“Con las actuales medidas es imposible dar toros en Valencia”

Para Simón Casas la decisión de pedir la resolución del contrato es consecuencia de la situación que a nivel general se vive, “la decisión y la situación actual es una consecuencia de lo que está pasando en general, no solo de Valencia. Quiero recordar que ni Bilbao, ni Pamplona, ni Zaragoza, ni San Sebastián, plazas todas ellas de primera, han abierto sus puertas. Málaga ha dado dos corridas de toros sin contrato vigente, mediante un contrato puntual entre un empresario y la Diputación, Córdoba, plaza privada, solo ha dado también dos festejos. En términos general, ninguna plaza de primera ha podido abrir sus puertas ni en 2020 ni 2021. Esto no es, ni más ni menos, porque los costes de apertura y los que produce la confección de carteles de una plaza de categoría como la de Valencia, a los que hay que sumar los de producción, son incompatibles con la situación actual y las medidas sanitarias vigentes”.

El empresario galo resalta que Valencia no es un caso aislado en el contexto general de la situación actual, “cuando hablamos de Valencia no solo debemos fijarnos en Valencia, hay que tener el criterio de la situación general que no permite abrir las plazas de primera. Madrid, con el contenido de festejos que organiza en una temporada normal, solo va a dar una cantidad corta de festejos. Y a todas esas plazas antes citadas también hay que sumar alguna de segunda, como la de Murcia, que con su feria anunciada ha tenido que suspenderla. Yo, como empresario que soy, doy toros en esta situación cuando las circunstancias lo permiten, como en Nimes o en Albacete, en una programación reducida pero que las condiciones sanitarias sí permitían su celebración. Pero cada caso es particular. Hay un tema general, que es el de las plazas de primera y su modo de gestión, porque no es igual una empresa de plaza privada que una empresa con un contrato público. Los contratos se han de respetar por ambas partes, en el caso de Valencia la Diputación y la empresa concesionaria, que soy yo, pero desde la suspensión de las Fallas de 2020, las circunstancias nunca han sido las adecuadas para dar toros. La anulación de aquellas Fallas le supuso a mi empresa la pérdida de unos 400.000 euros, por lo que no he tenido más remedio que solicitar la resolución del contrato”.

En la actualidad se permite el aforo de 5000 personas en Valencia, pero la medida tampoco convence a Simón Casas que lo explica así: “en realidad no son cinco mil personas y ubicadas, además, en cinco sectores, lo que complica mucho la gestión y producción. Dentro de esas cinco mil entradas permitidas, hay que descontar personal de plaza, que también ocupan un lugar en el aforamiento general, los abonos reducidos, invitaciones…al final el aforo queda reducido muy considerablemente. Si hubiera existido una mínima posibilidad, como ha ocurrido en otras plazas de mi gestión como Alicante o Albacete, habría dado toros, que nadie lo dude. Y yo, como empresario, no estoy obligado a perder una fortuna para dar toros en estas condiciones. La situación está ahí, es la que es, y no la he inventado yo. Dar toros en estas circunstancias es matemáticamente imposible. No salen las cuentas por ningún lado”.

A partir del 28 de septiembre se anuncian nuevas medidas sanitarias en la Comunitat Valenciana, con posibilidad de que las nuevas medidas se acerquen a la casi absoluta normalidad, según manifestó hace unas semanas el Presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Pero ni aún así ve posible Casas la posibilidad de dar toros, “porque montar toros requiere tiempo, hay que planificar, programar, etc. Es posible que, efectivamente, mejoren las condiciones aunque no es una total seguridad. Y, repito, organizar festejos de calidad en una plaza de primera como es Valencia, no se hace en quince días, hay que estructurar muchas cosas, como la venta de entradas entre otros asuntos, y se necesita un calendario adecuado para negociar, por ejemplo, con la televisión. Hay que sumar lo mínimo necesario para poder dar festejos, porque si no se pierde mucho dinero y yo no tengo ninguna obligación de perder más de lo que he perdido en Valencia”.

En unas declaraciones de hace unos meses, el propio Casas manifestó su capacidad de organizar una feria en tiempo récord si cambiaban las circunstancias, como parece que va ocurrir a partir del día 28 de septiembre, “dije, efectivamente, que tenía la esperanza de que en julio la situación fuera mejor y que en quince días podría montar una feria. Y es verdad, pero luego la situación sanitaria no solo no se arregló sino que ha ido a peor y en el mes de julio se autorizaba un aforo mucho menor que en realidad se convertían en 2.500 reales. En esas circunstancias, a las que sumas el piso de plaza, que lógicamente tiene que percibir la Diputación porque así lo dice el contrato, y le compromiso ético por mi parte de organizar una feria con arreglo a la categoría de la plaza, es imposible. Y vuelvo a decir que estamos hablando de una plaza de primera, cuyas circunstancias de organización estructural y artística son muy diferentes a las de una plaza de segunda categoría. Por muchas vueltas que le demos, en esta situación es imposible dar toros como se merece Valencia. Por muy emprendedor y luchador que yo sea, como lo he demostrado a lo largo de toda mi vida y como lo sigo demostrando. Me hubiera encantado dar toros en Valencia, pero de manera realista, no como para suicidarme”.

En el escrito presentado a la Diputación, además de la resolución del contrato, Simón Casas pide una compensación económica por los gastos de producción de las Fallas de 2020, “aclaro que no pido una indemnización, sino lo que es de derecho. Como la feria de Fallas 2020 se anuló por motivos ajenos a mi voluntad mediante una decisión que se entiende perfectamente, pero yo tengo derecho a que me abonen los gastos que se habían invertido para anunciarlas. Y por ley, existe un derecho evidente para que se le compense al empresario los gastos invertidos para un evento que ha sido anulado por la autoridad. A la Diputación se le han pasado los gastos mínimos que consideramos se han de devolver para compensar el perjuicio de la empresa. A partir de ahí, espero que se encuentre una solución legal a todo esto. Es un derecho que me ampara la ley y lo pido con mucho respeto hacia la institución como es la Diputación”.

Entre los temas pendientes por resolver se encuentra la devolución del dinero de los abonos de mayores de 65 años y menores de 25, cuya demora ha generado preocupación entre los afectados, “indudablemente ese dinero lo voy a devolver en todos los casos. Se devolvieron las entradas normales en su momento y ahora estoy en espera a ver qué decisión toma la Diputación respecto a lo que he comentado antes. Por el momento no tengo contestación formal y cuando esto se resuelva y la Diputación me compense los gastos ocasionados en aquellas Fallas no celebradas devolveré el dinero. Y si no hay compensación, algo que no contemplo, lo devolveré de mí bolsillo. Estoy esperando a ver lo ocurre con mi petición, pero lo dejo bien claro: en cualquier caso devolveré ese dinero”.

La plaza de Valencia ha sido recientemente concedida a una nueva empresa a partir de la temporada que viene, Nautalia, con la que Simón Casas está asociado con la empresa que rige la plaza de Las Ventas. El productor francés aclara la situación por si alguien piensa que su persona también forma parte de la nueva empresa, “no tengo nada que ver con el futuro concesionario de la plaza de Valencia, que es la empresa Nautalia. Yo no soy socio de Nautalia, pero si lo soy de Rafael Garrido, que es su director general, en el caso específico de Plaza 1 que es la empresa de la plaza de toros de Madrid, por lo tanto no tengo nada que ver con la nueva empresa de Valencia”.

Texto: Vicente Sobrino (Avance Taurino)