ALEJANDRO MARCOS

“Para mí es un orgullo que me quieran encasillar con un estilo clásico"

jueves, 22 de julio de 2021 · 13:38

Hace unos días, un joven torero salmantino, Alejandro Marcos, llamó la atención de los aficionados por dos veces, primero en Arévalo, y después en Orthez, triunfando en ambas plazas y dejando un grato sabor de boca.

Es por ello, que hemos querido charlar con el diestro de La Fuente de San Esteban para que nos relate cómo vivió él dichas actuaciones, cuáles fueron sus sensaciones y el momento en el que se encuentra en su carrera.

El pasado día 9 de Julio hizo el paseíllo en la plaza abulense de Arévalo junto al Maestro Morante de la Puebla y al Maestro Juan Ortega, con toros de una ganadería de lujo, que está en todas las ferias, como es la de Domingo Hernández. Cortó tres orejas y dio un serio toque de atención tanto a la afición como a las empresas. ¿Cómo vivió esa tarde?

Fue una tarde muy bonita, que la recordaré siempre, porque al final estás acartelado con una máxima figura del toreo y con un torero que da gusto verlo torear. Es en esos carteles donde quiero estar, donde me encuentro a gusto. La tarde la viví con tranquilidad y disfrutándola al máximo. El resultado de la corrida fue bueno, por lo que estoy contento.

Supongo que para usted sería especialmente motivante e ilusionante alternar con esos dos torerazos, que además deberán ser para usted referentes del toreo clásico, que es aquél que también interpreta.

Sí. Al final es el concepto en el que miras todos los días, y estar entre ellos hace que te sientas un poco en el sitio que deseas alcanzar. Fue un privilegio estar ahí y un orgullo que te acartelen con esos toreros.

Saldar ese compromiso con nota, como lo hizo, ¿Es un acicate más, sobre todo a nivel mental, para reafirmarse y continuar en la lucha por ese camino del toreo clásico y puro, que a lo mejor no es el más fácil a corto plazo, pero sí el que más reconforta y perdura en el tiempo?

Pues sí. Cada uno nacemos con un concepto y una manera de interpretar el toreo, y es un privilegio que a mí me encasillen en el toreo clásico. Sí que es verdad que los resultados tardan más en llegar porque hay que interiorizar y macerar más ese toreo pero es el que a mí me gusta, me reconforta y el que busco.

Después de esa corrida de Arévalo, llegó el pasado miércoles el compromiso de Orthez (Francia). Con otros matices y otro cartel también fue muy importante.

Fue una tarde distinta, con una corrida muy seria y una plaza muy exigente. Yo sabía a lo que iba porque en Francia gusta ese tipo de toro. Fui también a enseñar mi concepto al aficionado francés, algo que creo pude conseguir gracias a un buen toro de Julio García. En definitiva, pienso que pude mostrar el toreo que llevo dentro a esa afición.

En Francia además cada triunfo y cada actuación destacada cuenta mucho, se valora y tiene premio, en forma de contratos.

En Francia, la afición te respeta y si le gustas te lo recompensa. De ahí la preparación y la mentalización que llevaba a Orthez, ya que para mí era una de las citas más trascendentales del año.

Finalmente, obtuvo una oreja, después la corrida tuvo que ser suspendida debido a la grave cornada sufrida por El Adoureño. Pero sí creo que dejó una buena sensación entre el público de Orthez.

La gente pudo ver una versión bastante buena de mí, me mostré tal y como soy. Las informaciones que me llegan es que al aficionado le gustó, y espero poder verlos más a menudo para cuajar una tarde más completa.

Considero que actualmente estamos atravesando un momento de resurgimiento, por llamarlo de alguna manera, del toreo clásico, el que está por encima de las modas o de los gustos puntuales del público porque es el toreo eterno, de siempre. A poco que le den sitio, como ha sucedido en las mencionadas corridas de Arévalo y Orthez, ¿El nombre de Alejandro Marcos puede sumarse también a esa baraja de toreros que hay ahora mismo, como por ejemplo los Maestros Morante de la Puebla, Diego Urdiales, Emilio de Justo, Juan Ortega, Pablo Aguado…, que tanto interés e ilusión despiertan entre los buenos aficionados?, ¿Piensa que es el momento idóneo para subirse a ese carro?

Pues sí. Hoy en día hay una corriente hacia ese tipo de toreo, que a mí me alegra, primero porque como aficionado me gusta, y luego como torero es un orgullo que me quieran incluir en ese grupo de toreros. Yo sólo espero seguir dando motivos para ello y que dentro de poco pueda estar en ese carro. Solamente con que el aficionado me vea posibilidades de estar ahí, es un orgullo, porque al fin y al cabo es lo que llevo buscando muchos años. Puede ser que haya costado un poco que saliera a la luz pero siempre ha sido hacia dónde yo he querido ir.

Personalmente, pienso que la única manera de avanzar en la profesión es tomarse cada entrenamiento de toreo de salón y cada tentadero como algo especial e importante, no como un trámite para llegar a un objetivo sino disfrutar de ese momento, tener ahí tu mente y tu corazón e intentar buscarte como torero.

Lo bonito del toreo es que te ocupa las 24 horas del día, pero siempre anteponiendo la calidad a la cantidad. Todo eso tienes que interiorizarlo y aprovechar cada momento. No por entrenar durante 8 horas como un mero funcionario te va servir de algo, en cambio si estás entrenando una hora y media teniendo claro lo que buscas, es mucho mejor. En la actualidad, estoy en ese punto en el que disfruto del toreo en cada momento, nada se me hace rutinario, sino especial.

Creo que tanto al practicar el toreo de salón como en el caso de un tentadero, el torero debe tener ganas de torear para que verdaderamente le valga.

El Maestro Juan José me solía decir que a los tentaderos hay que ir con hambre de torear, para que interiormente te sirva. Sentir esa necesidad, esa inquietud, para así aprovechar el momento.

En el caso de un tentadero, el torero también le debe respeto al animal, que se va a jugar su vida en la plaza de tientas así como al ganadero.

Claro. Si un día estás desganado o atascado de tantas vacas, es mejor decir que no vas al tentadero, porque el ganadero no te va a ver metido con el animal, hambriento de torear. Por fortuna, este año he toreado bastante en el campo pero en cada tentadero he tenido la necesidad de torear, de dar una vuelta más a mi toreo, que sinceramente en otros momentos de mi trayectoria no la he tenido.

Aunque no se toree mucho, el torero no para de evolucionar, porque precisamente en esos momentos tiene tiempo para pensar, para reflexionar, para interiorizar conceptos, y que cuando vuelva a ponerse el traje de luces el aficionado vea a un torero renovado, manteniendo idéntica base, pero ahondando y profundizando más en ciertos aspectos de su Tauromaquia.

Claro. El toreo si tú quieres te puede ocupar las 24 horas del día, porque le puedes dar vueltas en tu cabeza a cosas del pasado o bien a matices que quieres mejorar en el futuro. Esta pandemia, a los toreros que hemos estado centrados, nos ha venido bien para crecer.

Precisamente esta semana se celebra la Feria de Santander, donde usted tomó la alternativa en el año 2017. ¿Siente cierta añoranza por no estar incluido en los carteles de este año?. Puntualizando, además, que ha logrado destacados triunfos en el Coso de Cuatro Caminos santanderino.

Pues sí. Han sido cinco años consecutivos toreando allí y creo que me he ganado el cariño de la afición y de la gente de Santander. Van a ser unos días duros por no poder estar allí pero son cosas que no dependen de mí. Yo seguiré con la ilusión de volver a esa plaza que me lo ha dado todo, porque la echo mucho de menos.

Imagino que soñará con su confirmación de alternativa en la plaza de Las Ventas de Madrid, con tener una actuación destacada en el coso venteño que le pueda abrir las puertas de otras plazas y de otras ferias.

Madrid es la llave de las ferias y la plaza más importante del mundo. Nunca he tenido prisa porque quizá no había llegado el momento de confirmar en Madrid, ahora sí que me gustaría tener cercano ese compromiso porque me encuentro seguro conmigo mismo y además me está saliendo el toreo que más o menos deseo alcanzar.

Ahora prefiere centrarse en el día a día y en prepararse a conciencia, para que cuando llegue esa cita tan importante no se escape la oportunidad.

Claro. Ahora mismo hay que centrarse en las cosas que hay por delante y en dar motivos para que continúen contando con uno.

Para concluir, Alejandro Marcos ha mostrado su agradecimiento a la gente que se ha alegrado por sus últimos triunfos, así como a las personas que ha tenido a su lado a lo largo de este tiempo y que han sabido decirle las cosas como eran, porque gracias a ellos ahora están comenzando a verse los resultados.

Texto: Carmen de la Mata (Infotauro)

 

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