ENRIQUE PONCE

“Hay que mirar más por el interés de la tauromaquia”

jueves, 13 de mayo de 2021 · 05:50

Año de pandemia, de apretarse el cinturón, de adaptarse a una realidad que parece más cercana a la ficción, “trato de llevarlo como todo el mundo, con resignación, con miedo y también con tristeza por toda la gente que lo ha sufrido y sufre de manera especial. Estamos viviendo una pesadilla en todos los sentidos, porque repercute en todo”.

A partir de ahí, de una postura general, en lo profesional también corren tiempos distintos, “de adaptarse al momento que nos está tocando vivir. Yo sigo entrenando como antes, en ese sentido no ha cambiado nada, y tengo la esperanza de que este año se puedan dar más toros que el año pasado, que comenzamos en el mes de agosto. Noto que ahora hay más movimiento, ya ha habido corridas, con todos los problemas de restricciones de público, de medidas sanitarias, de seguridad. Todo afecta, pero los toros son un espectáculo al aire libre y eso ayuda un poco porque hay menos peligro de contagio. Y, en la manera de lo posible, hemos de seguir viviendo, con las medidas que haya que tomar, pero con ilusión y adaptándonos a las circunstancias”.

Adaptarse a un tiempo tan extraño como difícil, donde los objetivos también son especiales, “tal como pintaban las cosas el año pasado, que se celebraran espectáculos taurinos fue muy importante. Era fundamental no dejar pasar un año sin toros, aunque fuera poco, pero que se visualizara el toreo y celebrar festejos en las plazas donde se podían dar”.

Para que todo ello fuera posible también era importante mirar sobre todo el interés general, “había que dejar de mirar por interés personal y mirar más por los intereses de la tauromaquia”. El esfuerzo, pues, debía de partir de todos los estamentos del toreo. El dato que aporta Ponce es relevante, “el año pasado toreé 16 corridas de toros y en ninguna sabía lo que iba a cobrar. Se hablaba con los empresarios con total transparencia, de lo que aportaba la tele, de la taquilla…Se hacían cuentas y se repartía lo que hubiera. En algunos sitios quedaba más y en otros menos, pero éramos conscientes de que la situación estaba así por lo que no cabía ninguna pretensión económica. Yo pensaba que era lo que había que hacer en ese momento y lo que quedaba, pues quedaba”.

Una postura solidaria, personal, pero que tampoco buscaba un reconocimiento general, “era en conciencia lo que tenía que hacer y ya está. Un tema personal con la tauromaquia, como sigue siendo este año. En cualquier caso yo creo que sí que se reconoce, aunque no sea lo que yo pretenda. Y este año seguimos igual, es decir, no se pacta un dinero antes de torear, como se suele hacer al uso. Ahora si quieres torear te adaptas a las circunstancias, se habla con el empresario para que haya transparencia, que se sepan todos los números, y tirar para adelante”.

Llamó la atención cuando salieron los carteles de una especial Feria de Sevilla, que el nombre de Enrique Ponce no figurara en ellos. Feria frustrada ahora, que pospone su cita para el mes de septiembre. “No es algo nuevo conmigo en Sevilla – aclara el diestro-. Pasó que simplemente no llegamos a un acuerdo y no precisamente económico, ni mucho menos. Sentí que no se me había tratado como pienso que merezco. No llegamos a un acuerdo en lo que me propusieron, me sentí ninguneado, no creí que mereciera ese trato, y opté por no ir. Puse todo de mi parte, incluso negociar ir en septiembre y tampoco. Me obligaban a ir a una corrida que yo no quería y si no aceptaba, ni en abril ni en septiembre”.

Al saco del olvido el gesto del torero valenciano, que hace pocos años sacó las castañas del fuego a la empresa de Sevilla ante la negativa del resto de figuras de torear la Feria de Abril. El agravio es evidente.

Otro de los temas que se ha comentado mucho durante esta época, ha sido la supuesta unión entre el toreo en general y las figuras en particular. Son muchas las dudas que surgen al respecto de esa supuesta unión, a la que Ponce defiende, “la unión creo que sí ha existido, incluso yo diría que ha sido el momento en que más unidos hemos estado. El año pasado tuvimos varias reuniones en las que nos juntamos, había buen ambiente e íbamos todos a una en cuanto a la problemática en general. Luego cada uno es libre de torear o no, en esas especiales condiciones que antes decía”. En esa unión a la que hace referencia también incluye a la Fundación del Toro de Lidia, “la Fundación también ha aportado mucho y en las reuniones había representantes de ellos. Siempre ha mirado por los intereses de la tauromaquia y fue intermediaria en las reuniones con los estamentos políticos”.

 

Paco Delgado

 

Entre tantas cuestiones que se plantean para cuando la pandemia deje paso a la vida normal, hay quien piensa que sería el momento para llevar a cabo un replanteamiento del toreo en general. Al respecto, Ponce señala que, “es indudable que va a haber un antes y un después de la pandemia a nivel general, pero al final en el toreo es un toro, un torero, un público y una plaza de toros. Ahora bien, el modo de gestión sí sería bueno que tuviera una restructuración. Por ejemplo habría que introducir a la gente joven, la creación en algunas plazas del ‘tendido joven’ ha tenido respuesta y se están dando cuenta de lo que significa el toreo. La pandemia ha frenado muchas cosas, pero si somos capaces el toreo puede salir revitalizado. Soy optimista”.

Entre todos los damnificados por la pandemia, hay palabras especiales de Ponce para los ganaderos y los novilleros, “muchas ganaderías han desaparecido o van a desaparecer y otras se han visto reducidas a mínimos. Y esto es una prueba que el toro sin la tauromaquia no existe. Los ganaderos han salido muy perjudicados, un toro bravo vale mucho dinero, ahora su precio es precario y no es muy difícil mantener una ganadería sin poder lidiar”.

Y en cuanto a los novilleros, “también han sido otros de los grandes perjudicados. Algunos, a punto de tomar la alternativa y con una importante proyección, han sufrido un parón tremendo. Hay novilleros que llevan todo el año pasado y este sin torear nada, porque novilladas se han dado menos”.

En este tema de los novilleros, Enrique Ponce se muestra especialmente sensibilizado por las duras pruebas a las que se les hace pasar en algunos casos, “siempre he dicho que a los novilleros hay que cuidarlos en todos los sentidos. En especial en lo que respecta a los novillos a los que se enfrentan, que en algunas plazas son una barbaridad para un chaval que está empezando. Ponerlos delante de novillos con más de 500 kilos, con dos pitones…y no solo ocurre en Madrid, en algunas plazas sucede lo mismo”.

El toro: tema de debate constante. El toro de las figuras, los encastes en los que se encasillan…”yo he toreado todo tipo de encastes y me he abierto mucho con las ganaderías, pero hay que ver los momentos. Me han ido encastes diferentes: Atanasio, Domecq, Núñez, Santa Coloma, he matado de todo en general, pero poco a poco ha habido ganaderías con encastes que han ido desapareciendo o que se les fue el momento. Es cierto que ahora el encaste que predomina es el de Domecq, pero yo me he enfrentado a todo tipo y antes había más variedad. Y ahora, al paso que vamos va a haber menos”.

Lo de encasillarse en un encaste determinado tiene, en su caso, una explicación, “ya no es cuestión de encasillarse en un encaste, sino en el encaste que tiene una cierta garantía para triunfar. También es verdad, y es algo que se debería tener en cuenta, que dentro del encaste Domecq no tiene nada que ver, por ejemplo, lo de Victoriano del Rio con lo de Juan Pedro, teniendo la misma procedencia; como tampoco lo de Garcigrande con lo de Cuvillo, es decir, dentro de este encaste también hay variedad y diferencias”.

Sobre estas diferencias o comportamientos distintos de un mismo encaste, Ponce recuerda la corrida de Juan Pedro Domecq que lidió hace pocas fechas en Sanlúcar de Barrameda, “es la prueba de lo que he dicho. La corrida de Juan Pedro de Sanlúcar arreó tanto, que si le pones otro hierro hubiera parecido de otra ganadería. Hay veces que nos quedamos en tópicos y ocurre en ocasiones que un toro de un determinado encaste tiene reacciones que parecen de otra procedencia”. De cualquier manera reconoce que se echa de menos otros encastes que antes había y que ahora parecen desaparecidos, “lo de Atanasio, Núñez, lo de Santa Coloma que era tan rico, pero ahora están muy dañados y no ofrecen las garantías de éxito de otras”. Treinta y un años como matador de toros, aunque afirma sentirse bien, “con la ilusión intacta. Y esto me ayuda mucho a mantenerme en línea”. ¿Metas?, “no tengo ninguna meta en especial. Estar ahí, mantener la ilusión y tratar de crear arte todas las tardes que pueda”. ¿Rivalidades?, “sí que hay rivalidad. Cuando uno torea hay rivalidad con los compañeros, ya sean veteranos o jóvenes."

"Aunque después de tantos años hay un plano personal que es el que importa realmente, y es tu superación, tus sentimiento delante del toro”. Su longevidad en los ruedos no escapa a las críticas de algunos, pero Ponce se lo toma con filosofía, “a los que me critican que esté tantos años en activo solo les puedo decir que no vayan a la plaza cuando toreo, qué le vamos a hacer. Me mantengo bien y delante del toro me encuentro muy bien. Pero siempre quiero mejorar, ir a más”. Y entre las asignaturas que se quedaron pendientes por la pandemia, está su regreso a la plaza de su tierra, Valencia, después de aquel 18 de marzo de hace dos años cuando sufrió un grave percance, “no ha habido oportunidad de volver. Pero creo que Valencia dará toros este año y, si Dios quiere, allí estaremos”.

Texto: Vicente Sobrino (Avance Taurino)

 

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