"Después de la novillada, yo seguía sin creérmelo"

Cómo cualquier otra joven de su edad, me encuentro con una Raquel Martín estudiando y preparando las pruebas de la EVAU, que las comienza mañana, hasta aquí todo sería “normal” si no fuera porque en su caso, ella puso el pasado fin de semana, Arles patas arriba con su enorme toreo y esa sensación de que: lo mejor está aún por llegar.

Permíteme comenzar felicitándote por tu gran actuación del Domingo y también pidiéndote, por favor, que me cuentes ¿cómo viviste todo lo ocurrido el Domingo?

Pues la verdad es que el Domingo fue un día muy emocionante para mí, muy importante personal y profesionalmente. La fecha de Arles era un reto y haberlo superado así… ha sido bonito y también muy importante. En la plaza me sentí súper bien… el público me trató genial, me mostró muchísimo cariño y estoy muy agradecida por ello… la verdad es que pude disfrutar muchísimo.

Esto, sin duda, no es más que la recompensa a un duro trabajo, debe resultar gratificante.

¡Muchísimo!, después de la novillada, yo seguía sin creérmelo, estaba sin palabras y aún sigo un poco abrumada por todo lo que ha venido, sinceramente no pensé que fuera a tener tanta repercusión cómo ha tenido y la verdad es que estoy muy agradecida a todo el mundo, sobretodo con el público de allí por todo el cariño que me dió y cómo ha respondido la gente aquí en España también, me ha sorprendido muchísimo… la verdad es que no me cabe la alegría en el cuerpo.

En tu caso además, has llegado a esta importante cita, compaginando los estudios con los toros ¿cómo ha sido ese camino?

Ha sido un poco duro, compaginar el curso (2º de Bachillerato) y la fecha de Arles, cómo decía antes, ha supuesto todo un reto. Pero la satisfacción de que haya salido todo como ha sido, me recompensa todo lo pasado este año, es que no me importa nada como he pasado el curso, estoy muy feliz.

Ha sido un año un poco duro, porque Arles era un objetivo que estaba ahí y yo tenía que entrenarme, es una plaza de 1ª categoría y ahora mismo triunfar en Francia supone una gran oportunidad en la tauromaquia. Era una oportunidad muy importante que no podía desaprovechar, yo iba con mis expectativas y no podía fallarme a mí misma.

Ahora, aún con esa “resaca” de lo vivido allí ¿con qué sensación te quedas?

Estoy orgullosa de mí misma, pero consciente de que hay que seguir creciendo porque esto, ni se acaba aquí, ni yo quiero que se acabe.

¿Qué hay ahora en el horizonte de Raquel Martín? Un próximo objetivo.

Ahora quiero seguir toreando para completar las 10 sin caballos y el año que viene, hacer el debut con caballos.

Y ahora, vengo yo y “te bajo de esa nube” en la que estás para hablarte de otro tipo de toro…uno más “rancio y saborío” cómo es la EVAU… (risas)

(Risas) Mañana empiezo los exámenes y quiero que me salgan bien, esto del toro… ahora se ha hecho real, es mucho más real que antes y yo sé la responsabilidad que conlleva y me tengo que centrar mucho en ello, pero a mí me gusta estudiar, yo con los toros voy a seguir a tope y, aunque sea en un segundo plano, también quiero seguir estudiando, no tengo muy claro aún la carrera pero tengo la oportunidad de seguir con los toros, una oportunidad enorme y quiero compaginarlo.

Volvamos a la “nube” de este dulce momento que estás viviendo ahora mismo…

Estoy en una nube y casi sin creérmelo, Cristina me decía que no era consciente de lo que estaba viviendo y puede que sea verdad… me da un poco de rabia que mañana tenga los exámenes y me tenga que centrar en ellos. Realmente cuando me sacaron a hombros parecía irreal, ¡no lo había imaginado ni en sueños!, es que ni me lo había planteado, cuando llegué al coche es que no me parecía real.

Si me lo permites y cómo dicen en mi tierra “déjate querer”, aunque sea un poco y con los exámenes encima, permítete saborear algo este momento… ¿qué le dirías a todas las personas que ya estaban contigo y las que llegan ahora…?

(Sonrisa tímida) La verdad es que estoy muy agradecida por el entorno que tengo y las personas de mi alrededor, por todo el apoyo que me demuestran. También quiero agradecer todos los mensajes de apoyo y la confianza puesta en mí. Ahora mismo, aún no soy consciente de la gente que está pendiente de mí y me pone hasta un poco nerviosa, pero a la vez es algo tan bonito.

Hasta aquí una más que agradable conversación con Raquel Martín, una joven que camina con paso firme para ser figura mientras, poco a poco, deja atrás lo de “promesa” y a la vez, no pierde la esencia e inocencia propias de su edad. Alguien, a quien agradezco, su tiempo a las puertas de ese toro llamado “EVAU”.

Muchísima suerte Raquel, hablamos pronto.