad de servicios que subcontratamos. Hay mucha gente empleada alrededor de los toros.

Cambiando de tercio, un 7 de junio de 1999, domingo de la Magdalena, usted tomaba la alternativa en esa plaza de Castellón.

Es raro que un 7 de marzo caiga en domingo y coincida con el día de la Magdalena. Pero este año sí que coincidía. Y me hubiera gustado celebrarlo viendo toros en la plaza. Pero bueno, las cosas han venido así. Me acordé mucho ese día, es el aniversario de un día muy importante para mí. Me dieron la alternativa Manzanares y Enrique Ponce de testigo. Aquel día reaparecía Manzanares después de haberse retirado de los ruedos. Los dos estuvieron muy cariñosos, atentos y pendientes de mí. Manzanares tiene mucha vinculación con mi familia, incluso mi padre estuvo en su boda. Me dijo que fue un orgullo el ceder los trastos a un amigo de la familia. Pero, eso sí, luego en el ruedo no me regaló nada. Me acuerdo que a su primer toro le dio tres largas, luego cuatro verónicas y una media. Enrique Ponce me miraba y me decía que después de esto que qué íbamos a hacer nosotros. Luego el maestro vino al callejón y me dijo: ”para que te enteres de donde te metes.” Eso fue el gesto de un gran padrino y de una gran figura del toreo como era el.

Entonces la cita queda para junio. 

Ojalá, Dios lo quiera. Y la pandemia. Lo cierto es que las otras dos ferias que ya se han perdido no van a volver, y eso es irrecuperable. Por lo menos nos gustaría tener la compensación de poder dar los toros en el mes de junio. Y así hay que ilusionarse para la siguiente temporada. Nuestro objetivo es simplemente volver donde estábamos, hacer la vida normal, y poder planificar el trabajo con tranquilidad y con ilusión como siempre. Y que la gente vuelva a los tendidos.

Texto. Enrique Amat (Avance Taurino)

 

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